Laura Mendoza es bogotana, tiene 22 años y estudia Antropología en la Universidad Javeriana. Actualmente trabaja en una empresa de investigaciones.
El pasado viernes no imaginó que una noche de fiesta, terminaría en lo que terminó. Salía de labores cuando decidió encontrarse con tres amigos en la calle 85, al norte de Bogotá. Pasadas las 10 de la noche abandonó el lugar en el que se encontraba pues le habían comentado de una fiesta en el reconocido sitio de música alternativa, Billares Londres, ubicado en el centro de la capital colombiana.
Leer también: La pelea del hijo de Jacanamijoy con un bar de Bogotá
Una amiga de Laura la había inscrito en una lista de reservación por lo que la entrada al lugar iba a ser más fácil de lo aparente. Llegaron al bar, hicieron la fila y cuando se disponían a ingresar, el portero le preguntó a uno por uno si estaba incluído en una lista, a lo que ellos respondieron que sí.
Tres de sus amigos ya habían pasado los controles y cuando Laura Mendoza los iba a alcanzar, el responsable del ingreso le dijo a la acompañante de la estudiante que todos podían ingresar menos ella. Según la denunciante, el argumento que utilizaron los encargados del bar fue la reserva al derecho de admisión ya que la mujer de 22 años no contaba con el atuendo requerido para entrar al sitio de rumba.
A la derecha de la foto está Laura Mendoza, quien el pasado viernes se disponía a entrar a Billares Londres. No pudo hacerlo.
"Yo le respondí al guardia de seguridad,¿ por qué no me deja ingresar, porque soy negra? Y el portero comenzó a tartamudear y dijo que no era por eso. Él comentó que era por el código de vestimenta del lugar, pero yo iba vestida igual que mis amigos. Incluso, habían personas con tenis y jeans que ingresaron al bar. El argumento se cae de su peso y ellos tomaron la decisión por mi color de piel", asegura.
En ese preciso momento los cuatro amigos decidieron abandonar el sitio, apoyados por las personas que estaban haciendo fila quienes se dieron cuenta de lo ocurrido. "Me parece una bobada pelear con una persona que está a la entrada de un lugar, ellos siguen órdenes. Lo importante del caso es divulgarlo ya que lo paradójico del asunto es que hagan esta clase de atropellos en un bar que dice ser alternativo".
Mendoza cuenta que es la primera vez que sufre este tipo de discriminación. Dice que ella no pertenece a ninguna organización que apoye la reivindicación de la raza negra y que además viene de un contexto igualitario ya que fue adoptada por una familia blanca-mestiza."Me parece terrible que hoy en día se sigan presentando casos como estos".
Laura recomienda a todas las personas que son testigos de estos actos discriminatorios, apoyar con sus acciones y ser reflexivos ya que ese viernes, unas personas se indignaron pero otras aprovecharon la situación para burlarse.
"Si saben que hay lugares que discriminan, no vayan a esos sitios que enriquecen los bolsillos de las personas que marginan a la gente por su color. El problema ese viernes no fue solo mío, éramos cuatro personas. Siempre que se afecta el individuo se afecta la colectividad que lo rodea. Billares Londres reproduce la segregación social, en tiempos en los que se habla de respeto a la diferencia".
Laura Mendoza no volverá a este bar y comenta que aunque es algo cotidiano, ella siempre escucha todo tipo de cosas al ir a los 'rumbeaderos' capitalinos. "Se vuelve una incertidumbre entrar a cualquier sitio, muchas veces opera el dispositivo de segregación social, se excusan en varios pretextos que a la larga se vuelven efímeros. Es una sociedad que retrocede y no progresa".
La antropóloga de 22 años termina su historia diciendo que el racismo se sigue reproduciendo y más en una acción tan banal como irse de fiesta. "Uno a veces dice: ni siquiera me atrevo a entrar a un lugar para no pasar por la pena".
Billares Londres, funciona en el centro de Bogotá. Restaurante de lunes a viernes y club de jueves a sábados.
No hay respuesta del bar
Hasta el momento de la publicación Kienyke.com intentó comunicarse con los dueños del lugar que funciona como restaurante, bar y discoteca pero no ha recibido respuesta.
