Liliana Jiménez Molina y María del Campo son dos mujeres completamente diferentes pero que tienen un propósito común: el amor por el cacao, el campo y la gente que día a día se dedica en cuerpo y alma a su producción en el país.
KienyKe.com habló con María del Campo para conocer cuando se convirtió en la representante de las miles de familias colombianas que están detrás de los cultivos del mejor cacao del mundo.
Fue hace alrededor de 7 años cuando Liliana fue elegida por primera vez como ‘María del Campo’, la imagen de la cacaocultura colombiana, un título que en cifras la hace la representante de cerca de 52 mil familias productoras de cacao fino que han posicionado a Colombia como uno de los productos mejor calificados y con mejor grano a nivel mundial según el más reciente certamen cacaotero, ‘Cacao Of Excellence Awards’, celebrado en Países Bajos en donde la muestra de cacao llanera, de la Cooperativa Multiactiva Nodo Agrícola Cacaotero, recibió el galardón ‘Cacao de Oro’.
Pero esta representación va mucho más allá de un personaje promovido por la Federación Nacional de Cacaocultores, (Fedecacao), pues María del Campo tiene la misión no solo de portavoz frente a actores nacionales e internacionales; sino también de ser una figura de empoderamiento para las mujeres rurales del país.
Los pilares que mueven a esta colombiana son seguir trabajando por buscar mayor igualdad, sostenibilidad y prosperidad para los cacaocultores colombianos que siguen tocando puertas para que el mundo conozca el potencial de este producto que en zonas como San Vicente de Chucurí, en donde el cacao se convirtió en sinónimo de paz luego de que fuera el fruto con el que muchos campesinos de este municipio de Santander sustituyeron sus cultivos ilícitos.
¿Quién está detrás de la imagen de la cacaocultura colombiana?
La mujer que viajó hasta Ámsterdam para representar a Colombia en este importante encuentro en el que estuvieron presentes más de 50 países es Liliana Jiménez Molina, una paisa que ha prestado su voz a este personaje para hablar en distintos espacios académicos, políticos y sociales, durante los últimos años y desde allí a buscado afianzado el vínculo de los y las productoras con Fedecacao, además de promocionar el cacao colombiano en escenarios comerciales nacionales e internacionales.
‘’Nosotros quisimos homenajear a los cacaoteros pero especialmente a la mujer, esto porque ellas se hicieron cargo de sus familias y fincas ya que por orden público los hombres tuvieron que irse y ellas, cumplieron un gran rol de liderazgo; por eso este es un homenaje a María del campo, quien es la imagen de la mujer cacaotera. Así como Juan Valdes es icono del café, María del Campo es el icono del cacao”, afirmó Eduard Baquero López, presidente de la Federación Nacional de Cacaoteros, Fedecacao.
Además, María del Campo ha inspirado el liderazgo, empoderamiento y emprendimiento en las mujeres cacaocultoras y está acompañando e impulsando la evolución de la cultivadora colombiana de la mano de todas las personas que forman parte de la cadena del cacao y el chocolate.
La historia de Liliana y de cómo llegó a ser ‘María del Campo’ parte de sus años trabajando en el Eje Cafetero y de una propuesta de su esposo que la llevó a dejar su vida en Bogotá, lugar en el que había vivido por más de una década y que terminó por llevarla a replantear absolutamente todo: "Un día me preguntó si yo estaría dispuesta a irme a vivir al campo. Le dije que sí sin pensarlo dos veces".
Su vida en el campo fue otra y mientras eso pasaba se presentó a un concurso de Fedecacao para elegir a la próxima representante del cacao colombiano. Los requisitos para poder postularse consistían en ser cacaocultora, conocer sobre la Federación y todo lo relacionado con el mercado.
Así fue como entre las 640 candidatas que se presentaron, fue Liliana quien logró llevarse el lugar. Además su visión y amor por el campo la hicieron la representante perfecta para que ella fuera quien visibilizara el trabajo de miles de cacaocultores.
¿Quién diseñó el traje de María del Campo?
Quienes han visto a María del Campo en algún evento saben que luce un vestido que tiene un vestido que esconde el trabajo de una diseñadora bogotana llamada Martha Isabel González que con su talento para la confección logró darle una identidad auténtica a este personaje.
Según la diseñadora, la falda es el lienzo donde se plasmaron los colores del campo colombiano y enmarca la biodiversidad a través de las flores, las aves y las mariposas. El mapa de las regiones destaca los distintos orígenes del cacao colombiano y los proyecta al mundo en un sueño exportador.
Asimismo, la falta cuenta con el dibujo de una familia que representa el amor, la unión y la solidaridad; valores necesarios para darle vida al campo y lograr la productividad y calidad que hace que nuestro producto sea reconocido como fino y de aroma.
En la blusa a la altura del pecho se destaca el mapa de Colombia y en las mangas el tricolor para facilitar la ubicación geográfica de nuestra imagen en los escenarios nacionales e internacionales.
Finalmente, el árbol de cacao que entrega sus mazorcas para ser desgranadas, fermentadas y secadas, es una invitación a mantener el cuidado y la dedicación en la poscosecha con el fin de destacar el perfil sensorial del cacao colombiano.