En un año normal, un viernes como hoy sería una serie de fiestas en todo Brasil.
Las calles estarían repletas de personas que celebrarían el festivo más largo del calendario local. Los bloques carnavalescos animarían ciudades como Salvador (Bahia), Rio de Janeiro, São Paulo, Recife, Olinda (Pernambuco) y muchas más.
El Carnaval Brasileño es uno de los eventos más conocidos del mundo, pero en 2021, en medio de un aumento de infecciones por covid-19 en la nación con 213 millones de habitantes, las festividades se cancelaron en todo el país.
El impacto financiero de esa decisión ya se siente y podría exceder los 8 mil millones de reales (es decir, 1.5 mil millones de dólares). La Confederación Nacional de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC) hace ese estimado de pérdidas en la economía nacional teniendo en cuenta las cifras obtenidas en 2020.
La CNC es la entidad que congrega uno de los principales sectores de la economía brasileña, que aporta un cuarto del PIB del país y genera cerca de 25.5 millones de empleos directos y formales en más de 5 millones de empresas. “La cancelación tiene un impacto muy negativo en una industria que, de lejos, ha sufrido mucho por cuenta de la pandemia”, afirma el economista Fabio Bentes sobre el sector de servicios.
Él dice que solo el estado de Rio representa un tercio de la cantidad que circulaba durante el carnaval, seguido de las capitales nororientales, que dependen mucho del evento para seguir generando ingresos. “Los ingresos del carnaval representan un 30% de todos los ingresos del sector turístico durante el mes en el que cae ese festivo”, que puede variar entre febrero y marzo, porque es una fecha que rota cada año en el calendario.
Bento divisa un pequeño alivio para el sector. “Como varias ciudades han declarado que esta será una celebración opcional, algunos establecimientos de turismo podrán reducir el impacto con este festivo largo”, dice.
El carnaval dura hasta el próximo miércoles y no hay una regla nacional que indique si los cinco días de vacaciones deben ser observados como festivo o como día hábil. Varias ciudades han impuesto sus propias reglas. “Quien viaje dentro del territorio nacional, por ejemplo, ayudará a sostener el turismo, pero pagará cifras irrisorias”.
La cancelación total de las fiestas callejeras fue adoptada por varios estados y municipalidades, como Salvador y Rio, como medidas para contener el brote del coronavirus.
En Rio, el alcalde Eduardo Paes prohibió los desfiles y los bloques carnavalescos entre hoy y el 22 de febrero, so pena de cometer un crimen contra la salud pública. Además, 20 de los 27 estados han cancelado la festividad y tendrán horarios de día hábil.
La CNC estima que cerca de 25 mil trabajos temporales relacionados con el carnaval no serán ofrecidos en los primeros meses de 2021. El carnaval suele movilizar una extensa cadena de proveedores de diferentes industrias, negocios y servicios.
El turismo y la industria hotelera están entre los sectores que más sienten ese impacto. Solo el año pasado, el sector del turismo perdió 437.900 empleos, lo que implicó una reducción del 12.5% de la fuerza laboral comparada con cifras de 2019. 65.400 de esos puestos pertenecían al negocio del hospedaje.
Alexandre Sampaio, presidente de la Federación Brasileña de Hospedaje y Alimentos (FBHA), dijo que “mientras la vacuna no esté disponible para la población a gran escala, la tendencia será que las festividades grandes serán canceladas, lo cual impactará toda la cadena de productividad del sector”.
Bento, de la CNC, está de acuerdo. “El sector de los servicios está a la espera del programa de vacunación. Todavía hay una gran preocupación en todo el sector del turismo con lo que respecta a 2022”, confesó.
“Sin vacunas suficientes o si el programa avanza demasiado lento, el carnaval de 2022 también estará en riesgo”, asegura. “Con tan pocas personas vacunadas, la circulación de la gente se reducirá y eso también afectará las ganancias”.
Esta noche, la prefectura de Rio, el destino principal de los turistas durante el carnaval, inaugurará una iluminación especial en honor a las víctimas de la covid-19 en el Sambódromo, donde los desfiles de samba tienen lugar en un año normal.
Hasta el sábado, este lugar permanecerá iluminado cada noche hasta medianoche. Por supuesto, esto no se compara con la alegría y las postales coloridas que el Carnaval de Río produce cada año. Pero definitivamente es un recordatorio de los días delicados que todos vivimos ahora.
Brasil, el segundo país con más fallecidos por covid-19 en el mundo, ya cuenta 236.400 muertes y más de 9.7 millones de casos confirmados.
Los expertos ven que la crisis sanitaria ha empeorado: los casos y las muertes se han acelerado desde el comienzo del año. Menos de 22 vacunas han sido administradas por cada mil habitantes, lo cual indica lentitud en un proceso de inmunización que ya ha sido fuertemente criticado.
Por: Gabriel Toueg / Anadolu / Traducción al español por Kienyke.com