Sanciones
Hoy por hoy Colombia cuenta con una Ley Antidiscriminación, especificamente la ley 1482 que permite avanzar en la lucha contra la discriminación, penalizando el racismo y todo tipo de actos relacionados.
El reglamento tiene por objeto garantizar la protección de los derechos de una persona, grupo de personas, comunidad o pueblo, que son vulnerados a través de actos de racismo o discriminación.
A partir de primero de diciembre de 2011 las personas que incurran en actos de discriminación por razones de raza, etnia, nacionalidad, sexo y orientación sexual, sufrirán drásticas sanciones tanto penales como económicas.
A la derecha de la foto está Laura Mendoza, quien el pasado viernes se disponía a entrar a Billares Londres. No pudo hacerlo.
"Yo le respondí al guardia de seguridad,¿ por qué no me deja ingresar, porque soy negra? Y el portero comenzó a tartamudear y dijo que no era por eso. Él comentó que era por el código de vestimenta del lugar, pero yo iba vestida igual que mis amigos. Incluso, habían personas con tenis y jeans que ingresaron al bar. El argumento se cae de su peso y ellos tomaron la decisión por mi color de piel", asegura.
En ese preciso momento los cuatro amigos decidieron abandonar el sitio, apoyados por las personas que estaban haciendo fila quienes se dieron cuenta de lo ocurrido. "Me parece una bobada pelear con una persona que está a la entrada de un lugar, ellos siguen órdenes. Lo importante del caso es divulgarlo ya que lo paradójico del asunto es que hagan esta clase de atropellos en un bar que dice ser alternativo".
Mendoza cuenta que es la primera vez que sufre este tipo de discriminación. Dice que ella no pertenece a ninguna organización que apoye la reivindicación de la raza negra y que además viene de un contexto igualitario ya que fue adoptada por una familia blanca-mestiza."Me parece terrible que hoy en día se sigan presentando casos como estos".
Laura recomienda a todas las personas que son testigos de estos actos discriminatorios, apoyar con sus acciones y ser reflexivos ya que ese viernes, unas personas se indignaron pero otras aprovecharon la situación para burlarse.
"Si saben que hay lugares que discriminan, no vayan a esos sitios que enriquecen los bolsillos de las personas que marginan a la gente por su color. El problema ese viernes no fue solo mío, éramos cuatro personas. Siempre que se afecta el individuo se afecta la colectividad que lo rodea. Billares Londres reproduce la segregación social, en tiempos en los que se habla de respeto a la diferencia".
Laura Mendoza no volverá a este bar y comenta que aunque es algo cotidiano, ella siempre escucha todo tipo de cosas al ir a los 'rumbeaderos' capitalinos. "Se vuelve una incertidumbre entrar a cualquier sitio, muchas veces opera el dispositivo de segregación social, se excusan en varios pretextos que a la larga se vuelven efímeros. Es una sociedad que retrocede y no progresa".
La antropóloga de 22 años termina su historia diciendo que el racismo se sigue reproduciendo y más en una acción tan banal como irse de fiesta. "Uno a veces dice: ni siquiera me atrevo a entrar a un lugar para no pasar por la pena".
Billares Londres, funciona en el centro de Bogotá. Restaurante de lunes a viernes y club de jueves a sábados.
No hay respuesta del bar
Hasta el momento de la publicación Kienyke.com intentó comunicarse con los dueños del lugar que funciona como restaurante, bar y discoteca pero no ha recibido respuesta.
Sanciones
Hoy por hoy Colombia cuenta con una Ley Antidiscriminación, especificamente la ley 1482 que permite avanzar en la lucha contra la discriminación, penalizando el racismo y todo tipo de actos relacionados.
El reglamento tiene por objeto garantizar la protección de los derechos de una persona, grupo de personas, comunidad o pueblo, que son vulnerados a través de actos de racismo o discriminación.
A partir de primero de diciembre de 2011 las personas que incurran en actos de discriminación por razones de raza, etnia, nacionalidad, sexo y orientación sexual, sufrirán drásticas sanciones tanto penales como económicas.
