Con $300.000 mil pesos en su cuenta, deudas por pagar, una banda recién separada después de once años, una pareja que lo dejó y sin el apoyo de su familia, Diego Peñuela pensó que lo había perdido todo. No se imaginó que a puertas de entrar en el alcoholismo una presencia espiritual, o lo que más se le parezca, lo invadió y lo hizo convertirse en Chalmy Batz, el cantante que usa la música para ayudar a las personas que más lo necesitan.
El camino ser quien es ahora y compartir tarima con artistas como Don Omar, Ali Campbell de UB 40, Marc Anthony, Mike Bahia, Piso 21, Silvestre Dangond, u otros artistas de talla mundial no fue fácil. Desde los 16 años y recién graduado tuvo que salir de su casa. Su estilo incomodó a muchos. De esa experiencia no olvida las noches que tuvo que aguantar hambre, sus jornadas de trabajo ayudando a un conductor de bus y los 6.000 pesos que recibía a diario para mantenerse.
Antes de ser cantante, su sueño era ganarse la vida como dj, pero el destino le enseñó que esa no era su vocación. Solo, sin ningún apoyo y con el sudor de su frente, como dice el dicho, estudió una carrera que es afín a la música. ¿Que si obtuvo un poco de reconocimiento con la banda con la que estuvo por once años? Sí, pero para él este tiempo solo le sirvió para obtener experiencia en tarima.
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Foto: Christian Martínez/ Kienyke.com[/caption]
Luego de levantarse de la fuerte caída en la que lo perdió todo, empezó a conocer amigos en el medio e inició a tocar puertas; en su mente solo estaba la frase, “salir adelante y dejar una huella por el paso en este mundo”.
Pero para llegar a esta conclusión primero tuvo que tocar fondo. En una de sus borracheras llegó a Medellín, a un concierto de esas personas que tienen pintando un punto rojo en su frente, para él fue raro hasta que una artista cantó Todo Cambia de Mercedes Sosa. En ese momento cayó al piso y lloró hasta que se secaron sus lágrimas, desde ahí sabía que tenía que salir adelante.
Al parecer, Chalmy siempre contó con ángeles que le ayudaron, uno de ellos fue un amigo que estuvo presente en la crisis que tuvo, fue él quien lo contrató por primera vez con una nueva banda que formó únicamente con la promesa de que iban a salir adelante. Tiempo después, su amigo le confesó que lo contrató solo por pesar.
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Foto: Christian Martínez/ Kienyke.com[/caption]
A partir de ese momento empezó a conocer a las personas que le ayudaron a regalarle un día fantástico a niños que lo necesitan, por diferentes circunstancias en la vida.
Cuando un día normal se convierte en… un día fantástico
Diego ya estaba saliendo adelante a pesar de los obstáculos. Logró pagar las deudas que tanto lo tenían preocupado y lo contrataban más y más. Comprendió verdadero significado de la frase: “después de la tormenta llega la calma”, así que decidió celebrar su cumpleaños.
Reunió 250 personas para el festejo, “únicamente para pasarla bien” y ahí fue cuando él se hizo la pregunta: ¿Si logro reunir tantas personas solo para tomar por qué no para hacer cosas buenas?
Así nació su primera obra social, una chocolatada con habitantes de calle en lo que era conocido como el sector del Bronx, en Bogotá. Aunque esta labor de alguna manera le hizo sentir que estaba haciendo el bien se desilusionó al ver la actitud de estas personas, en una ocasión trataron de desvalijar el camión en el que repartían los alimentos.
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Foto: Christian Martínez/ Kienyke.com[/caption]
No continuó con esta obra social. Pero el destino lo unió con otra población que también necesitaba de personas como él. Conoció la fundación Piel para Renacer, en la que ayudan a las personas con discapacidad ocasionada por quemaduras, les brindan atención y rehabilitación.
Se reunió con ellos, los conoció y se enamoró, así que quiso regalarles un día fantástico, espacio que se convirtió en tradición desde esta ocasión. Con su carisma habló con todas las personas que quisieran ayudarlo. Encontró personas que inflaron bombas, magos, colaboradores, todos lo hacían por voluntad y sin recibir nada a cambio, solo ayudar.
https://www.youtube.com/watch?v=O_TCvhsj8hg&feature=youtu.be
Con el tiempo no solo conoció a los niños de la fundación Piel para Renacer, también a menores sordos y a otros con parálisis cerebral. Cada vez la familia se iba agrandando más, y así mismo, el número de personas que quisieron ayudar también aumentó.
