Después de que una niña de tres años fuera censurada por no usar la parte superior del vestido de baño en una piscina pública de Montreal, y que una mujer egipcia registrara la manera en que es acosada mientras camina en una popular zona del Cairo, la periodista canadiense Lili Boisvert dio una caminata por la calle más comercial de Montreal, sin camiseta y sin brasier, para medir la tolerancia de los transeúntes.
Boisvert, indignada por la censura a la pequeña niña, tomó la iniciativa junto a un fotógrafo, que también caminaba con el torso desnudo, y registraron las actitudes de la gente al verlos.
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A diferencia de lo ocurrido en El Cairo los transeúntes no la censuraron, ni la abuchearon, ni llamaron a la policía. Según Boisvert:
- La gente le sonrió.
- Otros la ignoraron.
- Algunos voltearon a verla.
- Un hombre le dijo "hey baby".
- Escuchó algunas risas.
- Dos mujeres jóvenes le pidieron las indicaciones para llegar a un almacén.
La periodista, en un reportaje publicado en el Huffington Post, también registro aquello que esperaba que pasara y nunca sucedió:
- Nadie la agredió sexualmente.
- Nadie la insultó.
- Nadie se masturbó en público.
- Nadie la amenazó.
- Nadie la miró con desprecio, vergüenza o disgusto.
Según la periodista, "las mujeres corren un gran peligro si se comienzan a ver senos por fuera de un contexto pornográfico. Violaciones, escenas de masturbación públicas y devaluación del cuerpo son algunas de las amenazas".
Algo que llamó la atención de Boisvert es que el torso desnudo de su compañero no causó ninguna sensación tampoco. Su extrañeza se justifica en que los torsos masculinos le resultan más sensuales que los femeninos.
El experimento de Boisvert la lleva a preguntarse: "¿Es que acaso el deseo de los gays y de las mujeres vale menos que el de los hombres heterosexuales?".
Según la periodista en provincias canadienses como Ontario, Saskatchewan y Columbia Británica las mujeres, después de importantes batallas legales, se han ganado el derecho de hacer topless en lugares públicos, tal como lo hacen los hombres.
De hecho, cita el caso de una mujer del grupo activista Femen, que en pleno Gran Premio de la Fórmula 1 apareció en topless y fue arrestada. Sin embargo la detención se produjo no por su torso desnudo sino porque simuló masturbarse con un vibrador.
La gran conclusión de la periodista Lili Boisvert después de su experimento es que fue una caminata interesante, divertida. Lo único que le preocupó fue no llevar una sola gota de bloqueador solar encima.
Ella retó a Montreal sin camiseta y sin brasier
Jue, 11/09/2014 - 07:02
Después de que una niña de tres años fuera censurada por no usar la parte superior del vestido de baño en una piscina pública de Montreal, y que una mujer egipcia registrara la manera en que es a