Se podría decir que el ejercicio del periodismo moderno nació junto al valor de la democracia. Las sociedades democráticas gozan de un periodismo libre, de información veraz y para el servicio de la comunidad.
Si bien en sus inicios la prensa tenía primordialmente una función de informar sobre aspectos financieros y comerciales de interés para las élites alfabetizadas, a partir del nacimiento de las democracias aparece consigo los medios de comunicación masivos para una sociedad más alfabetizada, con más derechos y menos regida por poder político y religioso.
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El caso de Colombia es particular porque el periodismo ha ido de la mano con la historia del país. Desde las páginas de los periódicos se ha retratado la violencia política que históricamente ha marcado el destino de la nación; desde el papel, y posteriormente desde la fotografía y la televisión, han quedado registrados los hechos más importantes de la memoria colectiva del país.
Según la Red Cultural del Banco de la República de Colombia, la primera publicación de un periódico en el país se realizó un 12 de julio de 1785 para dar a conocer un terremoto en la capital del Virreinato de la Nueva de Granada.
Sin embargo, se fijó el 9 de febrero como día del periodista debido a que fue en esa fecha, en el año 1791, que se realizó la primera publicación del primer semanario del país llamado Papel Periódico de la Ciudad de Santafé de Bogotá.
Este hito histórico fue posible gracias a Manuel del Socorro Rodríguez, funcionario del virrey de Nueva Granada, José Manuel de Ezpeleta, y quien llegó al país procedente de Cuba.
Un miércoles 9 de febrero de 1791 se publicaron 265 ejemplares de la primera edición de este semanario, el cual contenía un total de ocho páginas y trataba temas como la vida en las colonias, la actividad militar y algunos acontecimientos sociales.
Aunque la prensa en ese entonces era controlada por el poder de la colonia y estaba destinada para personas ilustres, fue durante la época de la colonia y la independencia cuando comenzaron a surgir nuevos paradigmas sociales que alertaron a la comunidad sobre la necesidad de cambios sustanciales en la calidad de vida, y para ello el periodismo iba a ser crucial a la hora de enfrentar al poder denunciando las injusticias que allí se producían.
En ese sentido, la labor del periodista en Colombia es también una actividad en riesgo, ya que reconstruir hechos que hacen parte de la historia profunda del país es un reto de alto calibre. Al fin y al cabo mucho de lo que se conoce de un país como Colombia tan diverso, extenso en su geografía y a la vez complejo, es gracias al ejercicio periodístico de sus profesionales.
El día del periodista es todos los días, porque gracias a esa labor se conoce más de la historia de Colombia; una historia que no para, en un país en el que siempre surgen hechos noticiosos.
