Katiuska regresa hoy a Fonseca, su tierra Guajira. Pero no para que aplaudan su voz como todos los años sino para recibir el último adiós de su gente. Cuando Katiuska Mendoza tenía ocho años, sus padres, Nicolás Mendoza y Luisa Cotes, la inscribieron a una academia de canto. La voz de la niña fascinó al maestro Andrés ‘El Turco’ Gil.
Cuatro años más tarde, Katiuska fue convocada para formar parte de Los niños del vallenato, una institución que viajó por el mundo entero y que, incluso, llegó en 1999 a la Casa Blanca para presentarse en el despacho del entonces presidente de Estados Unidos Bill Clinton. Fue el presidente Andrés Pastrana quien los llevó allí en una visita de Estado. Congresistas, ministros y la pareja presidencial escucharon la versión en inglés de 'La gota fría' del maestro Emiliano Zuleta.
Esta es la última foto de Katiuska Mendoza antes de la cirugía.En 2004, el ex presidente Bill Clinton visitó Colombia y pidió para su bienvenida la presencia de los niños, que en esa ocasión cantaron en español. Katiuska volvió a lucirse. Clinton, que tenía la traducción de la canción, no pudo contener las lágrimas en el salón VIP de la Base Aérea Catam. Una estrofa lo conmovió "Un hombre de progreso para su pueblo, un hombre de paz para el resto del mundo. Los americanos lo aprecian por su talento y los niños del Valle lo quieren mucho".
Encantaron a los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, al presidente de Panamá, Martín Torrijos, y a la multitud que homenajeó al Premio Nobel Gabriel García Márquez, en Cartagena. Katiuska tenía diez años y su voz era una promesa vallenata. La música corría por sus venas, ya que era nieta del reconocido acordeonista Colacho Mendoza. Con el cartón de bachiller dejó la Guajira para estudiar comunicación social en la universidad Minuto de Dios. Pero tenía un capricho: corregirse la nariz a través de una cirugía plástica.
Katiuska logró cantar frente al ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, los reyes de España y el presidente de Panamá, Ómar Torrijos, entre otros.Este diciembre regresó para disfrutar de sus vacaciones y, de paso, para someterse a la cirugía. Tenía previsto firmar un contrato con el acordeonista de Peter Manjarrés, Sergio Luis Rodríguez. A las 10 de la mañana del pasado martes 13 de diciembre ingresó a la Clínica Valledupar para ser intervenida por la cirujana Damaris Romero. Cuarenta minutos más tarde, una prima de la joven artista llegó al centro médico y encontró a la doctora Romero en estado de shock. Katiuska había muerto de un paro respiratorio en el quirófano durante la cirugía.