En la madrugada del viernes 10 de enero de 2025, un sismo de magnitud 5.3 sacudió diversas regiones de Colombia, generando alarma y preocupación entre los habitantes de varias ciudades.
El temblor, que se registró con una profundidad superficial de menos de 30 kilómetros, se sintió con intensidad en ciudades como Medellín, Manizales, Quibdó, Envigado e incluso Ibagué. La información fue confirmada por el Servicio Geológico Colombiano (SGC), que reportó el evento sísmico en sus canales oficiales de redes sociales.
Este es uno de los sismos más fuertes que ha ocurrido en Colombia en lo que va del año y, aunque no se han reportado víctimas fatales ni daños materiales significativos, la sensación de temor fue evidente entre los ciudadanos que lo experimentaron.
Epicentro en el océano Pacífico
El epicentro del sismo se ubicó en el Océano Pacífico, a la altura de las costas de Bahía Solano, en el departamento del Chocó. Este tipo de sismos, generados por el movimiento de las placas tectónicas en el fondo marino, son comunes en la región pacífica de Colombia, una zona geológicamente activa que suele registrar temblores de menor o mayor intensidad.
Según los informes preliminares, el movimiento telúrico afectó a varias localidades costeras y municipios cercanos como Bello (Antioquia), Anserma (Caldas) y Nuquí (Chocó), entre otros. La cercanía de estas áreas al epicentro del sismo incrementó la percepción del temblor, con algunos testigos reportando que la sacudida se sintió de manera más fuerte y prolongada.
Las redes sociales fueron un reflejo del miedo y la incertidumbre que provocó este sismo entre los colombianos. A través de la plataforma X (anteriormente Twitter), los usuarios compartieron sus experiencias, con muchos comentando sobre la intensidad del movimiento. Algunos mencionaron haber sentido "dos sacudidas inmediatas", lo que aumentó la preocupación en zonas como Envigado, donde se percibió con mayor fuerza.
En cuanto a las inquietudes sobre posibles tsunamis, algunos usuarios se apresuraron a preguntar si había alerta de tsunami debido a la cercanía del epicentro con el océano Pacífico. Sin embargo, hasta el momento de la publicación de este artículo, las autoridades no han emitido ninguna alerta de este tipo, aunque el SGC recomienda mantener la calma y seguir los protocolos establecidos en caso de emergencias.
El SGC y otras autoridades colombianas insisten en la importancia de informar sobre la ocurrencia de temblores, ya que permite evaluar con rapidez el impacto del evento sísmico y facilita la intervención de los equipos de emergencia en caso de ser necesario.
A través de las plataformas de redes sociales, las personas que han experimentado el sismo pueden completar un formulario de recopilación de datos, lo que ayuda al SGC a determinar la magnitud y la extensión de los daños.
Además, la información precisa y oportuna contribuye a que la población se mantenga alerta y preparada ante posibles réplicas, algo común tras eventos sísmicos de gran magnitud. Las autoridades de gestión de riesgo reiteran la importancia de seguir las recomendaciones de seguridad para minimizar el impacto de futuros movimientos telúricos.
Aunque en esta ocasión no se reportaron víctimas ni daños materiales graves, los expertos insisten en la importancia de la preparación frente a sismos, especialmente en regiones propensas a estos fenómenos naturales. Colombia se encuentra en una zona sísmica activa debido a la interacción de las placas tectónicas de Nazca y Suramérica, lo que hace que los terremotos sean una amenaza constante en varias partes del país.
Es fundamental que los ciudadanos se familiaricen con los protocolos de evacuación, el uso adecuado de refugios y la identificación de zonas de seguridad dentro de sus hogares y lugares de trabajo.