
Una mujer de armas tomar, sofisticada, discreta y religiosa, así se conoce a Michelle Bolsonaro, quien desde este martes 1 de enero se convirtió en la nueva primera dama de Brasil.
Su nombre completo es Michelle de Paula Firmo Reinaldo. Nació en medio de una familia humilde, en Ceilandia, cerca a la capital, Brasilia. Siempre ha preferido mantener un perfil bajo, lejos de los reflectores y de las cámaras, más bien se ha dedicado a mantener la imagen de una mujer conservadora, buena y religiosa.
Intentó acercarse al mundo del modelaje, pero decidió que eso no era lo suyo, así que desistió del camino. En el 2007, luego de varias labores de paso, trabajó como secretaria parlamentaria en el Congreso Nacional de Brasil, donde conoció a Jair Bolsonaro, mientras que él se desempeñaba como diputado representando al Estado de Rio de Janeiro.
A pesar que se llevan más de 20 años, allí comenzó su relación sentimental. Poco después Bolsonaro le ofreció un jugoso puesto: ser asesora en su gabinete personal y al poco tiempo le dio el "sí" para contraer matrimonio civil. Sin embargo, tuvo que renunciar al cargo, debido a la prohibición del nepotismo en la administración pública, pero nada impidió seguir con ese amor.
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Su matrimonio siguió andando. En el 2013 reafirmó su unión con Bolsonaro en medio de una ceremonia religiosa y producto de esa relación nació Laura.
En la ardua campaña presidencial, Michelle apareció pocas veces en público y decidió hacer privadas sus cuentas de redes sociales. Se mantuvo discreta, no opinó frente a las polémicas declaraciones machistas y discriminatorias de su esposo; pero sí expresó públicamente todo su apoyo, a pesar de las miles de críticas de las propuestas que el actual mandatario pretende implementar.
Michelle Bolsonaro es una mujer de gustos simples, dispuesta siempre a ayudar. Es miembro de la Iglesia Bautista Atitude, donde colabora educando a menores de edad que padecen de deficiencias auditivas, debido a que aprendió lenguaje de señas. Gracias a esta habilidad, se le vio traduciendo alguno de los discursos de Bolsonaro transmitidos por redes sociales, para llegar así a más público.
Aprendió ese lenguaje por su madrastra y a partir de ahí se ha convertido en un medio para ayudar a las personas. En la posesión presidencial de este 1 de enero, Michelle sorprendió al mundo al dar su discurso en lenguaje de señas mientras otra mujer hacía la voz. A parte de algunas frases de campaña de su esposo, la primera dama aseguró: "Agradezco a Dios de poder ayudar a la gente que más lo necesita: Ahora como primera dama voy a ampliar eso y es un gran privilegio poder contribuir y trabajar para ayudar a todos los brasileros".
Ahora, con la elección de su esposo como presidente de los brasileños, se espera que Michelle Bolsonaro haga un gran papel, que no se deje opacar por la sombra de su marido, sino que desde su labor en los trabajos sociales, dé de qué hablar ante la opinión pública de Brasil y del mundo.