El precio del dólar cerró este viernes en 2.805,12 pesos, una considerada muy leve recuperación tras haber caído el jueves por debajo de los $2.800, la más baja de la divisa desde 2015; fenómeno que fue objeto de preocupación para muchos, pero al mismo tiempo motivo de alegría para otros.
Para los exportadores por ejemplo, la baja de la moneda estadounidense representa preocupación para este sector principalmente porque sus ingresos, derivados de sus ventas en el exterior, son en dólares, y esto supone la disminución de estos en pesos. Especialistas consideran que este fenómeno también impactaría en la competitividad de este grupo por los eventuales incrementos en sus costos de producción.
De otra parte, los que se benefician con la baja del dólar son los importadores, que requieren invertir menos pesos en la adquisición de la moneda estadounidense para la compra de productos en el exterior. Situación que también tendría impacto directo en el precio que los consumidores pagan por los productos norteamericanos en el mercado nacional.
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Este último efecto también aplica para aquellos ciudadanos en Colombia que tienen previsto un viaje al exterior porque les favorece el cambio de la divisa. Expertos señalan la importancia de este momento para planear una salida turística internacional. Pero todo lo contrario sucede con el turismo extranjero en el país, que recibe menos pesos por cada dólar que cambia.
Para Fedesarrollo, la expectativa, según su más reciente encuesta de opinión financiera, sugiere que el dólar se ubicará en los próximos tres meses entre $2.870 y $2.980 lo que estima en este momento una oportunidad para la compra de la divisa estadounidense como forma de ahorro en el evento de la subida de la moneda.
El actual precio del dólar es producto del incremento en los precios del petróleo, que en los últimos tres años no llagaba a un valor como el alcanzado al cierre de esta semana: Barril WTI en US$66,24.
