Más de 31 familias víctimas de 'falsos positivos' en la región del Catatumbo, en Norte de Santander, pidieron al Ministerio de Defensa y al Ejército acabar con la violencia para poder vivir con normalidad.
Así lo expresaron en un acto realizado en la ciudad de Ocaña, en el que el ministro de Defensa Iván Velásquez hizo un reconocimiento público de la responsabilidad del Estado por asesinatos cometidos por el Ejército y la Policía en esa conflictiva región.
"Los mataron porque tenían que mostrar un resultado, no los mataron en ninguna acción militar, ni por una venganza, como mataron a uno pudieron matar a otro", lamentó Velásquez, que además afirmó que "son hechos que nos avergüenzan como colombianos ante el mundo" y "nos llenan de indignación".
Los "falsos positivos" es como se conoce en Colombia a uno de los episodios más oscuros del conflicto en el que militares ofrecían trabajo a jóvenes, sobre todo de clases bajas, para llevárselos a otras partes del país, asesinarlos y presentarlos como guerrilleros muertos en combate y así conseguir incentivos y premios de sus superiores.
La JEP elevó a 6.402 la cifra de personas que "fueron muertas ilegítimamente para ser presentadas como bajas en combate en todo el territorio nacional entre 2002 y 2008", que corresponde con el Gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010).
Una práctica de tiempo atrás
No obstante, las familias de las víctimas recordadas en el acto explicaron que la culpa de estos delitos de lesa humanidad no es del actual gobierno presidido por Gustavo Petro, del que consideran una gran oportunidad para la vuelta a la paz en Colombia, y sí de los gobiernos anteriores.
"Ese lugar que están ocupando ahí no lo deberían estar ocupando ustedes (...). Deberían estar sentados los expresidentes Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, que han sido unas personas cobardes porque no han sido capaces de darnos la cara, de venir a pedir perdón, ellos si deberían de dar la cara y decir que los perdonemos", señaló la vocera de las familias, Eduvina Becerra Flores.
El mensaje unánime de los familiares es que no vuelvan a existir casos parecidos en el futuro para conseguir una Colombia próspera.
"El mensaje que yo quiero dejar es la no repetición, el mensaje es que entre todos, con este nuevo Gobierno, tengamos una Colombia de paz y prosperidad. Aprovecharemos que los que están ahora sí quieren un cambio en el país y que haya paz" concluyó uno de los familiares de las víctimas, Gabriel Ángel Gerardino.