Todo en el Universo se está transformando constantemente. Resistirse al cambio es inútil y por lo tanto frustrante. Para vivir en armonía y sin esfuerzo necesitas fluir con los cambios que te presenta la vida. La alternativa es el sufrimiento.
Si examinas minuciosamente todo lo que valoras, te darás cuenta de que más bien casi todo eso representa una pesada carga. El desapego te ayuda a desechar toda la carga innecesaria dejándote libre para que te dejes llevar.
Esto y tus relaciones con las personas que te apoyarán en tu “Camino” son las cosas más importantes. La mayoría de las otras cosas son preocupaciones triviales sin importancia.
Tus apegos afectan todo lo que haces. Si estás apegado a la aprobación de otros te será muy difícil ser espontáneo(a). No obstante, se nos enseña precisamente a apegarnos a otras personas emocionalmente y a cosas. Cualquiera que sea el apego, nos esclaviza. Mientras más apego más dependencia; mientras menos apego más libertad. Es sencillo de entender, pero difícil de llevar a cabo.
“Desapego (clave de la libertad)” en la voz del Terapeuta y Coach de Vida Armando Martí© (una adaptación del libro Fluyendo con el cambio de Ernesto Nesh) para la sección Konciencia de KienyKe.com. Escúchalo, disfrútalo y compártelo:
Los apegos nos controlan. Seguro has oído hablar o conocido a personas que han muerto protegiendo un pedazo de terreno o propiedad o incluso una idea. Si examinas tus ideas te darás cuenta de que éstas determinan quiénes son tus amigos, dónde vives y casi todo lo demás que haces, sin darte cuenta de que estas ideas no son tuyas, sino que las has adquirido de tus padres, maestros, amigos y personas en
posición de autoridad.
En realidad, nunca cuestionas estas ideas aun cuando son éstas las que te controlan. Sólo cuando te sueltes de lo que piensas que sabes y de lo que piensas que posees, cuando te dejas llevar y te sintonices con la fuerza (de la cual todos somos parte, pero en la mayoría de los casos lo ignoramos) entonces comprenderás que vale más ser libres que apegados.
“Damos por sentado que, para resolver efectivamente nuestros problemas,
necesitamos pensar mucho.
Pero, la verdad es que si fundamentamos
nuestros pensamientos en deseos egoístas,
el funcionamiento de un intelecto malicioso.
Es por eso, que las ideas de uno acaban siendo egoístas y maliciosas.
Es normal para el necio no trascender el
pensamiento basado en el “yo”.
Tsunetomo Yamamoto
(1659 – 1719)