En Venezuela los golpes de estado, exitosos o fallidos y el manejo del país por parte de los militares, son una constante en su historia. En el siglo XIX la democracia no logró sobrevivir y solo hasta 1948 pudieron elegir a un presidente por voto popular: Rómulo Gallegos.
El político y también novelista solo logró gobernar nueve meses porque lo derrocaron, en cambio a Nicolás Maduro lo han intentado tumbar en 6 ocasiones, sin resultado.
El vecino país parece que heredó de Simón Bolívar el afán por mantener la libertad, pero también la vocación a aprobar a los dictadores, civiles o militares como él, con rasgos de caudillo.
El poder detrás del trono
En el intento de darle un golpe de estado a Maduro, encabezado por Juan Guaidó y Leopoldo López, los militares tuvieron un papel importante el pasado 30 de abril.
A pesar de la oposición interna y la presión de por lo menos 54 países del mundo que piden su salida, a Maduro, quien lo sostiene en Miraflores, es el general Vladimir Padrino López, Para muchos, el Ministro de Defensa es quien tiene 'la sartén por el mango'.
Un repaso de los presidentes de Venezuela en el siglo XX permite ver lo poco firme que es su democracia y como las Fuerzas Armadas tienen un gran poder para controlar la política del país y dar golpes de estado.
Cipriano Castro cerró el siglo XIX e inaguró el nuevo milenio con un golpe conocido como la Revolución Liberal Restauradora.
Tras un golpe de estado, Juan Vicente Gómez ocupó la presidencia, primero encargado y luego como jefe de estado constitucional y fue quien controló a las Fuerzas Armadas.
Gómez gobernó durante 5 años con interrupciones en las que estuvieron en el poder dos encargados y luego en elecciones indirectas logró seguir en el poder por 7 años más.
Lo sucedió Juan Bautista Pérez quien renunció y de nuevo en elecciones indirectas Gómez volvió a la presidencia donde permaneció hasta su muerte.
En 1935 el general Eléazar López Contreras, ministro de Guerra y Marina, asumió la presidencia como encargado; después el congreso lo eligió en propiedad y gobernó durante cinco años.
Junta revolucionaria
Del 41 al 45, el gobierno estuvo a cargo de Isaías Medina Angarita, quien también fue Ministro de Guerra y Marina fue elegido por el Congreso, al finalizar lo reemplazó una Junta Revolucionaria con Rómulo Betancout como presidente por dos años y cuatro meses. Le siguió el ya mencionado Rómulo Gallegos quién fue elegido por voto popular.
Un golpe de las Fuerzas Armadas derrocó a a Gallegos y puso como presidente al Ministro de Defensa Carlos Delgado Chalbaud, a quien en noviembre de 1950 asesinaron en extrañas circunstancias.
La junta militar designó en su reemplazo a Germán Suárez como presidente provisional y después lo cambió por el militar Marcos Pérez Jiménez, quien gobernó dos años.
Tras la aprobación de una nueva constitución la Asamblea Nacional lo designó para cinco años más, perdió el apoyo de los militares y salio huyendo del país.
Los militares instauraron una nueva Junta encabezada por Wolfang Larrazábal, quien permaneció 9 meses en la presidencia. Convocó a elecciones y ganó Rómulo Betancourt, quien completó los cinco años en el poder, después de sobrevivir a un atentado.
Presidentes por voto popular
Desde 1964 hasta el 1989 cinco presidentes seguidos fueron elegidos por voto popular: Raúl Leoni, Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez (elegido en dos períodos), Luis Herrera Campins y Jaime Lusinchi.
A Carlos Andrés Perez en un segundo período, lo intentó derrocar Hugo Chávez con un golpe de estado que falló. En mayo de 1993, a un año de terminar su período, Pérez fue separado del cargo por la Corte Suprema de Justicia acusado de peculado y malversación de fondos.