Como su pasión es la música, Chalmy quiere que los niños que no pueden escuchar sí la puedan sentir. Por eso intensifica más los bajos en sus canciones champetudas y lleva un traductor a lengua de señas para ellos.
Por ahora, “Cuando un día normal se convierte en fantástico” se seguirá celebrando como todos los años para darle un día inolvidable a los niños, en esta ocasión se celebrará el próximo 15 de abril.
Foto: Christian Martínez/ Kienyke.com[/caption]
Luego de levantarse de la fuerte caída en la que lo perdió todo, empezó a conocer amigos en el medio e inició a tocar puertas; en su mente solo estaba la frase, “salir adelante y dejar una huella por el paso en este mundo”.
Pero para llegar a esta conclusión primero tuvo que tocar fondo. En una de sus borracheras llegó a Medellín, a un concierto de esas personas que tienen pintando un punto rojo en su frente, para él fue raro hasta que una artista cantó Todo Cambia de Mercedes Sosa. En ese momento cayó al piso y lloró hasta que se secaron sus lágrimas, desde ahí sabía que tenía que salir adelante.
Al parecer, Chalmy siempre contó con ángeles que le ayudaron, uno de ellos fue un amigo que estuvo presente en la crisis que tuvo, fue él quien lo contrató por primera vez con una nueva banda que formó únicamente con la promesa de que iban a salir adelante. Tiempo después, su amigo le confesó que lo contrató solo por pesar.
[caption id="attachment_855059" align="alignnone" width="1024"] Foto: Christian Martínez/ Kienyke.com[/caption]
A partir de ese momento empezó a conocer a las personas que le ayudaron a regalarle un día fantástico a niños que lo necesitan, por diferentes circunstancias en la vida.
Cuando un día normal se convierte en… un día fantástico
Diego ya estaba saliendo adelante a pesar de los obstáculos. Logró pagar las deudas que tanto lo tenían preocupado y lo contrataban más y más. Comprendió verdadero significado de la frase: “después de la tormenta llega la calma”, así que decidió celebrar su cumpleaños.
Reunió 250 personas para el festejo, “únicamente para pasarla bien” y ahí fue cuando él se hizo la pregunta: ¿Si logro reunir tantas personas solo para tomar por qué no para hacer cosas buenas?
Así nació su primera obra social, una chocolatada con habitantes de calle en lo que era conocido como el sector del Bronx, en Bogotá. Aunque esta labor de alguna manera le hizo sentir que estaba haciendo el bien se desilusionó al ver la actitud de estas personas, en una ocasión trataron de desvalijar el camión en el que repartían los alimentos.
[caption id="attachment_855060" align="alignnone" width="1024"] Foto: Christian Martínez/ Kienyke.com[/caption]
No continuó con esta obra social. Pero el destino lo unió con otra población que también necesitaba de personas como él. Conoció la fundación Piel para Renacer, en la que ayudan a las personas con discapacidad ocasionada por quemaduras, les brindan atención y rehabilitación.
Se reunió con ellos, los conoció y se enamoró, así que quiso regalarles un día fantástico, espacio que se convirtió en tradición desde esta ocasión. Con su carisma habló con todas las personas que quisieran ayudarlo. Encontró personas que inflaron bombas, magos, colaboradores, todos lo hacían por voluntad y sin recibir nada a cambio, solo ayudar.
https://www.youtube.com/watch?v=O_TCvhsj8hg&feature=youtu.be
Con el tiempo no solo conoció a los niños de la fundación Piel para Renacer, también a menores sordos y a otros con parálisis cerebral. Cada vez la familia se iba agrandando más, y así mismo, el número de personas que quisieron ayudar también aumentó.
Como su pasión es la música, Chalmy quiere que los niños que no pueden escuchar sí la puedan sentir. Por eso intensifica más los bajos en sus canciones champetudas y lleva un traductor a lengua de señas para ellos.
Por ahora, “Cuando un día normal se convierte en fantástico” se seguirá celebrando como todos los años para darle un día inolvidable a los niños, en esta ocasión se celebrará el próximo 15 de abril.
“Si mañana me muero siento que ya cumplí con mi deber aquí en la tierra”
