Cada día se reciben noticias desalentadoras sobre el medio ambiente. Que se le ha hecho un daño irreversible al mundo ya no es un secreto. Lo último que se supo es que cerca del 60% de los primates del planeta están en peligro de extinción. Más de la mitad de las 504 especies conocidas. Una cifra escandalosa.
La caza, el comercio ilegal, la tala de los bosques tropicales, la construcción de carreteras y la minería serían algunas de las principales causas. Así lo concluyó un estudio de realizado por 31 investigadores de distintas universidades del mundo, y que se publicó en la revista Science Advaces.
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De acuerdo con ABC “se trata de la investigación más completa realizada hasta ahora sobre la importancia económica, social, cultural, ecológica y científica de los primates y las amenazas a las que se enfrentan. Para ello, combinaron datos de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) con otros de Naciones Unidas, lo que les permitió establecer pronósticos y tendencias de poblaciones de simios, monos, tarsios, lémures y loris en los próximos 50 años”.
“Lo inquietante es que cerca del 60% de las especies de primates están amenazadas de desaparición y que 75% ven cómo su población se reduce. "Estamos en un momento crítico para un gran número de estas criaturas”, dijo Christian Ross, del centro de primates de Alemania, coautor del estudio.Por otro lado, Paul Garber, profesor de la Universidad de Illinois informó que “varias especies de lémures, monos y simios, como el lémur de cola anillada, el colobo rojo de Udzungwa, el mono de nariz chata de Yunnan, el langur de cabeza blanca y el gorila de Grauer, se reducen a una población de unos pocos miles de individuos. En el caso del gibón de Hainan, una especie de mono en China, quedan menos de 30 animales”. De acuerdo con el estudio, la responsabilidad “total y absoluta” es de los seres humanos. La tala de los bosques, la construcción de vías, el comercio de especies endémicas de manera “destructiva e insostenible” ha logrado, como con otras, muchas especies, que los primates, loa parientes animales más cercanos al ser humano, como nunca en la historia, estén cerca de desaparecer. Que algo así llegase a pasar significaría un desequilibrio sin precedentes en los distintos ecosistemas lo que, a la vez, como un efecto domino, generaría consecuencias ambientales, económicas y sociales muy graves. [single-related post_id="654004"] “Estos primates se aferran a la vida en los bosques de países como China, Madagascar, Indonesia, Tanzania y la República Democrática del Congo. Tristemente, en los próximos 25 años, muchas de estas especies de primates desaparecerán a menos que hagamos de la conservación una prioridad global. Esto, por sí mismo, sería una pérdida trágica. Considerar los cientos de otras especies que se enfrentan un destino similar en todo el mundo da una idea de lo que realmente está en juego”, dijo Garber. La República del Congo, Indonesia, China, Brasil, indonesia y Madagascar son las principales zonas del mundo en las que viven los primates en peligro. Sin embargo, las condiciones económicas y sociales de esas regiones, donde abunda la pobreza, la falta de educación, el desarraigo, hacen que sea “realmente muy difícil evitar que continúen las prácticas que están acabando con esos animales”. Se plantea como solución, de acuerdo a los expertos, abordar la pobreza local y facilitar el crecimiento demográfico es un componente necesario de la conservación de los primates. Construir economías basadas en la preservación de los bosques y sus habitantes primates y ampliar las oportunidades educativas para las mujeres supondría abordar algunas de las mayores amenazas a estos animales.
“Las prácticas agrícolas están interrumpiendo y destruyendo el hábitat vital para el 76% de todas las especies de primates en el planeta. En particular, la producción de aceite de palma, la producción de soja y caucho, la tala y la ganadería están destruyendo millones de hectáreas de bosque”, explica el experto.El estudio invita a que se hace necesario un serio y firme compromiso por parte de los gobiernos y las personas, académicos, ambientalistas, empresarios, ciudadanos para que se haga cuánto sea posible para salvar a los animales. “«La conservación es una necesidad ecológica, cultural y social. Cuando nuestros parientes más cercanos, los primates no humanos, se extingan, esto enviará una señal de advertencia de que las condiciones de vida de los humanos pronto se deteriorarán dramáticamente”, concluye el estudio. De acuerdo con Garber “tenemos una última oportunidad para reducir en gran medida o incluso eliminar las amenazas humanas a los primates y sus hábitats, para guiar los esfuerzos de conservación y para aumentar la conciencia mundial de su situación. Los primates son críticamente importantes para la humanidad, después de todo, son nuestros parientes biológicos vivos más cercanos”.