La llegada de Jorge Polilla Da Silva a Cali sucedió el mismo día a la del Papa Francisco a Bogotá. El Sumo Pontífice llegó a la capital del país con miles de personas que esperaban verlo así sea por cuestión de segundos. En la capital del Valle mientras tanto ocurrió una recepción, menos apoteósica pero sí ilusionante, al entrenador urguayo por parte de decenas de hinchas del equipo 'escarlata'. Dos episosodios en Colombia que tuvieron algo en común: la fe.
El Santo Padre se desplazó por la Calle 26 de Bogotá en el Papamóvil, "Pollila" lo hizo en el auto del presidente del América, Tulio Gómez.
"Que le levante el ánimo a nuestro equipo y lo encamine por la senda del triunfo porque a nuestros hinchas y directivos ya les levantó el ánimo. Nuestra hinchada siente que con la llegada del uruguayo el fantasma del descenso se diluye", afirmó a KienyKe.com, Tulio Gómez.
¿Cómo trabajar bajo presión?
"El hecho de que llegue un ídolo es un aliciente para la hinchada, les hace renacer la fe de que conservar la categoría A", señaló el presidente 'escarlata'.
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"Polilla", por su parte, llegó con una sonrisa a Cali, la ciudad que por cinco años lo acogió como hijo propio cuando fue goleador de los 'diablos rojos'.
El estratega saludó a los hinchas y, como un fanático más, dijo: "Vamos a pelear y salir de esta situación. Tenemos que buscar cosas".
Da Silva y Gómez salieron juntos del aeropuerto. En el auto charlaron mientras entrelazaban sus manos. Sin darse cuenta, dijeron al mismo tiempo: "América no va regresar a la B".
Al equipo rojo le quedan nueve partidos de Liga Águila para salvar la categoría y lograr clasificar a los 'playoffs'.
El uruguayo ama al equipo 'escarlata' y la junta directiva firmó su contrato hasta diciembre de 2018 con unas bonificaciones por logros cumplidos:
-Conservar la categoría
-Entrar a los ocho
-Clasificar a torneos internacionales
El primer partido de Da Silva al mando del timón rojo ya tiene horario: el 17 de septiembre en el Estadio Pascual Guerero ante el Atlético Huila, a partir de las 5:30 de la tarde.
"Polilla" fue un depredador del área y la caldera del Pascual metía miedo a los rivales que se sentían en el mismísimo infierno cada vez que pisaban el césped de la cancha. Ahora como entrenador espera ver ese mismo escenario en los partidos que quedan de liga.
"Necesitamos que la hinchada nos apoye en el estadio para salir adelante. Salir de está es algo que debemos hacer todos con un pequeño grano de arena". Tulio Gómez y Polilla Da Silva.