
En los planes de María Jiménez Pacífico nunca estuvo ser modelo a pesar de los esfuerzos de su mamá, quien a los seis años de edad la inscribió en una academia de modelaje. Su cuerpo robusto no encajaba con los estándares de belleza que vendían las revistas de moda y pasarelas. “Era rellenita y sufrí de bullying (matoneo) en el colegio durante diez años. Entonces nunca pensé en ser modelo cuando grande”, dice. En cambio, soñaba con ser médica forense por influencia familiar.
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El rumbo de su vida cambió cuando dejó la ciudad de Cartagena y se mudó al otro lado del mundo, al lugar de la Tierra más parecido a la Luna: Islandia. Allí llegó a los 16 años. En un inicio le ofrecieron que hiciera fotografías y aceptó sin problema. Era un trabajo ocasional que no la trasnochaba.
En 2011 la propuesta de un fotógrafo islandés, famoso por hacerle las fotografías a las reinas de belleza en Islandia, la sorprendió. Él se ofreció hacerle un portafolio profesional. Al terminarlo, María lo llevó a una agencia de modelos y a los dos días ya tenía su primer trabajo para posar en una revista llamada Nude Magazine. En menos de dos meses tenía su agenda repleta de jornadas de modelaje. “Sentí que todo el mundo quería trabajar conmigo porque era la novedad”.
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A sus 25 años María es la pionera del modelaje de tallas grandes en Colombia. Sus curvas, ojos expresivos, boca carnosa, sonrisa cautivadora y carisma la han convertido en la modelo colombiana plus size con más reconocimiento internacional.
Ha trabajado para marcas como Zara, Topshop, Dorothy Perkins, Vero Moda, Karen Millen y Lindex. También para el estilista Karl Berndsen. En Islandia es la imagen de reconocidos diseñadores de moda como Sigrún Lilja, quien diseña para artistas de Hollywood como Eva Longoria. Esta costeña además ha desfilado en la Copenhagen Fashion Week para la marca Carmakoma y posó para Vogue Italia. Siempre lleva con orgullo los 116 centímetros que mide su cadera, los 97 de su cintura y los 112 de busto. Mide 1.73 centímetros y nunca revela su peso. Es un secreto que hace parte de su esencia. Está entre la talla 14 y 16.
María tiene sus kilos de más y es una modelo de talla grande pero sigue varias rutinas para cuidar su cuerpo. “Mantenerme activa es muy importante para sentirse vital y para tener buena salud mental”. Suele caminar, ir al gimnasio, practicar aeróbicos y bailar. Con estos ejercicios busca fortalecer sus músculos y tener todo en el lugar correcto. En cuando a su alimentación come de todo pero de manera saludable y solo se cuida de no dejarse tentar por los dulces.
No es una modelo convencional ni lleva una vida de glamour como cualquiera podría imaginar. Ella se toma su trabajo de manera distinta. “Mi misión es ser un buen ejemplo para las mujeres y niñas que me ven. Buen ejemplo para las otras en muchos aspectos de la vida”.
Se denomina activista de la diversidad de tamaños en los cuerpos y dice que tiene una misión en el país: “Quiero ser vocera y activista de la diversidad de tamaños en Colombia. Quiero que las mujeres colombianas se amen y acepten como son. Las niñas deben dejar de sufrir con los estándares de belleza”, dice.
Para María ser la voz de las mujeres es lo mejor de su trabajo como modelo. “He podido ser voz para mujeres que se han sentido muy mal psicológicamente por su autoestima baja. Gracias a Dios he podido hablar con ellas directamente y ayudarles a construir su propia visión de los cuerpos. Yo misma lo sufrí cuando era niña por el bullying y no era feliz conmigo misma. Ahora estoy muy segura de mí misma y utilizo esto para ayudar a las niñas que se sienten mal”, comenta.
En una ocasión una niña islandesa que sufría de anorexia le envió una carta a María. Le contaba que tenía anorexia y se sentía muy mal con su cuerpo. “Me decía que no sabía qué hacer y soñaba con ser modelo”. Le confesó que tenía problemas de autoestima y le pidió un consejo. “Se me rompió el corazón. La busqué y hablé con ella directamente. Hoy en día la niña es modelo acá en Islandia”.
“No vinimos a sufrir a este planeta por cánones de belleza. Hay que romper esos esquemas. Amarse a sí mismo y sentirse bien en su propia piel. Gozarse lo que posees. La belleza está en todos los tamaños, lo importante es ser único. No hay una cosa más linda que mantener su propia esencia”.
María logró cautivar el mercado del modelaje en Islandia por una sola razón: su belleza natural. Comenta que en este país “entre más natural eres más hermosa. La verdadera belleza la ven en lo natural. Acá no predominan las siliconas, ni pelo postizo. Hay mujeres esbeltas y otras más robustas. Pero son de mentalidad abierta y no están tan pendientes de los estándares”.




