Además de ser reconocida entre otras cosas por el espectáculo natural de avistamiento de ballenas, Bahía Solano, es la tierra que vio nacer a la Primera Ministra de una cartera recién creada: Mabel Gisela Torres Torres, quién está al frente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación desde el 30 de diciembre de 2019.
Con motivo de la celebración del día de la afrocolombianidad, Kienyke.com habló con la Ministra a cerca del papel de los afrodescendientes en materia de Ciencia, Tecnología e Innovación y sobre los retos que día a día asume desde el Ministerio para que Colombia sea un país donde “el conocimiento es de todos”.
Todos los caminos conducen a casa
A pesar de vivir los primeros años de su vida en el municipio de Bahía Solano, Torres ha vivido diferentes procesos de desplazamiento, guiados por su pasión por la academia y el interés por aprender siempre un poco más, cuando tenía nueve años se desplazó a El Valle: “fue una distancia corta, yo me fui a estudiar bachillerato a este pueblito que está muy cerca de Bahía Solano”.
Desde ese entonces se podía vislumbrar su espíritu de liderazgo, al crear junto con otros amigos de su edad grupos de lectura y espacios para escuchar a los abuelos como una forma de compartir el tiempo libre.
Antes de graduarse como bachiller Torres viajó a Quibdó para cursar los últimos años. Posteriormente se instaló en Cali junto con su hermano a la edad de 15 años para ingresar a la Universidad del Valle donde estudió Biología-Química.
Vivió también en México donde realizó sus estudios doctorales en Ciencias Biológicas en la Universidad de Guadalajara y una estancia posdoctoral de una año en ‘Bioprospección y Sistemática de Hongos’. Cuenta que luego de vivir siete años fuera de Colombia, su regreso al país le permitió comprender muchas prácticas y saberes aprendidos en la niñez y que, de alguna manera hacen parte de su esencia.
“Yo me crié en un útero territorial en el que a falta de muchas de las soluciones formales en el territorio las situaciones se resolvían con los recursos que tenía la gente”, añadió.
La Ministra destacó que estas prácticas de migración le han permitido reconocer el valor del territorio: “agradezco mucho haber nacido en el Pacífico porque es la región que me ha enseñado a valorar lo pequeño, que a veces parece insignificante y eso también es una lección de humildad”, precisó.
Una apuesta por el territorio
Antes de llegar al su cargo, la Ministra hizo parte de la Misión Internacional de Sabios, una iniciativa del Gobierno Nacional que tenía el objetivo de aportar a la construcción e implementación de la política pública de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación y formular las estrategias que necesita el país para responder a diferentes desafíos productivos y sociales.
Torres es enfática al decir que sus aportes estuvieron enfocados en la visión territorial de las propuestas que se platearon dentro de la Misión de Sabios y explica también que trabajó en una apuesta para reconstruir el tejido social en el país a través de la bioeconomía y la economía sostenible.
Cuenta que este modelo permitió establecer un diálogo horizontal con diferentes actores de la sociedad por ejemplo, “nuestros ancianos se sentían importantes cuando les preguntábamos por su conocimiento”.
Empirismo y método
Desde hace varios años, cuando se desempeñaba como docente en la Universidad Tecnológica del Chocó, la hoy Ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación ha trabajado por la complementariedad entre entre el método y la academia, con el empirismo y los saberes ancestrales.
“He trabajado por valorar al ser humano desde lo que es, como portador de conocimiento y retroalimentar mi qué hacer científico desde lo que hago y el ejercicio de laboratorio”.
Resalta además, que quienes habitan el territorio tienen un conocimiento que parte del día a día, mientras que los investigadores académicos le abordan desde el rigor necesario del método científico y la información propia de estas prácticas.
Regionalización y democratización
“Cuando vemos las cifras, las regiones donde están asentadas las comunidades afro en Colombia son los lugares que tienen brechas de inequidad más grandes, donde hay menos inversión de ciencia y tecnología y menos capacidades en infraestructura”.
La Ministra explicó que históricamente ha habido dos elementos que influyen de alguna manera en la participación de las comunidades afro en ciencia y tecnología. El primero es la disposición geográfica del territorio que dificulta la conectividad en el país. El segundo es el fortalecimiento de imaginarios que no sitúan a la población afrodescenciente como miembro activo en la creación de conocimiento científico.
Sin embargo destacó que mundialmente la población afro ha sido muy importante en la generación de nuevo conocimiento, “aunque no es un grupo muy grande empiezan a ser muy visibles muchos afros en temas de ciencia y tecnología”.
Finalmente, la Ministra explicó que desde el la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación buscan “construir instrumentos que integren a las poblaciones que han estado desconectadas del país” a partir de una estrategia denominada la ruta territorial que tiene el objetivo de mejorar la inversión en infraestructura y democratizar el conocimiento en el país, entendiendo las prácticas propias de cada región.