Mauricio Cárdenas, El ministro de Hacienda, entrega un parte de victoria y tranquilidad –triunfante, alborozado- en medio de las dificultades de hoy, el paro agrario y la crisis generalizada de los agricultores y la industria:
“No hay que quejarse. Estamos mucho mejor que hace 10 ó 20 años. Hay más inversión, más empleo, más ingresos fiscales, la economía colombiana es muchísimo mejor. Que no le quepa ninguna duda a nadie”. Y algo más alentador: “A quienes no les haya ido bien los apoyamos, los ayudamos y les damos un refuerzo”.
Cárdenas considera errado cuestionar todos los cimientos sobre los que está construida la economía. “Hay quienes dicen que hay que volver a un modelo estatista, donde el Estado no sólo cierra las fronteras sino que regula todos los precios. Eso para todos los colombianos sería retroceder”.
El responsable de la economía dice que “hoy Colombia es un país ejemplar en el mundo, con un buen ritmo de crecimiento, un buen nivel de inversión, una generación de empleo ejemplar. La economía marcha bien, tenemos buenas políticas…”.
“La integración económica de Colombia con el mundo, la responsabilidad fiscal, el bajo nivel de la inflación, son pilares fundamentales que hoy son grandes activos. No podemos entrar, por tener problemas puntuales, historiales específicos, adoptar una política de tierra arrasada y decir que tenemos que replantear absolutamente todo el modelo económico. No. El modelo económico de Colombia está funcionando bien. Eso lo puede sostener cualquier analista imparcial. No quiere decir que no haya problemas, que no haya sectores puntuales y específicos que requieren atención. Que de pronto están en una dificultad. Pero en ningún modo está comprometida la integralidad del modelo económico”.
Si usted no está convencido de tanta bondad, el Ministro complementa:
“No podemos entrar en pánico y volver al modelo estatista, proteccionista, intervencionista, regulador de precios en toda la economía, sobre la supuesta expectativa de que eso nos va a llevar a un mejor estado de las cosas. Todo lo contrario, esto nos haría retroceder. Este es mi mensaje a todos los colombianos: seguimos por el camino por el que vamos, con ajustes, para atender a quienes están rezagados y necesiten alguna ayuda”.
Sobre la chequera, al parecer ilimitada, que ha mostrado el gobierno para tranquilizar a todos los sectores inconformes y en paro, el Ministro explica:
“Nosotros podemos atender necesidades, pero siempre sobre la base de que hay un límite. Si las inversiones exceden nuestras capacidades actuales, el país debería plantearse un debate sobre si se adoptan impuestos adicionales para atender esas necesidades. La restricción final es el déficit. No podemos tener un déficit mayor a 2.4 % del PIB este año o 2.3 % del año entrante. Ese tope está establecido en la ley. Podemos acomodar los gastos que necesitamos dentro de ese tope. Si hay necesidad de más gastos, habrá que buscar más ingresos”.
Y para redondear el panorama tan exultante, el ministro Cárdenas exalta los beneficios recibidos por el país con los TLC:
“Los tratados de libre comercio nos han traído grandes noticias. Somos una potencia petrolera; hemos aumentado la producción minera; es grande la inversión extranjera en distintos sectores; hemos generado empleo. Todo ha sido posible a que abrimos nuestra economía. Si estuviéramos cerrados o tuviéramos unas murallas alrededor de nuestras fronteras, el país no tendría muchísimas de las ventajas y de las oportunidades económicas que tiene. Los Tratados de Libre Comercio han sido parte de esa estrategia de inserción”.
Como el Pibe Valderrama, el Ministro de Hacienda dice que “todo bien”. Ha mejorado la construcción, crecido el sector minero energético y también el de servicios. El caso excepcional es la agricultura y la industria, pero en camino de recuperación.
Sobre la chequera, al parecer ilimitada, que ha mostrado el gobierno para tranquilizar a todos los sectores inconformes y en paro, el Ministro explica:
“Nosotros podemos atender necesidades, pero siempre sobre la base de que hay un límite. Si las inversiones exceden nuestras capacidades actuales, el país debería plantearse un debate sobre si se adoptan impuestos adicionales para atender esas necesidades. La restricción final es el déficit. No podemos tener un déficit mayor a 2.4 % del PIB este año o 2.3 % del año entrante. Ese tope está establecido en la ley. Podemos acomodar los gastos que necesitamos dentro de ese tope. Si hay necesidad de más gastos, habrá que buscar más ingresos”.
Y para redondear el panorama tan exultante, el ministro Cárdenas exalta los beneficios recibidos por el país con los TLC:
“Los tratados de libre comercio nos han traído grandes noticias. Somos una potencia petrolera; hemos aumentado la producción minera; es grande la inversión extranjera en distintos sectores; hemos generado empleo. Todo ha sido posible a que abrimos nuestra economía. Si estuviéramos cerrados o tuviéramos unas murallas alrededor de nuestras fronteras, el país no tendría muchísimas de las ventajas y de las oportunidades económicas que tiene. Los Tratados de Libre Comercio han sido parte de esa estrategia de inserción”.
Como el Pibe Valderrama, el Ministro de Hacienda dice que “todo bien”. Ha mejorado la construcción, crecido el sector minero energético y también el de servicios. El caso excepcional es la agricultura y la industria, pero en camino de recuperación.
