
Aunque en la actualidad se cuestione el éxito y la sustentabilidad de leer libros en físico, la estrategia ‘Leer es mi cuento’ del Gobierno Nacional que está dentro del Plan Nacional de Lectura y Escritura recoge sus primeros frutos.
El principal objetivo del plan, es buscar que los colombianos integren la lectura y escritura a su vida cotidiana para garantizarles a los ciudadanos el acceso a las artes, la información y el conocimiento y que puedan enfrentarse de manera adecuada a las exigencias de la sociedad actual.
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Los resultados publicados por El Ministerio de Cultura y Fundalectura revelaron que por cada peso invertido, se producen 4,8 pesos de beneficios monetarios para la sociedad colombiana.
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La inversión en libros para la primera infancia que hizo MinCultura entre el 2010 y el 2104 fue de más de 3 mil millones de pesos invertidos en dotación, infraestructura, recurso humano y servicio.
De este proyecto, se beneficiaron 1.404 bibliotecas públicas, 1.300 centros de atención integral y 53.000 hogares del ICBF.
104 bibliotecas se construyeron en zonas apartadas y afectadas por la violencia.
Fortaleciendo la red de bibliotecas públicas, estas fueron dotadas con 100 a 500 libros para la primera infancia.
El 84.6% de las bibliotecas del plan habilitaron un espacio dedicado a los menores de seis años y el 67% de los bibliotecarios se comprometió a asignar mayores recursos a niños menores de seis años.
Impactos esperados
El estudio presentado por el investigador Sergio Guarín, reveló que el porcentaje de padres que usa la violencia para reprender a sus hijos disminuyó en un 14.6% dentro del grupo de los nuevos usuarios de las bibliotecas públicas.
Sin embargo, el investigador aseguró que no hubo mayor impacto en los indicadores de desarrollo infantil, puesto que cerca de las 50 variables que se evaluaron, solo se tuvieron de ocho a diez resultados destacables.
Los niños no son los únicos beneficiados con el plan. El estudio reveló que los padres, los cuidadores de los niños y los bibliotecarios influyen drásticamente en el éxito de 'Leer es mi cuento'.
El número de horas semanales que los padres o cuidadores leen libros infantiles a sus hijos aumentó en un 26.4%. Así mismo se determinó que el 93.9% de los bibliotecarios organizaron y realizaron programas de lectura para la primera infancia incentivados por el plan.
El estudio determinó que el plan necesita un ajuste de diseño y profundización con el que se refuerce el acompañamiento y retroalimentación a los niños.
Además del mejoramiento a las condiciones de acceso de las bibliotecas en cuanto a horarios, ya que el 20% de estas no abre los sábados, el 90% no abre los domingos y durante la semana las mayoría de bibliotecas cuenta con un horario de 8:00 am a 5:00 pm, lo cual no se ajusta a los horarios de los niños.
Los investigadores recomiendan potenciar la lectura como herramienta de ambiente familiar que ratificará la importancia de la lectura como potencial transformador del modo como interactúan los niños y padres como prevención de la violencia y maltrato intrafamiliar.


