En medio de la emergencia que enfrentan los 181 países a los que ha llegado la pandemia del COVID-19, el mundo se ha visto sorprendido con la tragedia de una doctora que luchaba contra esta enfermedad y fue asesinada por su pareja sentimental, según él, porque ella lo había contagiado de coronavirus.
La mujer identificada como Lorena Quaranta, de 27 años, fue estrangulada por Antonio De Pace, un enfermero que también trabajaba en el Hospital Siciliano, en donde ella atendía a pacientes que tuvieran el virus.
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El homicida fue el encargado de dar aviso a la Policía de Messina sobre el asesinato y luego de esto intentó suicidarse cortándose las venas, sin embargo, las autoridades lograron llegar a tiempo para socorrerlo y le salvaron la vida.
Según el reporte de los policías que llegaron al lugar, las palabras de Antonio al comunicarse con ellos fueron: "la maté porque me prendió el coronavirus".
Lo dicho por Antonio De Pace fue desmentido tras una prueba hecha a los dos, en donde el resultado fue negativo para ambos, es decir, ninguno era portador de COVID-19.
El cuerpo de Lorena fue enviado a Favara, su pueblo natal, en donde los habitantes salieron a sus ventanas y balcones con sábanas blancas, en las que escribieron mensajes de despedida a esta mujer que combatía la crisis sanitaria que atraviesa el país.
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Días antes en su cuenta de Facebook, Lorena había escrito: "Ahora más que nunca necesitamos demostrar responsabilidad y amor por la vida. Deben mostrar respeto por ustedes mismos, sus familias y el país”, escribió la joven. “Deben pensar y recordar a aquellos que dedican sus vidas diariamente a cuidar a nuestros enfermos".
Por su parte, el confeso asesino de 28 años enfrentará cargos por feminicidio y se espera que la justicia italiana dictamine pronto su condena.
