
El estudiante de bioanálisis de 28 años quedó incendiado durante una protesta en la avenida Juan Pablo Pernalete de Altamira, en Venezuela, el 3 de mayo del 2017, hace casi un año. Es el protagonista de la imagen del fotógrafo que captó el terrible momento y que ganó el premio de la Mejor Foto del Año del World Press Photo (WPP), ayer en Ámsterdam, Holanda.
José Víctor Salazar se prendió fuego por accidente en medio de las protestas convocadas por la oposición para manifestarse ese 3 de mayo de 2017 en Caracas contra el régimen chavista.
Nacido y radicado en Ciudad Bolívar. Ese día fue hasta la capital Caracas para asistir a la marcha convocada por la Mesa de Unidad Democrática (MUD) de oposición, a lo que ellos llamaron la “madre de todas las marchas”, en contra del presidente Nicolás Maduro, para exigir su salida. El joven se fue sin avisarle a sus padres; solo una hermana suya lo sabía.
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Ese 3 de mayo en la zona de la Plaza de Altamira en el centro de Caracas, las protestas se hacían cada vez más intensas y violentas. La característica principal de las manifestaiones que fueron casi diarias en esos cinco meses era que la mayoría era portagonizadas por jóvenes estudiantes.
Con otros jóvenes, José Víctor Salazar tiraba piedras, bombas molotov de producción casera, vidrios y palos. Los manifestantes de pronto agarraron una moto de uno de los policías de la Guardia Nacional Bolivariana y la incendiaron para hacerla estallar.
En efecto, la moto explotó y la gasolina se regó, esparciéndose varios metros. A Salazar que estaba cerca le cayó gasolina y enseguida el fuego le llegó. El muchacho desesperado corría para tratar de apagarse el fuego. Allí es cuando Ronaldo Schemidt toma la foto que ayer se ganó el premio. Salazar era una llama gigante de fuego, que gritaba y trataba de apagarse.
Los compañeros lo intentaban ayudar y le tiraron agua y lo sacudieron con camisetas. Finalmente, él mismo se pudo quitar la camisa y se tiró al piso.
Lo llevaron de urgencias al Hospital Domingo Luciani, pero lo tuvieron que pasar a la Policlínica Metropolitana por la gravedad de las heridas.
José Víctor Salazar quedó con el 72% de su cuerpo quemado, las quemaduras eran de tercer grado en el 60% de su cuerpo; y de segundo grado en el 12% restante.
https://twitter.com/yoanisanchez/status/984719308805824512
Ha tenido que someterse a 42 operaciones. Se quemó el abdomen, el tórax, los brazos y las piernas. Las quemaduras lo dejaron incluso sin huellas dactilares en la mayoría de sus dedos. El hospital nunca le cobró los gastos médicos a la familia. Su mejoría no fue como se esperaba; a los tres meses había perdido 30 libras, estaba con desnutrición y enfermó de neumonía. Además de todo, le dio una depresión intensa y decía que no quería seguir viviendo, que lo dejaran morir.
Todavía hoy, casi un año después, está en tratamientos, aunque ya está en su casa en Ciudad Guayana, al sur del país. Su hermana Carmen es la única que habla sobre el tema cuando la llaman los medios de comunicación, ya que Víctor no quiere hablar; quiere dejar atrás ese día que le cambió la vida, en medio de las manifestaciones.
https://twitter.com/EnriqueEnVivo/status/984855126576893952
Venezuela aún sufre una de las peores crisis política, económica y social, pero en esos meses fueron muy violentas las manifestaciones. Unos 500 jóvenes murieron en todo el país. Muchos otros fueron detenidos y heridos.
El premio que ganó la foto participó entre 4 mil 500 fotógrafos de 125 países, y es del fotógrafo venezolano Ronaldo Schemidt, de la agencia France Presse (AFP), que vive en México desde hace 19 años. Hoy tiene 46 años y dice tener sentimientos encontrados por haber ganado con la foto del dolor de un compatriota: "Esa foto representa la terrible situación de un país, el mío, en desgracia: atrapado en un espiral de violencia política y social".