Desde limpiar pisos, vender hamburguesas, ser mensajeros y vender periódicos en las calles. Diferentes personajes colombianos contaron cuál fue ese primer trabajo que desarrollaron. El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, Lokillo, Vladdo o Belky Arizala son tan solo algunos de los personajes.
Enrique Peñalosa
El actual alcalde de la capital que en 2014 fue candidato a la presidencia de Colombia recuerda que tuvo su primer empleo a los 15 años. "Mi familia viajó a Washington porque mi padre comenzó a trabajar en el Banco Interamericano de Desarrollo y comencé a trabajar en un restaurante que hacía hamburguesas", dijo al empleo.com. [single-related post_id="1035541"] Recuerda que limpiaba pisos, mesas, baños y tenía que saltar encima de una caja de basura para que esta se compactara mejor. Pero esto no es todo, aseguró que durante esos años en Estados Unidos y en Francia también trabajó como obrero raso en construcción. "Esa fue una experiencia que me hizo respetar profundamente a todos los ciudadanos independientemente su condición y ser una persona obsesionada con el tema de la igualdad y el respeto para todos", comentó.Vladdo
El caricaturista, periodista y dibujante crítico colombiano recuerda que su primer empleo fue como repartidor de periódicos en Armenia cuando apenas era solo un niño. "Allá llegaba el periódico de Bogotá, recogía un paquete que no recuerdo cuánto costaba y por cada unidad me daban una parte 10 o 20 centavos", explicó. Dejó su oficio hasta que un hombre le pidió el cambio de un billete de 50, Vladdi le dio las vueltas y el señor nunca le dio el billete, "hasta ahí llegó mi carrera", comentó. En ese tiempo Vladimr Flórez trabajaba por gusto, nadie lo obligaba y nadie le pedía dinero de lo que se ganaba."Nunca me imaginé que hubiera una profesión que se llamara periodismo y que iba a trabajar en los medios", Vladdo.
'Lokillo'
Yedinson Florez, más conocido cómo ‘Lokillo’ recuerda que comenzó cargando mercados en el barrio Robledo de Medellín. "No siempre me gané la vida 'mamando gallo', así de fácil", dijo. Con lo que ahorró, luego compró una caja en la que vendía dulces, cigarrillos y mentas."A veces me exponía a las balaceras de las bandas en las comunas, me escondía con mi cajita y esperaba que pasara todo, luego empezaba otra vez", Lokillo.Después entró a un semillero en el que enseñaban la trova y descubrió que ese era el oficio al que se quería dedicar, "todo lo que he hecho lo he disfrutado, desde vender helados, dulces, boletas, etc", finalizó.