El Congreso designó a dos presidentes encargados y después fue elegido Rafael Caldera, quien culminó su período y fue sucedido por Hugo Chávez, quien ganó tres elecciones, luego que promoviera la reforma de la Constitución en favor de la reelección.
El período presidencial fue ampliado a 6 años. Chávez no alcanzó a gobernar, después de su última reelección, porque falleció de cáncer en marzo de 2013.
A Chávez lo sucedió su vicepresidente, Nicolás Maduro. En 2018 se presentó nuevamente como candidato para ser reelecto, en un proceso comicial considerado ilegítimo y fraudulento para la oposición y los gobiernos de 54 países del mundo.
Hoy hay un presidente interino nombrado por la Asamblea Nacional y su intento de derrocar a Maduro no le ha salió bien. Un sector atribuye su fracaso a la falta de apoyo de la cúpula militar, que como lo demuestra la historia venezolana, tienen mucha experiencia en poner y quitar presidentes.
Visión de un historiador
KienyKe dialogó con Gustavo Vaamonde, miembro de la Academia Nacional de Historia de Venezuela, quien es un estudioso de la realidad de su país. Estas fueron sus respuestas:
—¿Por qué los intentos de golpe de estado en Venezuela han tenido tantos fracasos en su historia?
—La pregunta es difícil responder, ya que la mayoría de los intentos de Golpe de Estado en Venezuela, aplico el término para el siglo XX, lograron su propósito, 1908 1945, 1947, 1958. En este período pueden tomarse como fallidos algunos intentos de la década de los años 60 y el de febrero de 1992, golpes militares clásicos.
Sin embargo, los institucionales se han impuesto, como el que ocurre en Venezuela desde 2015 y 2016 cuando se violó el Reglamento para la elección de los miembros del Tribunal Supremo de Justicia y la anulación de un Referendo Revocatorio.
—¿La única opción para sacar a Maduro es un alzamiento militar?
—Hay propuestas para esa salida, la principal sería una elección presidencial con un nuevo Consejo Nacional Electoral y una depuración de la Base del Registro Electoral.
—¿Cree en la versión que dice que Maduro estaría negociando su salida?
—Seguro que puede estar ocurriendo. Sí lo afirmaron altos responsables de los EEUU y es una de las posibles soluciones, seguramente que sí hay contactos para buscar una salida negociada.
Lo que sigue
—¿Si las fuerzas armadas no apoyan a Guaidó que otra salida le queda a Venezuela?
—Tiene el apoyo de la mayoría del pueblo venezolano, entre un 64 y un 76 % según las encuestas, y una enorme y creciente presión internacional.
Pesa sobre el estado una prohibición de endeudamiento internacional, a futuro el régimen deberá buscar una salida pactada o electoral.
—¿Las opciones de alzamiento militar abren una posibilidad de sacar a Maduro y dar un golpe e estado?
—Es poco viable que se de un golpe militar y haya una nueva dictadura. La observación internacional del proceso político venezolano es intensa, eso hace difícil que se repita un modelo personalista y autoritario.
Ante el vacío de opciones políticas en el país puede aparecer un outsider que anime al pueblo a verlo como un nuevo Mesías.
—¿Qué posibilidades políticas le ve a Juan Guaidó, Leopoldo López y Henrique Capriles?
—Guaidó ha sido la revelación política del momento. Es joven y no trae los vicios de otros políticos. A Leopoldo y a Capriles les pasó su momento, esto lo ratifican las encuestas. Menos de 3% de aceptación los dos últimos.
—¿Hay similitudes entre lo qué pasó con Noriega y lo que está pasando con Maduro? ¿Cree posible que termine en la cárcel?
—No lo veo igual ya que hasta el momento Maduro no tiene ninguna acusación en específico. Lo de la invasión a esta altura parece improbable ya que se anuncia, se anuncia y no se hace. El Congreso de EEUU ha indicado que no apoyará acciones militares.
