Los notarios colombianos siguen “bendiciendo” parejas de homosexuales, pero no pueden casarlas en matrimonio porque falta un articulito que la Corte Constitucional dejó suelto, a consideración del congreso, que no se anima a aprobar en definitiva.
Álvaro Rojas, el Presidente de los notarios, explica en términos sencillos la situación:
“La corte le dijo al congreso que legisle, pero no puede obligarlo porque en nuestro país hay una división tripartita de poderes. El congreso en su sabiduría dispondrá si modifica el Código Civil que es el quid del problema. Todo el meollo del asunto, como se dijera en alguna época electoral, está radicado en un ‘articulito’, en el Artículo 113 del Código Civil".
“Los notarios venimos haciendo declaratoria a las uniones maritales de hecho sin ningún problema; son numerosos los casos que autorizamos, pero no podemos realizar un matrimonio como tal. Es decir, no podemos decir en nuestros despachos notariales en audiencias ‘los declaro marido y mujer unidos en legitimo matrimonio’ porque no lo permite la norma. Lo demás sería un engaño a los otorgantes o sea a las parejas, decirle que hay un matrimonio válido de por medio cuando la figura de matrimonio no está regulada para personas del mismo sexo en este momento en el país".
“Se espera que el Congreso de la República defina esta situación, es un problema grande, serio y de fondo".
“De parte de los notarios estamos facilitando el cumplimiento, no hay discriminación, no hay antipatía, no hay nada que se nos pueda marcar como obstaculizadores de este proceso social y político de gran envergadura”.
"Los notarios venimos haciendo declaratoria a las uniones maritales de hecho sin ningún problema", dice Álvaro Rojas.
No hay entonces, por lo pronto, matrimonios gay…
“No los hay como tal. La figura matrimonio y en mayúscula y en negrilla no existe, por el momento. Nadie puede hablar de matrimonios válidos entre parejas del mismo sexo”.
¿Y sobre los derechos patrimoniales?
“Hoy están equiparadas por desarrollo jurisprudencial y doctrinal. Hay igualdad en los derechos, para la sustitución pensional, para efectos hereditarios, para la sociedad de patrimonio, para todos los efectos y en esos sí somos conscientes que se están garantizando.
“El problema radica es en la figura del matrimonio. Yo como notario cuando celebro un matrimonio civil digo: los declaro esposos legítimamente casados y unidos en matrimonio civil conforme a la autorización y a lo dispuesto en el Artículo 113 del Código Civil. Pero no puedo decirlo en parejas del mismo sexo. No hay una norma que me lo permita. Y como no somos legisladores, nos tenemos que circunscribir al fundamento del ejercicio de la función fedataria que esta arreglada por la ley y la constitución”.
¿Y no pueden acudir a la conciencia individual de cada notario?
“Acá no cabe, nosotros actuamos en derecho. Nos dan las normas, el reglamento, el articulado y hacemos lo que la ley diga. Obedecemos lo que diga la ley.
“El notario no puede objetar la ley. La objeción de conciencia es un elemento muy subjetivo pero qué tal que un notario diga: ‘objeto porque no me gustan este tipo de relaciones’ y el otro diga ‘sí lo hago’. Sería el caos legal.
“Yo advertí esta situación hace año y medio en el Congreso Mundial de Notariado en Cartagena. Le dije a todos: señores definan esto, no nos suelten a nosotros el problema, a los notarios, porque no tenemos competencia. Por eso afirmé con respeto pero como una expresión popular que se mató el tigre y nos asustamos con el cuero. Esto había que decirse, el Artículo 113 del Código Civil es constitucional o no y si ese ‘articulito’ se hubiera declarado inconstitucional no habría problema.
“Ahora, el congreso en su autonomía y en su independencia debe tomar decisiones y aceptar o no el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
“Pero también dicen los tratadistas que la honorable corte no puede obligar a un congreso a que legisle en determinado sentido. Le dice legisle, en cualquier sentido. El congreso debe ser respetado, es la institución democrática por excelencia”.
