¿Qué va a pasar con el Páramo de Santurbán?

Dom, 17/03/2013 - 16:00
La lucha por declarar un área de más de 100 mil hectáreas del páramo de Santurbán lleva más de tres años. A comienzos de enero se declaró una zona de 11.700 hectáreas como Parque Regional San
La lucha por declarar un área de más de 100 mil hectáreas del páramo de Santurbán lleva más de tres años. A comienzos de enero se declaró una zona de 11.700 hectáreas como Parque Regional Santurbán. Se prohibiría explorar y explotar los suelos por parte de cualquier persona o empresa minera que con títulos mineros allí. Esta declaratoria tiene muchas caras: unos se sienten victoriosos, otros no tanto. Los vinculados en el futuro de Santurbán  esperan una nueva delimitación del páramo que definiría, por fin, la zona donde se pueden explotar oro y demás minerales. El panorama no es alentador para el páramo de Santurbán, considerado por expertos como la única fuente de dotación de agua para Bucaramanga y una de las reservas del preciado líquido más importantes de Colombia. Varias personas que tienen algo que ver con el Santurbán cuentan cómo la delimitación de zona de páramo, que debe hacer el Ministerio de Ambiente mediante un acta legislativa nacional, puede cambiar el panorama de la región. Las autoridades y multinacionales tienen claro que en el área paramuna no se permitirá la minería, la agricultura y la ganadería. Lo que están esperando los interesados en la zona es conocer qué será definido como páramo y qué no. La última decisión la tiene el Ministerio de Ambiente, que aún revisa los estudios que el Instituto Von Humboldt y el IIGAC le entregaron, para determinar el área de Santurbán y de los demás  páramos del país. Brigitte Baptiste, Kienyke Instituto Alexander Von Humboldt Brigitte Baptiste, directora del Instituto Alexander Von Humboldt, recalca: “Comparar el valor del agua con el del oro es un ejercicio innecesario. Porque por más que ganemos dinero con el oro nunca podremos sustituir el agua con dinero. No es buen negocio sacar ese oro”. El Humboldt ya entregó el estudio de biodiversidad a escala 1: 25.000 (escala detallada) al Ministerio de Ambiente y así poder determinar desde dónde comienza el páramo en Santurbán. Brigitte cree que la demora está en el análisis de los documentos entregados por el Humboldt y otras instituciones, y en que los abogados del Minambiente determinen qué será lo más adecuado. “Es la última fase de  toda la cadena de gestión”, dice. La labor de Baptiste y del Humboldt  se basa en un acompañamiento al Minambiente para tomar los testimonios de científicos y de autoridades regionales, no sólo la ambientales sino las sociales y mineras. Baptiste asegura que nada de lo que diga el Humboldt se vuelve real o práctico hasta tanto no lo avale una autoridad ambiental: “nosotros somos una autoridad científica”. El Plan de Desarrollo exige que los páramos en Colombia sean delimitados a escala 1: 25.000 y deben estar listos antes de 2014. Esta delimitación permitirá, según la directora del Humboldt, que se tomen mejores decisiones al otorgar una licencia ambiental. Cree que el Minambiente se ha demorado en entregar esta acta porque es un Ministerio nuevo cuyos recursos son escasos. Brigitte dice que la cota del páramo de Santurbán por la vertiente oriental ya está protegida por la Corporación Autónoma Regional de Norte de Santander (Coorponor). La autoridad regional en Norte de Santander estableció una cota de 2.800 metros. Se está protegiendo un área muy grande, pues de allí sale toda el agua para Cúcuta. Sin embargo, en la vertiente occidental la corporación regional de Santander no había hecho esta delimitación, y como no estaba obligada a hacerla, el estudio estaba retrasado. A la corporación no se le exigía adoptar un límite de páramo sino un plan de manejo para mejorar las condiciones de la tierra luego de la minería. “La actividad minera debe desarrollarse con las normas que el Estado determine. Si la actividad es conveniente o no, la autoridad debe decidir con la investigación que nosotros realizamos” afirma Brigitte. El Instituto contó con más 600 millones de pesos para realizar cuatro pilotos, dentro del que está Santurbán a escala 1: 25.000. Fue un convenio con el Minambiente. Brigitte no cree que se entreguen muchos títulos mineros dentro de esa zona: “El gobierno ya definió cuál es el espíritu de la política ambiental con respecto a los páramos. Los páramos son solo el 3% de las áreas del país. Lo que hay es tierra para explorar”. Luz Elena Sarmiento, Kienyke Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) Luz Helena Sarmiento es la directora de la ANLA. Según ella, el papel más importante de esta autoridad en cuanto a explotación minera en la zona Santurbán se dará en unos dos años, cuando las mineras situadas en el área que no sea declarada paramuna comiencen a solicitar las licencias ambientales para poder explotar oro y plata, principales minerales que  se encuentran allí. Fuera del área declarada reserva y del área que no sea páramo, el ANLA puede comenzar a estudiar científicamente si es o no viable entregarles una licencia ambiental.  