Una marea espesa de corrupción cubre por completo a Perú por estos días, suenan las sirenas de crisis y ante el ensordecedor ruido, las batallas campales no se hacen esperar en las calles. Cusco cortó las venas de transporte que la unen a Machu Picchu, Arequipa cierra sus puertas y se traga las llaves, pues la soledad debe reinar para salir avante y Lima hace lo propio.
El caos es un fuego difícil de extinguir y se mezcla con el gris de los días limeños, pues pasan las horas y no hay una medida que lo apacigüe, ni presidente que lo dome. El génesis de esto, es una larga sucesión de hechos que harán parte de una historia que se lee repetida.
El autogolpe que prendió el caos – 07 de diciembre
Este panorama inició la mañana del 07 de diciembre, cuando ad portas de un tercer juicio político el entonces presidente del Perú se ve obligado a dirigirse a su nación a través de una pantalla y en un plano oscuro que auguran la debacle, Castillo decreta disolver el Congreso y a su vez, instalar un gobierno de emergencia.
El Congreso lo destituye como respuesta – 07 de diciembre
Sobre la tarde de ese mismo día, la chispa que había iniciado Castillo con un intento de golpe de estado, tuvo respuesta, pues el Congreso con 101 votos a favor de 130, resuelve destituirlo, lo que deja a la vicepresidenta, Dina Boluarte en el asiento de la presidencia.
Pedro Castillo es detenido por los militares – 07 de diciembre
Mientras se iba cocinando la destitución, sobre las 2:00 p.m. (según medios locales), Castillo con prisa y en un clima incierto, iba digiriendo al interior de un carro de color oscuro en movimiento, su futuro. En una avenida de Lima cerca al Centro Cívivo, fue detenido por varias camionetas blancas de la policía, quienes, en una escena digna de película, lo apresaron por delito de rebelión y quebrantar el orden institucional.
De vuelta al Congreso, un momento histórico – 07 de diciembre
Dina Boluarte fue la primer mujer en llegar a la presidencia peruana, pese a las condiciones, éste fue un hecho histórico que en medio del caos, fue una leve sonrisa que la democracia esgrimió
Castillo y su primera noche en la prisión – 07 de diciembre
Luego de ser detenido, Castillo que llevaba una camisa blanca, chaqueta azul, pantalón negro y zapatos de igual color, fue dirigido de la Prefectura de Lima al penal de Barbadillo entradas las 10:00 p.m. Lugar donde por cierto, está el también expresidente Alberto Fujimori.
Castillo quiere ir a México – 08 de diciembre
Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores de México, tuiteó sobre las 3:50 p.m. del 08 de diciembre: “Castillo ha ratificado la solicitud de asilo recibida en la Embajada de México esta madrugada (2 am ) misma que les anexo para conocimiento de la opinión pública”. El documento ratifica la intensión de Pedro Castillo de ir a México por una llamada “persecución política”.
Inician protestas por liberación de Castillo – 08 de diciembre
Sobre la tarde de ese jueves 08 de diciembre, Castillo recibió el apoyo para su liberación de miles de personas en la calle, quienes también exigían la realización de nuevas elecciones y la renuncia de Boluarte.
Boluarte escoge su gabinete – 10 de diciembre
La presidenta vestida de blanco y con una franja roja en referencia a la bandera de su país, designa y toma juramento a 17 ministros de los cuales ocho son mujeres, en una clara señal de paridad.
Se confirma el fallecimiento de varias personas durante protestas – 12 de diciembre
El Ministerio de Salud confirma sobre las 3:30 p.m. la muerte de varios manifestantes durante las protestas que vive ese país, lo que eleva la crisis a una humanitaria y deja en peor estado la situación que inició con el fallido auto golpe de estado.
Se declara estado de emergencia por 30 días – 14 de diciembre
Tras aumentar la cifra de personas muertas en las protestas, el Gobierno en cabeza de Boluarte, declaró este miércoles el estado de emergencia en todo el país por 30 días. Se suspenden derechos de reunión, inviolabilidad del domicilio y libertad de tránsito. El país se encierra y ve por entre las persianas de su ventana, el fuego que no se apaga.