
Una famosa sin fama. Eso fue durante ocho años Lady Noriega. En diálogo con KienyKe.com, la actriz y modelo habló del "infierno" que tuvo que vivir por culpa de una cirugía plástica mal practicada. Durante ese tiempo lloró sin consuelo y tuvo que rechazar muchas ofertas de trabajo. Su cara estaba desfigurada.
"Yo trabajo es con mi cara, por eso la desfiguración del rostro era algo que yo no aceptaba. Cuando me hice la operación, por allá en el año 2000, fue para perfeccionar mi registro ante las cámaras; fui a donde una 'súper médica', miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica en Bogotá, alguien reconocida y me confié. Me aplicaron una sustancia que según la médica, venía de Francia. Fue un procedimiento de anestesia local y no ambulatorio, pero para mi sorpresa, seis años después, empezó el infierno”, cuenta Leidy, quien en ningún momento se le pasó por la cabeza demandar a la cirujana.
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“Yo sé que ella no lo hizo por gusto, somos humanos y en cierta parte entiendo que a veces se falla, si yo demandara a alguien sería al Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) porque finalmente son ellos los que dejaron entrar esa sustancia a Colombia”, dice.
“Fue peor la cura que la enfermedad”
La Leidy de ahora, una mujer madura que habla de este capítulo en su vida como “tema superado” y a quien próximamente veremos en las pantallas de Univisión representado personajes en el programa de investigación 'Crónicas de Sábado', dirigido por el periodista Félix Debedut, recuerda con lágrimas que nadie la quería ayudar a mejorar su apariencia.
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“Inicialmente contacté a la médica que me inyectó el producto, y lo que ella hace es rajarme la cumbamba y dejarme peor, no tenía ni idea de qué hacer conmigo, luego visité cuatro reconocidísimos médicos, con el que mejor me fue, me dijo que era mejor que me acostumbrara a mi nuevo rostro, que no había nada por hacer. Sinceramente me di al dolor y me aparté de la televisión, pero comencé a escribir y dirigir obras de teatro, cosa que me encanta. Sin embargo, ser víctima de esto es muy duro y lo peor es que en este país nadie te ayuda, ni siquiera el médico que te operó, además me engañaban, pues hubo unos médicos que con mentiras me hacían unos procedimientos costosísimos que lo único que causaron fue deformarme más”.
Sin esperanzas, aburrida y recordando los comentarios negativos que la gente le decía cuando dejó de estudiar ingeniería de sistemas e ir tras su sueño de ser artista, Leidy pensaba que estaba derrotada y que no había nada más por hacer, pero para su sorpresa conoce en Medellín en el 2011, a su actual esposo, Rodolfo Chaparro, quien es miembro activo de la Asociación Colombiana de Cirugía Plástica (ACCP) y quien la sacaría de esa pesadilla.
“Viajo a Medellín para ayudar a un amigo a hacer campaña política y lo último que se me pasó por la mente fue visitar algún médico, casualmente a una amiga le pasó lo mismo que a mí y Rodolfo la curó.
Ella me comenta pero yo no muestro interés. Después de la insistencia de mi amiga accedo. Él me dice que en 40 minutos me arregla la parte de mi labio que estaba deforme, yo no le creí y me fui, después Rodolfo me empieza a insistir y me muestra fotos de los cambios de las reconstrucciones que él había hecho y accedo a la intervención e inmediatamente se me vio el cambio”, cuenta la artista que cumplió dos años de matrimonio. “Todavía estoy en la luna de miel”, dice mientras se seca las lágrimas y muestra una sonrisa.
Pullas contra la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica
En los últimos meses se viene librando una guerra entre la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica y la Asociación de Cirugía Plástica. Noriega no duda en tomar partido en un debate que tiene que ver, además de la rentabilidad del negocio, con la salud de los colombianos.
“Yo el tema de las cirugías plásticas lo conozco muy bien, pues a raíz de lo que me pasó, quedé marcada. Se supone que me estaban operando los mejores y miren lo que me pasó.
Mi marido, que no es miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, fue quien me salvó. Estás personas (de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica) tienen un monopolio entre las familias y no dejan entrar médicos buenos, si no a los que ellos quieran. Me parece increíble que los médicos de este país se tengan que ir a estudiar a otro lado, y que al regresar esta sociedad los desacredite.
A los que no son de la rosca, la SCCP les dice que no son especialistas, ni médicos y fuera de eso se han encargado de hacer todo un sesgo en los medios", sentencia.
Aunque ya tiene la mayor parte de su rostro recuperado, aún quedan algunas secuelas que ha tratado de desaparecer durante los últimos dos años.
“Tener cicatrices en la cara no es fácil, yo lo viví y hago parte de las víctimas deformadas de este país, por la falta de seguridad en la salud. En Colombia sí hay una mafia y sí hay una rosca en el área médica, sobre todo la que tiene que ver con la cirugía plástica, sus miembros lo han convertido en un clubcito cerrado que empezó hace 60 años. ¿Quién regula esto? De verdad que es muy triste”.
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Lady, que dice estar enfrentada a una gran mafia de políticos y médicos, habla con convicción y sin miedo. Tampoco lo tuvo cuando rechazó a Pablo Escobar. "Una vez tuve que salir de Medellín porque el mafioso más poderoso del país se había obsesionado conmigo y me estaba invitando constantemente a salir, cuando lo rechazo por tercera vez me amenazó y tuve que irme, porque era una culigada de 20 años, pero ahora nada me asusta y aunque he recibido muchos insultos y críticas en los medios, aquí me quedo para seguir diciendo la verdad”, dice.
“Medellín superó el narcotráfico, pero le quedó la prostitución”
Para la artista no solo es triste que la cirugía plástica sea “manipulada”, sino que en Medellín, ciudad que la vio crecer, abunde la prostitución.
“Si bien esta ciudad superó el narcotráfico, hay otro mal silencioso que crece. Me he quedado aterrada cuando voy al Parque Lleras y veo niñas y niños prostituyéndose. A los jóvenes se les está haciendo a un lado”, dice Leidy, quien sin querer hacer política, piensa en que si recibiera una propuesta para apoyar a los jóvenes con arte lo haría hasta gratis.
En la política ya lo intentó. En 2001 fue candidata al Concejo de Medellín, avalada por el partido Cambio Radical.
Rechazó a Pablo y cree en Popeye
Cuando escucha el alias “Popeye”, piensa que es una persona que puede ayudar a que los jóvenes se alejen del mundo de la delincuencia.
“Si el hombre está metido con los jóvenes y siendo youtuber los quiere ayudar, que lo haga, que ayude a cambiar el imaginario ese de quien tiene las armas, es quien tiene el poder.
Ahora, lo que me preocupa es que en un país como este, 'Popeye' es considerado un héroe y a un médico especializado se le considera casi que un asesino por no pertenecer al grupito de mafiosos de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica".
La Noriega migró a la web
Con la serie web “Famosas en La Inmunda”, que se está grabando en Bogotá, Leidy aceptó migrar a otras plataformas para seguir con su carrera. “Es una serie escrita por Marcela Posada, la jirafa de Betty la Fea", se ríe.
"En la serie se representan situaciones de mujeres que el medio ha archivado por la llegada de nuevos talentos, es bastante divertida y muy diferente a todo lo que yo he hecho. Son capítulos de cinco a ocho minutos que se podrán disfrutar por la red”, dijo en el diálogo con KienyKe.com, quien termina con un mensaje a quienes la critican: “Recuerden que yo también tengo derecho a envejecer”.