Por ahora las empresas mineras que se encuentran en la región, como Eco Oro y AUX, están explorando. El derecho a la exploración lo dan las autoridades regionales en Santander. Luz Helena Sarmiento está a la espera de la nueva delimitación a escala 1: 25.000, una escala muy detallada que, por ley, declarará el Ministerio de Ambiente: “Nosotros sabemos que dentro del páramo no se licencia nada, ya lo que quede por fuera de éste, entrará a una evaluación con todas las prevenciones”, dice Sarmiento. No se anticipa en afirmar que fuera del páramo de Santurbán habrá zonas de exclusión, pero por el terreno podrían llegar a darse. “El estudio científico de la limitación es muy importante, debe tener en cuenta la parte biótica, que va a determinar qué es páramo, hay que darle manejo al tema social también, pero si un centímetro es páramo o no se tiene que determinar científicamente no por sentimiento, o parecer”. Las zonas que quedarán fronterizas de lo que es páramo y lo que no, entrarán según Sarmiento a estudios aún más rigurosos: “Ese ecosistema de páramo sí debemos conservarlo… hay que mirar cuál sería la afectación a esa área”. La principal angustia de la directora es la entrega de esta delimitación que el Minambiente debe dar a conocer: “En la agilidad de la entrega de lo que es páramo se evitaría un conflicto mayor. Si antes de que salga el estudio de delimitación, una minera cualquiera me pide licencia yo tengo que empezar a estudiar si se puede dar o no la licencia, estando allí en esa zona que aún no se ha determinado si es páramo o no”. Sarmiento, geóloga de la Universidad Industrial de Santander, asegura que el estudio para entregar una licencia ambiental en la zona de Santurbán podría demorarse como mínimo un año. Mineras Eco Oro y AUX Las empresas mineras Eco Oro, antes GreyStar y AUX tienen títulos mineros en la zona del Santurbán. Cuando salió la declaratoria de la reserva Parque Regional Santurbán, Eco Oro anunció que estaba complacido por la noticia.  En un comunicado a la opinión pública la compañía expresó: “La evaluación inicial de la compañía indica que los límites declarados oficialmente no impiden el desarrollo del Proyecto Angostura”. Por ahora, Eco Oro podría seguir explorando y, en un futuro, explotando oro de su máximo activo, el Proyecto Angostura. Sin embargo, esperan la declaratoria del Minambiente, pues aunque pueden explorar, se desconoce si explotarán a su máximo activo, que posee cerca de 3 millones de onzas de oro. De ganar la licencia ambiental luego de que se defina qué es páramo, Eco Oro podría quedarse en esa zona hasta 2027. Pero deberá cumplir con un plan de contingencia para mitigar las consecuencias de la explotación. El yacimiento de Angostura, terrero que le fue otorgado a Eco Oro para explorar e investigar si en el terreno hay presencia del metal precioso, cubre una superficie total de 215 hectáreas, de las cuales 193 hectáreas (90%) se encuentran fuera de los límites de la reserva del Parque. Invirtieron más de 200 millones de dólares para poder adquirir esos títulos mineros y explorar los terrenos durante quince años. David González, Kienyke El Alcalde que busca una salida David González es el alcalde del municipio de Vetas. La preocupación se advierte en su cara. No sabe qué va a pasar con su pueblo: ciento por ciento minero. La declaratoria podría dejarlos sin la principal actividad económica a la que se han dedicado toda su vida. El 60% del municipio quedó dentro de lo que se declaró Parque Regional Natural Santurbán, donde no se podrá hacer ni minería, ni agricultura, ni ganadería: “¿Qué le pedimos al gobierno? Que el otro 40% que quedó libre nos lo dejen volver una economía sostenible y que pueda funcionar con los títulos mineros”, dice González. El pueblo de Vetas contaba con 40 títulos y ya le fueron cancelados 28 porque quedaron dentro del Parque. Como ya se hizo una declaratoria,  el alcalde de Vetas solicita que esa declaratoria se valide como delimitación del ecosistema de páramo. Sin embargo, el Ministro de Ambiente, Juan Gabriel Uribe, aseguró en una entrevista al diario La República  que se defenderá el interés general sobre el particular con respecto al municipio de Vetas. Los municipios vecinos Vetas y California, ambos en Santander, han sido mineros desde que se formaron. El propio alcalde González viene de una familia que se ha dedicado a esta actividad por varias generaciones. Con el paso del tiempo, los pequeños mineros han sido afectados por la normatividad ambiental. Han tenido que ceder sus títulos, y vender o  asociarse con las grandes empresas mineras. La minera Eco Oro trabajaba en Vetas pero suspendió su actividad exploratoria cuando salió la declaratoria del parque. “A raíz de esta declaratoria el gobierno se dio cuenta de la existencia de estos municipios”, dice David González, y agrega que aquellos dueños de predios que quedaron dentro del parque tendrán que vender sus títulos al gobierno nacional, pero se desconoce de qué van a vivir: “No se sabe qué va a pasar, si los van a nombrar guardabosques, o por cuánto tiempo los van a dejar hacer esta". Tengo 18 meses para el plan de manejo