Tras el anuncio de la semana pasada, donde el ministro de Trabajo Ángel Custodio Cabrera pospuso el inicio de las conversaciones para determinar el salario mínimo que regirá el próximo año. Las tensiones entre los empresarios y las centrales obreras se mantienen debido a los rangos de diferencia que pueda llevar la negociación.
Para esta semana se tiene previsto que inicien las conversaciones, el día y la fecha no ha sido oficializadas pero varios factores que han transcurrido en las últimas semanas van a ser determinantes para llegar a un acuerdo.
Por un lado el alza del dólar va a jugar un papel determinante, la divisa que llegó a los 4.000 pesos el pasado viernes incrementará la inflación anual, la cual en lo corrido del año va en 4,58 %, frente al 1,75 % del 2020. El Índice de Precios al Consumo (IPC) para el mes de octubre se mantenía en una tasa de variación del 4,6% y la evaluación del índice del Producto Interno Bruto (PIB) son factores que determinarán el futuro del salario mínimo.
Las altas cifras de desempleo en el país también serían un factor de evaluación en la negociación, las consecuencias de la pandemia y las restricciones durante la escalada de contagios hacen que las negociaciones sean diferentes a las de años pasados.
Según el Gobierno Nacional la reactivación económica que se está impulsando representará un avance en materia laboral, sin embargo, hasta la fecha no se han visto representados en la recuperación del sector del trabajo, tras los efectos de la pandemia.
Las discusiones para determinar el salario mínimo del próximo año tendrán plazo hasta el 15 de diciembre y en caso de que para la fecha no se llegue a un acuerdo las discusiones serán alargadas hasta el 30 de diciembre.
Frente a las expectativas que tienen las centrales obreras se espera que el salario mínimo alcance el millón de pesos, representando un aumento del 10% frente al monto actual que está representado en 908.526 pesos.
Los colombianos se mantendrán al tanto de la concertación, se espera que los temas presentados en las conversaciones puedan incidir en una respuesta conjunta de un monto con el que se puedan solventar las necesidades básicas de los trabajadores.
