El triunfo de una mujer vestida de negro

Sáb, 29/10/2011 - 05:20
Octubre es el mes de la señora K. El  miércoles 27 del año pasado murió su esposo, el ex Presidente Néstor de un paro cardiorrespiratorio y el domingo último se

Octubre es el mes de la señora K. El  miércoles 27 del año pasado murió su esposo, el ex Presidente Néstor de un paro cardiorrespiratorio y el domingo último se convirtió en la mujer más poderosa de Argentina. Una electora imbatible que fue reelegida con más del 53,2 % de los votos y una diferencia de más de 36 puntos sobre el segundo. La  mayor votación para un candidato desde la recuperación de la democracia, en 1983.

El lunes después del entierro de su esposo, Cristina llegó al despacho presidencial transformada en otra mujer. En un instante, su vida cambió por completo: había perdido a un  compañero con quien compartía desde hace más de 35 años no solo su vida conyugal y dos hijos, sino también un ideario y un largo recorrido político.

A partir de ese momento archivó sus trajes coloridos y sus zapatos de mil tonos: se vistió de un riguroso luto, un luto que la acompañó el día del triunfo electoral. La señora K se volvió más prudente, dejó de lado sus discursos irónicos, incendiarios y estruendosos. En una palabra: se moderó, hecho que marcó contraste con el perfil de guerrero político de Néstor Kirchner, a quien denominaban “El Furia”.

Y Cristina mostró su lado humano: lloró en público, se mostró frágil y adolorida. Pero al mismo tiempo, dejó ver  su otra cara: la de mujer fuerte, trabajadora y activa,   con capacidad de recomponer su propia situación, de trocar la debilidad del 'shock' emocional en una gran fortaleza. Logró darle la vuelta a la economía con el modelo kirchnerista, apoyado en un elevado nivel de subsidios y de asistencia social que generan aceptación  en los sectores populares, que permitió aumentar el consumo doméstico a un 4% anual, obtener un crecimiento del 8% promedio desde 2003 con excepción de 2009 y bajar la tasa de desempleo al 7%.

Todo un nuevo perfil el de la Señora K. Un perfil que enamoró aún más a muchos sectores sociales y políticos de la Argentina, a los artistas, a los jóvenes, con Nerstor Kirschner, a quien denomina “El”, siempre presente. Cuida con esmero su figura, como a “Él” le gustaba, se maquilla notoriamente y es una fanática de la moda, con su enorme colección de zapatos y carteras, que hace que la llamen “la presidenta fashion”.

¿Cuál es la historia de Cristina Fernández de Kirchner, esa mujer nacida en un hogar de clase media que ha llegado a ser la número 11 en el escalafón que hace Forbes de las cien más poderosas del planeta y que ha reconocido con sinceridad ser dueña de una fortuna que bordea los 80 millones de pesos argentinos, que equivalen a 35.000 millones colombianos?  ¿De dónde le viene su vena política, su fortaleza y su capacidad de trabajo? ¿Cuáles son sus amores y desamores?

En marzo de 1975 se casó con el santacruceño Néstor Kirchner, a quien había conocido en la facultad de derecho de la Universidad Nacional de La Plata. Su noviazgo duro sólo seis meses. Néstor Kirchner hacía tiempo militaba en la Federación Universitaria de la Revolución Nacional (FURN), además era vicepresidente del Centro de Estudiantes Santacruceños de La Plata. En cambio Cristina Kirchner militaba en la Juventud Peronista de su barrio y participaba de las Mesas de Construcción Nacional que se hacían en la facultad.

Tanto Néstor como Cristina se oponían a la lucha armada que desarrollaba por esa época el grupo guerrillero Montoneros, que se identificaba con la izquierda peronista y luchaba por el retorno al poder del general Juan Domingo Perón.  Los Kirchner sostenían  que la lucha sólo debía darse a través de métodos políticos. En consecuencia, Néstor decidió alejarse de la FURN.

El golpe de Estado del 24 marzo de 1976  sorprendió a la joven pareja domiciliada en La Plata: Cristina como estudiante, Néstor a punto de terminar su carrera de abogado.  Marido y mujer se retiraron de la militancia política activa, un acto de prudencia que muy seguramente les salvó la vida.

Una junta militar encabezada por el almirante Emilio Eduardo Massera depuso a María Estella Martínez de Perón, Isabelita, que en opinión casi unánime, desempeñaba una gestión de gobierno desastrosa.  Isabelita, había sido electa  como vicepresidente en la fórmula que encabezaba su esposo, Juan Domingo Perón, hasta que el fallecimiento de éste la catapultó a la jefatura del Estado.

 La junta tomó el nombre oficial de Proceso de Reorganización Nacional y permaneció en el poder hasta 1983. La represión política se agudizó.  La denominada “Guerra Sucia” produjo la desaparición forzada de miles de personas, entre 8.000 y 30.000, según cálculos de  los historiadores.

Muchos de los amigos de los Kirchner fueron asesinados o desaparecidos por las fuerzas estatales. Una oscura época se abría para Argentina. La militancia política se constituyó definitivamente en un gran riesgo. Todo lo que oliera a oposición era aniquilado. Así las cosas, la joven pareja decidió mudarse a Río Gallegos, ciudad de origen de Néstor, donde abrieron una oficina de abogados. En 1977 nació su primer hijo, Máximo, que años más tarde tendría una hermana, Florencia, alumbrada en 1990.

