Colombia es un país lleno de recursos naturales. Sin embargo, los agricutores presentan diferentes problemáticas relacionadas al acceso a la energía eléctrica y al uso responsable del agua. Cultivar en regiones desérticas, y mantener frescos los alimentos cultivados en regiones apartadas es posible gracias a los nuevos avances de la tecnología.
En diálogo con KienyKe.com, James P. Buchanan, director ejecutivo del Centro de Diálogo Edward B. Brueggeman, habló sobre los avances desarrollados por la organización sin ánimo de lucro Omid USA y SolerCool, una compañía estadounidense que llega para trabajar por el bien del agro colombiano.
“¿Si puedes hacer una cosa que cambiaría la calidad de vida de las personas en el mundo? La respuesta es agua fresca. Para tomar, cocinar y agricultura. Esto cambia tu vida económica y tu salud”, comentó Buchanan.
Para ello se empezarán a implementar dos tecnologías: la primera es un novedoso sistema de riego de bajo precio con el que se busca llevar agua pura a zonas en las que la infraestructura no lo permitía antes. Entre 70% y 75% del agua en el mundo es usado en agricultura, dejando poca agua para el consumo. Con sistemas de riego como éste, habrá más líquido destinado a otros fines.
Así lo afirmó Buchanan: “Si podemos mostrarle a los campesinos como hacer un uso eficiente del agua, hay más agua para cocinar, consumir, y usar en sus quehaceres, mejorando su calidad de vida”.
La otra es un sistema de refrigeración que funciona con paneles solares, sin necesidad de estar conectada a la red eléctrica disponible en el país. Se estima que en Colombia entre el 50% y 70% de lo que se cultiva se daña antes de que llegue a los mercados. De esta forma se garantiza que los productos del campo se mantengan frescos por más tiempo.
“Colombia y sus campesinos necesitan agua y también energía. El Gobierno no puede garantizar por completo estas dos cosas, por lo que nosotros creamos un sistema que usa la energía del sol y puede llevar ese agua. El punto es que queremos que haya más eficiencia y autosuficiencia en los territorios para que tengan control de sus vidas y sus oportunidades tecnológicas”, apuntó el empresario.
Colombia un país con una gran capacidad agrícola. Sin embargo, esta se ve truncada muchas veces por temas de infraestructura, falta de red eléctrica y de acueducto. Por ello los campesinos necesitan una forma más eficiente y con mayores oportunidades para hacer sus labores.
“No debemos enseñarles a ser campesinos, queremos es darle una herramienta para que hagan lo que saben hacer pero de mejor forma. Queremos hacer esto en un proyecto que involucre dineros de organizaciones no gubernamentales, del gobierno y la inversión de los campesinos", anotó el directivo.
"No se trata de caridad sino de un modelo de negocio que les permita hacer parte de una nueva forma de hacer su negocio de ser campesinos" James P. BuchananEsta tecnología se ha desarrollado a lo largo de los últimos 5 años por medio de un proceso de prueba y error. Ya fue probada en países como Kenia, India e Irán, logrando grandes resultados. Ahora se busca traerla al país. “Queremos ponerla en el Sena, en el Cesar, porque en los centros educativos los estudiantes pueden aprender de esta tecnología y replicarla por el país. Estamos entrenando una nueva generación en agua y energía”, aseguró Buchanan. Con estas alianzas, en poco tiempo se espera que estos artefactos, construidos de manera artesanal, a bajo costo, sean usados en conjunto por primera vez en el mundo, beneficiando a millones de campesinos colombianos en sus proyectos productivos. Si el proyecto funciona de manera exitosa, será replicado en otras partes del mundo, trayendo un gran beneficio en regiones de bajos recursos.