de esta situación”. El gobierno les ofreció como alternativa de fuente de trabajo a la minería, hacer ecoturismo. Esto, según el alcalde, no es viable porque no hay vías de acceso, hoteles, ni senderos para llegar a las lagunas, lo que podría dañar el ecosistema. El alcalde viajó a Bogotá hace un mes para solicitar al Ministerio de Ambiente y al Ministerio del Interior que se haga un documento Conpes. David González logró que su voz se escuchara y en este momento, el gobierno trabaja en estos documentos para definir las actividades dentro de los páramos. Sin embargo, González asegura que viven en una incertidumbre y que ni el municipio ni el departamento tendrían el dinero para mantener una zona de reserva natural. Lo único que pide es que no acaben con la minería pequeña. Asegura que las regalías en Vetas se han invertido bien. La minería que ellos realizan en subterránea: “Nosotros hemos conservado nuestro ecosistema. Vetas cuenta con 28 lagunas a su alrededor y la comunidad las ha protegido”. González quiere que el gobierno nacional no los olvide. Además del gobierno, las mineras los han olvidado. El último despido de una de las mineras fue de 80 personas: “Que las mineras nos vean con respeto, que si solicitamos una reunión con el presidente de la compañía, vaya él, y no que mande a un delegado”, dice González. Biólogos de la Universidad Nacional El profesor Orlando Rangel y Henry Arellano son biólogos de la Universidad Nacional y han dedicado los últimos dos años de su vida laboral a hacer estudios sobre las consecuencias de no proteger la zona del páramo de Santurbán. Con la declaratoria que Colombia conoce, la del Parque Regional Natural Santurbán, que cubre 11.700 hectáreas, el páramo no está a salvo: “El páramo va mucho más allá de lo que ha salido en la declaratoria. Toda el área son unas 120 mil hectáreas. Solo se ha protegido el 10%”. Dentro del mapa el área naranja es, según estos expertos en el tema, zona paramuna, por su biodiversidad, entre otras variables. Coorponor ya declaró su área como reserva y páramo regional. La preocupación está en Santander, donde aún no se ha delimitado.  Este mapa también se le suministró al Ministerio de Ambiente en el 2011. Mapa Santurbán, Kienyke Según el mapa, el municipio de Vetas se encuentra dentro de la zona paramuna de Santurbán.  Santurbán tiene un macizo que alcanza los 3650 metros sobre el nivel del mar. El profesor Rangel asegura que la importancia de este páramo es que se generó por acción de los glaciales, allí hay cubetas de agua pura que no se han alterado. Rangel y Arellano hacen una comparación sobre lo que sucedió con la sabana de Bogotá; lo mismo podría pasar en Santurbán, de no proteger más área. El profesor Rangel asegura que embalsar las lagunas no sería la mejor solución para que la minería prospere en ese sector: “Las mineras tienen muy claro cuánta agua necesitan para sus procesos y en Santurbán la gente de Eco Oro dijo que necesitaba la autorización para modificar dos o tres lagunas y que ya no sea un sistema natural sino un embalse”. Allí los afectados serían los habitantes de Bucaramanga, quienes reciben el líquido de esas lagunas. Estos expertos quieren que las mineras multinacionales les demuestren cómo van a hacer para solucionar el problema de manejo del suministro de agua a las poblaciones aledañas, ese día sí se podrá explotar oro en esa zona, cómo podrían afectar los acuíferos subterráneos, pues dicen que está en juego el futuro de Bucaramanga. Los páramos colombianos son muy húmedos, tienen mucha agua. Son las zonas  que más agua ahorran de todos los pisos térmicos. Rangel dice que habría que pensar primero en el agua antes de modificar su ciclo en la zona de Santurbán. Según el profesor, la situación que viviría Bucaramanga la están viviendo ciudades como Medellín, Ibagué y Cali, que en época de sequía, se quedan sin agua. Estos expertos junto con el director de la Universidad Nacional saldrán a defender el agua de la zona de Santurbán: “Nosotros no nos oponemos al desarrollo, somos partidarios de la minería, lo que queremos es que las grandes compañías respeten el conocimiento que se ha generado y que lo utilicen, no podemos es dar patente para que las mineras hagan lo que quieran”. De intervenirse Santurbán, habría más emisiones de CO2, lo que haría que se aumenten los gases de invernaderos. Vetas tiene zonas que ya son imposibles recuperar debido a la minería artesanal, asegura Rangel. Arellano y Rangel critican la delimitación del parque: “En esa delimitación no hubo criterio, de hecho se incluyeron áreas donde ya queda poca recuperación de la tierra debido a la minería artesanal, las zonas que realmente se tenían que proteger aún no están delimitadas”. Santurbán, Kienyke La minería artesanal estaría ocasionando daños ambientales en la tierra de la zona. Estos expertos están dispuestos a defender el agua porque no quieren cometer los mismos errores que otras regiones: “¿Qué va a pasar cuando las minerías se vayan? Debe haber un principio ideal. Que vengan, trabajen y dejen las cosas tal como las encontraron”.
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