La condición de abogada permitió a Cristina dedicarse de lleno a la profesión compartida con su marido; así, la sociedad conyugal inició una próspera actividad privada que le reportó notables dividendos en los negocios inmobiliarios. Tras el retorno a la democracia, en 1983 volvieron los Kirchner a la militancia peronista; en 1987 Néstor consolidó su carrera de líder político al ser designado intendente de Río Gallegos, y en 1985 Cristina inició su carrera política, tras ser elegida congresista provincial del Partido Justicialista.

Cristina Kirchner pudo dedicarse activamente a la política gracias a la presencia constante de su suegra María Ostoic y de su cuñada Alicia Kirchner, un  modelo de “familia ampliada” que calcó de sus padres. []

A partir de entonces, los cargos electivos se fueron sucediendo y su ascenso dentro de las filas del justicialismo fue imparable: en repetidas y sucesivas ocasiones, Cristina fue elegida como diputada, senadora y constituyente. Una carrera meteórica.

Su candidatura a la presidencia de la República por el Frente para la Victoria, que la llevó al triunfo en la primera vuelta de las elecciones del 27 de octubre de 2007, en las que consiguió el 44,9 por ciento de los votos emitidos, fue posible gracias a la decisión tomada por su marido de no postularse a la reelección.

Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, nació en La Plata, provincia de Buenos Aires, el 19 de febrero de 1953. Hija de Eduardo Fernández y de Ofelia Wilhelm, descendiente de españoles por su padre, y de alemán y española por su madre. Cristina es la hija mayor del matrimonio Fernández-Wilhelm, una pareja que siempre tuvo una relación tensa y que al final terminó separándose. Su única hermana, Giselle, es dos años menor y es médica de profesión. Sufrió en algunos momentos trastornos de bipolaridad. Cristina creció, entre La Plata, Ringuelet y Tolosa, en una familia ampliada  conformado por sus padres, su hermana, su abuelo Carlos Wilhem y su tía Noemí Wilhem.

Sus abuelos paternos eran inmigrantes españoles sin profesión. Venían de Galicia. Con los años llegaron a tener un hato lechero que trabajaron hasta conseguir una posición económica favorable. Su madre, Ofelia Giselle Wilhelm, fue dirigente gremial del Ministerio de Economía de la provincia de Buenos Aires y activa militante del Partido Justicialista; fanática del fútbol, hincha del Gimnasia y Esgrima de La Plata.

El  padre de Cristina, Eduardo Fernández,  era un hombre también sin profesión.  A lo largo de su vida se dedicó a varias actividades, entre ellas la agropecuaria. Finalmente, con la ayuda de sus padres, compró la mitad de un bus, que manejó durante muchos años, como miembro de una cooperativa que fundó en compañía de 22 socios.

Manejaba su bus 10, 12 y hasta 14 horas diarias, con puntualidad  legendaria. Con el tiempo llegó a ser dueño de tres buses de donde derivaba una holgada renta.  A mediados de 1970 fue  nombrado jefe de personal de la línea de buses, cargo que ocupó hasta su muerte, el 26 de abril de 1982. Un par de años antes los médicos le habían diagnosticado un cáncer de pulmón. Era un gran fumador.

La presidenta electa ha evitado siempre hablar de su familia y de su infancia, en donde la figura imponente de su madre Ofelia, prima. Ella quedó embarazada de Cristina cuando estaba de novia con Eduardo Fernández. Eso resultaba un escándalo para aquellos tiempos, que no se resolvió hasta que la pareja formalizó su situación, recién cuando su hija cumplió cinco años.

La vida matrimonial de Cristina y Néstor Kirchner no estuvo lejos de los rumores y la polémica.  “Ambos habían arribado a una suerte de acuerdo a través del cual cada uno tenía su vida amorosa resuelta por su lado. Cristina tenía sus amantes, Néstor las suyas. En ese contexto aparecen las Miriam Quiroga de Néstor y los Amado Boudou de Cristina, solo dos botones de muestra”, escribió el periodista argentino Christian Sanz.

Según Cristina, con Néstor desarrolló lo que podría denominarse el “arte de la pelea”, una particular manera de hacerse compañía, según le confesó a la periodista Sandra Russo. “Teníamos peleas memorables. Discutíamos por todo, por cosas que nos parecían muy importantes y cosas que eran ‘pavadas’. Pero nos peleamos siempre, desde el primer hasta el último día. Yo cuando me enojaba no le hablaba. Era lo peor que le podía hacer: no hablarle. Yo sabía que si resistía ganaba, pero me costaba mucho. Llegué a estar un día entero sin dirigirle la palabra.  Pero para nosotros un día era una eternidad,  no podíamos vivir sin hablarnos”, le confiesa a  Cristina a Russo.

Sandra Russo, quien escribió una biografía sobre Cristina, confirma la estrecha unión entre la pareja. “Los Kirchner se habían acostumbrado a estar juntos todo el tiempo. Cuando Néstor fue intendente de Río Gallegos y durante los 12 años que fue gobernador de Santa Cruz, Cristina tenía su despacho al lado del suyo”, escribe la periodista.

Cualquiera que sea la verdad sobre la vida personal de la señora K, un hecho es absolutamente  cierto e indiscutible: se necesita ser una viuda de hierro y una mujer de temple para seguir adelante en su carrera política, como lo ha hecho brillantemente Cristina Kirchner.

Más KienyKe
Varios colectivos feministas enviaron una carta al presidente Petro, mostrando su desacuerdo con este nombramiento.
Osorio fue capturado intentando llevar cocaína el 13 de abril de 2023, minutos antes de abordar un vuelo que lo llevaría a Madrid, España.
Las autoridades capturaron a Christopher Neil, alias 'Dips', quien supuestamente era el coordinador del Clan del Golfo en Inglaterra.
Según reportes extraoficiales, serían más de 35 vuelos retrasados en la terminal aérea.
Kien Opina