El 26 de agosto será la pelea del año entre Floyd Mayweather y Conor McGregor en el T-Mobile Arena (Las Vegas, EE.UU) con capacidad para 20.000 personas. Los luchadores han estado cara a cara en diferentes ciudades como parte de la promoción al evento que no ha cumplido con las expectativas en la venta de boletería a diferencia de otras peleas en el pasado.
Según varias agencias de noticias, no se ha comprado la mayoría de las entradas por su elevado precio. La más económica tienen un valor de 3.500 dólares, mientras que la zona de Ring side alcanza los 10 mil dólares, por lo que se especula que los aficionados estén a la espera de que el costo baje.
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Si bien para la anterior pelea de Mayweather vs Manny Pacquiao, las entradas más baratas costaban 1.000 dólares, con la variable de reventa que ascendía a 4.175 dólares. No solo fueron las entradas, sino las reservas a las 6.852 habitaciones del hotel MGM, de Las Vegas, donde se disputó el encuentro.
Los mismos organizadores notaron que no han vendido las boletas que se esperaría con toda la promoción que han hecho: "Un alto número de entradas consideradas ideales para ver la pelea en el T-Mobile Arena, que se suponían tenían que estar ya vendidas no lo están", afirmaron en una entrevista sobre esta situación.
Según expertos de combate, la pelea tiene sus altas y bajas en cuanto al interés del público por varias razones. El hecho que más llama la atención es el regreso de Floyd, luego de más de un año de retiro de los cuadriláteros. También sigue gozando de su invicto de 39-0.
El oponente, Conor McGregor tiene un difícil reto puesto que no está en su disciplina, las artes marciales mixtas. Pero en sus redes sociales está mostrando su entrenamiento para sorprender a todos los que son escépticos frente al resultado de la pelea del año.
Sin duda uno de los factores que hace despertar el interés, son las personalidades de los luchadores que no escatiman en demostrar quien es el mejor por medio de fotografías de sus carros y excentricidades. Si gana Mayweather podría ganarse 300 millones de dólares, lo que lo haría una vez más uno de los deportistas mejor pagados en el mundo.
