A las 8:05 de la noche del 7 de febrero del 2003 sin aviso y sin razón le cambió la vida a Martha Amorocho. Juan Carlos y Alejandro, sus hijos, estaban en el club El Nogal cuando un carro bomba con 200 kilos de explosivos explotó en el parqueadero del lugar.
Alejandro, el menor de los dos, falleció, dejando un vacío enorme en los corazones de su familia. Además de él, murieron 37 personas más: 12 socios, 12 empleados, 12 invitados y 2 guerrilleros. Además, 167 resultaron heridas, algunas de ellas con secuelas y recuerdos que permanecerán para siempre en sus vidas.
Fue la columna móvil Teófilo Forero de las Farc, al mando de alias 'el Paisa', la responsable de uno de los más grandes ataques terroristas de la historia del conflicto armado en el país: el atentado al Club el Nogal.
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Este miércoles, quince años después de la tragedia, la madre cree que la verdad del caso aún no ha llegado. En diálogo con Kienyke.com Amorocho explicó que la verdad es como una 'colcha de retazos' y para reconstruirla tienen que reunirse todos los testimonios, y para ella esto no ha sucedido.
Refiriéndose al histórico proceso de paz que se llevó a cabo con el grupo armado Farc, mencionó que espera que toda la verdad sobre este caso se pueda conocer ya que esto es un importante proceso, primero para reparar a las víctimas y no repetir lo que sucedió.
Respecto a la justicia que deben enfrentar los responsables del ataque, tiene muy claro que con esta nueva etapa se habla de la justicia transicional, que fue la opción que se eligió para dejar atrás el largo periodo de conflicto que se vivió. "Si pensamos en la justicia ordinaria es algo que nunca va a pasar", aseguró la madre.
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Ahora el paso a seguir es la reparación y entre una voz quebrantada Martha mencionó: "Lo que nos quitaron no nos lo van a devolver de ninguna manera. No hay ninguna cárcel, ni hay ninguna cifra de dinero que pueda comprar un abrazo de Alejandro".
Aunque con dolor expresa estas palabras, reconoce que después del tiempo que ha pasado y de todo lo que ha vivido sabe que a las víctimas les conviene "pensar en una forma de unión porque en definitiva todos somos colombianos, que es lo importante, reconocerlos como tal y trabajar juntos para dejar una sociedad mejor porque es algo que nos merecemos", aseguró Martha.
Por otro lado, mencionó sin chistar que desde hace mucho perdonó a las personas que le causaron la pérdida más grande de su vida y lo confirmó cuando estuvo en la Habana, Cuba. "El perdón simplemente me permite ser libre y seguir adelante, no estoy dejando odios ni venganzas, de esta manera la memoria y el sacrificio de Alejandro tienen sentido".
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Asimismo, firmar el acuerdo de paz con las Farc fue esperanzador para Martha y le hizo entender que era una especie de parada que se debía hacer en el camino para encontrar una manera de comunicarse y lograr una salida diferente al conflicto, entendiendo que no en todo están de acuerdo las víctimas con sus victimarios.
Por último, mencionó que la indiferencia de todas las personas frente a estos temas tiene mucho poder, puesto que es la mayoría de la población y tienen el poder de decisión. "Es por esto que se necesita que este tema sea tratado y se convierta en otra mano que aporte en la paz".
"Es importante que los 48'000.000 de colombianos nos unamos dejando atrás la indiferencia que no los ha tocado directamente. Ese es el paso que iniciaría el cambio deseado", concluyó.
El Nogal 15 años después
Mié, 07/02/2018 - 14:26
A las 8:05 de la noche del 7 de febrero del 2003 sin aviso y sin razón le cambió la vida a Martha Amorocho. Juan Carlos y Alejandro, sus hijos, estaban en el club El Nogal cuando un carro bomba con