Cada día a las seis de la mañana Aristóbulo Cala se despierta y lo primero que piensa es en mejorar sus tiempos y resistencia en la bicicleta.
Sabe que entrenar significa sacrificar tiempo con su familia e hijo, pero también es la motivación para llegar lejos y no dejar su objetivo: competir en la carrera más famosa del mundo. El deportista en diálogo con Kienyke.com comentó el amor y la pasión que hay detrás del 'caballo de hierro'.
Desde los 18 años tuvo su primera competencia en la categoría sub 23. Se montó en su cicla, que luego sería su mejor amiga, para las batallas que tendrían en el país y en otros continentes.
Las horas de entrenamiento son pesadas y la meta puede ser llegar a cualquier alto de montaña o hacer un sprint en el menor tiempo posible.
Este trabajo y dedicación lo cumple en las carreteras del país. La convicción es la misma y es seguir triunfando en las próximas competencias en los años que le restan en el ciclismo.
Dejó su natal Santander para emprender nuevos retos, y seguir el camino de ser ciclista en el segundo país potencia en esta disciplina.
“Yo siempre y desde que salí de mi tierra, me fui con la mentalidad de ganar una carrera importante en mi país”. Objetivo cumplido, es el actual campeón de la Vuelta a Colombia.La bicicleta llegó a quedarse en su vida de manera repentina, y hasta asegura que ni sabe cómo empezó esa pasión. Aveces no se preocupa por ganar o no. Estar corriendo por las carreteras del país ya lo hace feliz. [single-related post_id="812880"] Si bien es consciente que el dolor y el sufrimiento de las caídas, lesiones y días malos, hacen parte del itinerario del corredor, también es realista sobre la recompensa del trabajo individual y colectivo. La Vuelta a Colombia es el mejor testimonio de su esfuerzo y confianza. En Bicicletas Strongman, su actual equipo, era un competidor más con el objetivo de ayudar a sus capos. Pero desde la segunda etapa de la válida los papeles se intercambiaron, y todo el equipo lo ayudo a él. Desde que supo cuál sería el recorrido de la competencia le dijo a su entrenador que quería ganar sí o sí en Barichara. Además de ser su tierra, conocía muy bien las condiciones para quedar en el podio en esa etapa. “El equipo me ayudó durante toda la vuelta, se lo agradezco estuvieron al 100% conmigo. No fue fácil mantener la camiseta por nueve días y la presión de dos segundos de diferencia”. Se conoce que el ciclismo no se juega, sino que se vive en cada pedalazo y respiración. Lo hace acreedor de una de las frases más famosas pero más acertada por sus protagonistas: "Es el deporte más lindo del mundo". Como toda buena disicplina la exigencia aumenta año tras año, y este no será la excepción para Aristóbulo que sin afanes define su calendario. Con su pedalazo firme y seguro participará en el Campeonato Nacional de Ruta y Colombia Oro y Paz 2.1. Esta última llena de expectativa y buen augurio para el país como anfitrión. [single-related post_id="805796"] Aunque tiene una lesión y su entrenamiento está por debajo de lo esperado, tiene el deseo y la convicción de dar lo mejor de sí y estar entre los mejores,
“No será fácil porque estarán los mejores ciclistas del país. Tengo muchas ganas de correrla. Le hacía falta a Colombia”.Lo único a que teme es a una lesión que lo aleje de su bicicleta y la frustración de no montar a diario varios kilómetros. Pero los miedos los deja cuando recorre los primeros metros y se enfoca en no dar ventaja y demostrar su talento, que asegura lleva en las venas. Febrero será un mes muy activo para los pedalistas nacionales y tendrán además, de la primera edición de la 2.1, la gran vitrina para varios entrenadores de equipo procontinentales y World Tour. “Quiero estar en un equipo de élite internacional. Los entrenadores van a ver nuestro potencial. Haré una carrera buena”, dice más como propósito y objetivo personal de seguir luchando para llegar a un equipo de mayor nivel. El profesionalismo y la dedicación son factores determinantes para cualquier deportista sin importar su disciplina. Aunque unos recaen en ayudas externas, Cala no juzga esas acciones, sino que sigue alimentando su amor por el ciclismo y pasión que nace del corazón y se refleja en cada pedalazo y ataque en alta montaña. El dopaje en el ciclismo se está volviendo pan de cada día y genera dudas sobre la realidad de la preparación de los deportistas. Cala se aleja mucho de esta opinión y prefiere enfocarse en su trabajo y confiar en las personas correctas. “No deja una buena imagen para nosotros, queda en la consciencia de cada corredor. Las personas que lo hicieron deben estar muy arrepentidas, ya hicieron sus aclaraciones y fueron mal asesoradas en personas que no debieron confiar”, manifestó Cala con preocupación. Sin embargo, el consumo de sustancias prohibidas no solo es un arma de doble filo, sino también los excesos y la traición de trasnochar y no ser riguroso con los hábitos para ser la pareja perfecta con la bicicleta.
“Lo que hace a escondidas de la bicicleta, la misma bicicleta se las cobra...hay que ser muy disciplinado y amor por el ciclismo”La jornada para el ciclista termina a las 9 de la noche y con las reflexiones del día trabajado, se duerme pensando en las metas para la siguiente mañana. Su ilusión sigue latente y no se da por vencido, porque Aristóbulo Cala no tiene rival en ninguna competencia. Solo la expectativa de hacer su mejor presentación e ir escalando posiciones hasta ser el número uno.