¿Qué pasa si a su notaría llegan dos mujeres lesbianas que son pareja, una de ella con bebé en los brazos que es su hija biológica y quieren registrar a esa niña a nombre no solamente de la mamá si no de su pareja con quien lleva una vida marital?
“Eso resulta imposible.
“Se registra como hija de la señora, como hija extramatrimonial, como hija natural de la señora que se presenta”.
¿Hay doble moral del congreso y del país en torno al tema?
“No veo que sea un tema de doble moral. Lo que pasa es que el tema es de ‘alto turmequé’, como se dice en Boyacá. Colombia es un país muy conservador en sus tradiciones, donde la iglesia católica tiene una gran influencia históricamente hablando. Este es un asunto de convicciones, principios e ideas que deben ser confrontadas, de posiciones ideológicas muy interesantes y con muchos argumentos de lado y lado".
"Los notarios venimos haciendo declaratoria a las uniones maritales de hecho sin ningún problema", dice Álvaro Rojas.
No hay entonces, por lo pronto, matrimonios gay…
“No los hay como tal. La figura matrimonio y en mayúscula y en negrilla no existe, por el momento. Nadie puede hablar de matrimonios válidos entre parejas del mismo sexo”.
¿Y sobre los derechos patrimoniales?
“Hoy están equiparadas por desarrollo jurisprudencial y doctrinal. Hay igualdad en los derechos, para la sustitución pensional, para efectos hereditarios, para la sociedad de patrimonio, para todos los efectos y en esos sí somos conscientes que se están garantizando.
“El problema radica es en la figura del matrimonio. Yo como notario cuando celebro un matrimonio civil digo: los declaro esposos legítimamente casados y unidos en matrimonio civil conforme a la autorización y a lo dispuesto en el Artículo 113 del Código Civil. Pero no puedo decirlo en parejas del mismo sexo. No hay una norma que me lo permita. Y como no somos legisladores, nos tenemos que circunscribir al fundamento del ejercicio de la función fedataria que esta arreglada por la ley y la constitución”.
¿Y no pueden acudir a la conciencia individual de cada notario?
“Acá no cabe, nosotros actuamos en derecho. Nos dan las normas, el reglamento, el articulado y hacemos lo que la ley diga. Obedecemos lo que diga la ley.
“El notario no puede objetar la ley. La objeción de conciencia es un elemento muy subjetivo pero qué tal que un notario diga: ‘objeto porque no me gustan este tipo de relaciones’ y el otro diga ‘sí lo hago’. Sería el caos legal.
“Yo advertí esta situación hace año y medio en el Congreso Mundial de Notariado en Cartagena. Le dije a todos: señores definan esto, no nos suelten a nosotros el problema, a los notarios, porque no tenemos competencia. Por eso afirmé con respeto pero como una expresión popular que se mató el tigre y nos asustamos con el cuero. Esto había que decirse, el Artículo 113 del Código Civil es constitucional o no y si ese ‘articulito’ se hubiera declarado inconstitucional no habría problema.
“Ahora, el congreso en su autonomía y en su independencia debe tomar decisiones y aceptar o no el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
“Pero también dicen los tratadistas que la honorable corte no puede obligar a un congreso a que legisle en determinado sentido. Le dice legisle, en cualquier sentido. El congreso debe ser respetado, es la institución democrática por excelencia”.
¿Qué pasa si a su notaría llegan dos mujeres lesbianas que son pareja, una de ella con bebé en los brazos que es su hija biológica y quieren registrar a esa niña a nombre no solamente de la mamá si no de su pareja con quien lleva una vida marital?
“Eso resulta imposible.
“Se registra como hija de la señora, como hija extramatrimonial, como hija natural de la señora que se presenta”.
¿Hay doble moral del congreso y del país en torno al tema?
“No veo que sea un tema de doble moral. Lo que pasa es que el tema es de ‘alto turmequé’, como se dice en Boyacá. Colombia es un país muy conservador en sus tradiciones, donde la iglesia católica tiene una gran influencia históricamente hablando. Este es un asunto de convicciones, principios e ideas que deben ser confrontadas, de posiciones ideológicas muy interesantes y con muchos argumentos de lado y lado".
