Hoy hace un año el mundo se paralizó con la noticia de la lesión de Radamel Falcao García. 'El Tigre' recibió una falta en un partido de la Copa de Francia ante el Chasselay, de la Tercera división. El árbitro no la dio como infracción.
Sonek Ertek, un jugador que hasta ese momento era prácticamente desconocido, se volvió famoso por ser el hombre que golpeó en la rodilla izquierda al delantero colombiano, según él, “sin ninguna intensión de lastimarlo o lesionarlo. Fue una jugada normal y como el fútbol es un deporte de contacto, no lo hice de mala forma”.
La consecuencia de este golpe fue la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, una lesión que tomó por sorpresa a todos, incluido al jugador que seis meses atrás había llegado al equipo del principado por una cifra récord de 65 millones de euros y que se preparaba para afrontar su primer mundial de fútbol con la selección.
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El sueño desde que era niño, parecía esfumarse con esa lesión que según entendidos requería una recuperación mínima de 6-8 meses, cuando apenas restaban 5 meses para el inicio del Mundial.
Al confirmarse la gravedad de la lesión, Falcao viajó a Porto tres días después para ser operado por el médico portugués José Carlos Noronha, un experto en ese tipo de intervenciones y que había operado a jugadores de la talla de Pepe, Arjen Robben, Ashley Cole, Lucho González o Ricardo Carvalho.
El delantero atendió cada mensaje que recibió por las redes sociales e incluso agradeció a todos su seguidores por los mensajes de apoyo:
De ahí en adelante todo ocurrió contrarreloj. Falco buscó llegar en óptimas condiciones al Mundial de Brasil 2014 y aunque siguió atentamente las indicaciones de médicos y fisioterapeutas, todo fue un misterio en torno a su lesión. Terapias y sesiones marcaron los días posteriores del ‘Tigre’, que decidió viajar a Madrid para llevar a cabo su recuperación.
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En abril, cuando se acercaba la fecha para dar los convocados al Mundial y todas las esperanzas estaban puestas en Falcao García como referente de gol, el médico Noronha le realizó un chequeo que abrió un luz -pequeña- para que el delantero se recuperara y jugara este campeonato.
A finales de mayo se anunció el grupo de 30 jugadores que disputarían el Mundial de fútbol luego de 16 años, entre los cuales estaba el ‘Tigre’, lista que devolvió la ilusión y la sonrisa a todo el país que veía la posibilidad de que estuviera en el grupo de 23 que finalmente disputaría este torneo.
El 2 de junio, una semana antes de comenzar el Mundial y en medio de la concentración de la Selección en Buenos Aires, Argentina, Néstor Pekerman anunció al mundo que Luis Amaranto Perea, Luis Muriel y finalmente Radamel Falcao García no harían parte de la lista final que viajaría a Brasil a jugar. El jugador en medio de lágrimas indicó que a pesar de su deseo de jugar este torneo, su rodilla aún no estaba lista y otro jugador en optimas condiciones merecía su puesto.
En ese momento, el castillo que se había armado en torno al jugador se derrumbó y el delantero abandonó la concentración para ver en la distancia a sus compañeros disputar el torneo más importante del mundo en cuanto a selecciones de fútbol.
Mientras se jugaba el Mundial, Falcao decidió tomar vacaciones con su mujer en Miami y continuar con su recuperación para volver a las canchas.
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Ya en agosto, el jugador regresó a Mónaco para sumarse a los trabajos de pretemporada y disputar tres partidos de preparación antes de iniciar la Liga francesa. A pesar de rumorarse que en el mercado de verano podía fichar por el Real Madrid o la Juventus, nada de esto se concretó y finalmente el primero de septiembre fue presentado por el Manchester United, equipo al que fue cedido por una temporada por un valor de 10 millones de euros, con la posibilidad de ser vendido por 55 millones de euros, si el club lo deseara.
La esperanza de regresar a su senda goleadora en Manchester al parecer no ha sido tan satisfactoria como él lo esperaba, ya que su no tan buena relación con el entrenador holandés Louis van Gaal ha opacado sus actuaciones con los ‘Diablos rojos’. A pesar de esto, en los pocos partidos que ha jugado, ha marcado tres goles y ha puesto para sus compañeros tres asistencias de gol, con lo que se ha ganado un espacio entre el cariño de los aficionados a este club.
Así pues, en este año que ha pasado por calendario, el jugador ha disputado 22 partidos. Jugó cinco con el Mónaco, 14 con el Manchester, y 3 más con la Selección Colombia. En cuanto a los goles que ha marcado, suma 7 goles, tres con el Mónaco, tres con el Manchester United y uno con la Selección.
