El narcotráfico se tomó el 95 por ciento de la ciudad, pero a la hora de lavarse las manos, la sociedad caleña castigó a dos grandes personajes: al músico Jairo Varela y al periodista deportivo Mario Alfonso Escobar, más conocido como MAO. El primero está muerto, el segundo goza de la más grande simpatía y sintonía radial.
El dictamen sobre esa época dolorosa para el país lo entrega hoy el periodista Umberto (sin h) Valverde, formidable escritor, crítico de cine, estudioso de la música, quien acaba de publicar un libro sobre Varela, “Que todo el mundo te cante”.
Varela fue músico, cantante, director y compositor, fundador y primer vocalista del grupo Niche, con éxitos como Una aventura, Gotas de lluvia, Cali Pachanguero, Busca por dentro, Anamilé y La magia de tus besos, entre otros. Fue detenido por lavado de activos y enriquecimiento ilícito. Ya en libertad comenzó su declive profesional y físico. Murió por un infarto.
¿No fue claro, entonces, que Varela recibió dineros de los Rodriguez Orejuela?
Lo que pasó con Jairo fue algo ominoso, selectivo, incomprensible en términos jurídicos. Le hicieron un juicio por unos dineros que giraron de la misma cuenta a otros músicos como Celia Cruz, Oscar de León, la ‘niña Mencha’.
Se dijo que había recibido dineros del narcotráfico, suficientes para montar estudios y discoteca…
Eso nunca pudo ser justificado y lo explicó debidamente el abogado Barona Mesa. Finalmente hubo dos casos de selección gratuita para un castigo social. La sociedad decidió condenar a Jairo Varela y a Mario Alfonso Escobar, por ser amigos de Miguel Rodríguez. Ensuciaron a esas dos personas representativas de Cali.
¿Su libro es la biografía de Varela?
El libro es una larga conversación que yo tuve con Jairo desde que él llega a Cali en 1981, siendo un absoluto desconocido. Dos amigos míos lo traen para contactar unas presentaciones, Manolo Solarte Cucaracho y Humberto Corredor, que eran líderes de discotecas en esos tiempos que empezaba la época de gloria de la salsa caleña.
Jairo aparece aquí y gustó. Además él quedó encantado con la ciudad. Por eso se queda en Cali. Yo lo entrevisté a los ocho días de estar en Cali y conocí el mismo Jairo Varela que vi después, a traves de 15 reportajes extensos y más de 50 notas periodísticas que escribí. Tenía claros sus objetivos musicales, su carácter, su personalidad.
Lo fui conociendo hasta que logra ese punto alto de “Cali pachanguero” que lo lanza a la gloria. Y después el Jairo del grupo Niche. Hasta que llega al momento más difícil de toda su vida que es la cárcel, que le divide la vida en dos.
Tuvimos un diálogo siempre, desde jóvenes. Él me permitió, se lo agradezco, estar en la intimidad de lo que llaman ellos los momentos de grabación, que es cuando se está frente a la consola días enteros montando y grabando. Jairo no se lo permitió a nadie más. En mi opinión es el más grande arreglista y compositor de la salsa de Suramérica.
No es exactamente una biografía. Es el pensamiento de Jairo, discutido por mí todo el tiempo, hablado, conversado, dejando testimonio de toda su obra. Por qué hizo tal cosa, cuál fue la importancia de su mamá, la de su papá… las diferentes etapas de su vida.
¿Cómo fue la relación en vida de Jairo Varela con todos esos artistas que salieron de la cantera de Niche, Guayacán, Son de Azúcar?
Era muy variable. No hay que negar que la relación de Jairo con los músicos fue conflictiva, con muchos no se volvió a entender nunca. Con otros peleaba y volvió a ser amigo. Él era una persona dura. Entendía muy bien el negocio de la música. Para él, por ejemplo, el mejor cantante era el que tenía en su momento. El pasado no existe.
Fue amigo, hasta el final, con Tito Gómez. Rompió con Willy García pero volvieron a ser amigos. Era drástico, de una disciplina tenaz. Decía que había que ser duro o no funcionaban las cosas.
¿Tiene vida el grupo Niche después de la muerte de Jairo Varela?
El grupo Niche es muy sólido, muy fuerte. Su gerente general es Yanila Esther, la hija de Jairo. Están tocando más que nunca. El grupo Niche reside en Miami. A Colombia vienen poco, vienen para la Feria de Cali.
El grupo se puede dar el lujo de tocar toda la noche los éxitos de Jairo, que son por lo menos 150. Cuando llegue la necesidad de crear más, seguramente vendrán otras canciones que no sean de Varela.
¿Usted entrevista, recuerda o escucha a Varela?
Lo cuenta todo él. Yo no cuento nada. Yo le vivía preguntando por todo. Por la música, por el pasado, por las cosas. Y él va contando. La importancia del libro es que básicamente es la voz de Jairo. Yo soy, digamos, después de mis experiencias, con Celia Cruz, con Tito Puente y con todos los músicos de Cali sobre los cuáles he escrito, la persona que escucha a los músicos. Y cuento lo que ellos me dicen.
Cali se lavó las manos con Jairo Varela: Umberto Valverde
Mié, 27/11/2013 - 13:27
El narcotráfico se tomó el 95 por ciento de la ciudad, pero a la hora de lavarse las manos, la sociedad caleña castigó a dos grandes personajes: al músico Jairo Varela y al periodista deportivo M