Cuántas veces usted se ha preguntado, ¿quién es el que habla en ésta o aquella emisora?
No le ha pasado que mientras escucha radio, ve algún comercial en televisión o escucha algún podcast se imagina ¿cómo podría ser esa persona? Seguramente termina siendo muy diferente a lo que imaginó.
Probablemente usted es uno de los tantos que se ha puesto en el lugar de un locutor y frente a sus amigos o familiares ha narrado un partido de fútbol, ha cantado un gol, o quizás, le ha dado un toque de seriedad e interés a su voz para contar una noticia.
Nos despertamos a diario escuchando esas voces que nos informan, esas voces que nos llevan a imaginar lo que vamos oyendo. Es por esto que hoy 24 de marzo se celebra el día del locutor colombiano.
Alex Pinilla hace parte de ese universo de voces que retumba en diferentes emisoras radiales, canales de televisión y podcast, que con su gran tono transmite credibilidad y sobretodo hace que sus oyentes puedan conectarse con su voz.
La ciudad de Armenia vio nacer a este locutor graduado en publicidad del Politécnico Grancolombiano, quien se define como un apasionado de la comunicación, de la interpretación de voces y de todo ese universo sonoro en la que ha forjado una trayectoria de más de 20 años entre cabinas, consolas y micrófonos.
Pinilla vivió una infancia feliz, muy enamorado de su hogar en el que siempre estuvo rodeado por el cariño y la unión de sus padres y hermanos. Los juegos con sus amigos y los partidos de fútbol en las calles iban dando forma a su personalidad y carácter, esos factores que dan lecciones de vida.
El fútbol es su otra gran pasión, con orgullo expresa su infinito amor al Deportes Quindío, ese equipo de camisa verde que estampa en el pecho la “V” amarilla que representa victoria. Alex soñaba con vestir esa camiseta siendo lateral derecho del club “cafetero” y poder derrochar pinceladas de talento en el lienzo del Estadio Centenario.
Era tan fuerte su afición por el fútbol, que los domingos se iba para las canchas de Armenia a narrar los partidos que dirigía su padre como entrenador, armado de actitud y una grabadora de periodista que le prestaba su abuela, ponía a prueba su voz y su conocimiento para la lectura del juego que disputaban 22 hombres y un balón. De a poco, Alex estaba encontrando esa vocación que más tarde terminaría siendo su camino de vida.
Ese ejercicio de la narración hizo que llamara poderosamente la atención de su mamá, viendo como Alex tomaba muy enserio eso que alguna vez creía que era tan solo el juego de un niño soñador, percibiendo que ese talento debía ser pulido como un diamante y ser trabajado para dar con ese brillo de perfección. Ante eso, ella lo llevó de la mano, como si fuera la mano del destino a una emisora para que fuera aprendiendo la técnica y los oficios propios de un potencial locutor.
“Mi mamá, siempre me ha llevado a descubrir las oportunidades para mí”, dijo a KienyKe.com
Sus primeros pasos en radio los dio en Robles Stereo, siendo asistente de Roberto Jairo, haciendo mandados, cubriendo por momentos al locutor de turno cuando este iba al baño y tenía que estar pendiente al empatar las canciones cambiando los discos en CD y acetatos; distintos oficios y roles que cumplía pero que en el fondo se sentía frustrado al no poder hablar frente al micrófono porque el director de la emisora no se lo permitía.
Como reza el dicho “no hay fecha que no se cumpla, ni plazo que no se venza”, después de muchos meses llegó el momento para su primera intervención ante el micrófono, como aquel buen jugador que espera paciente en la banca, el locutor de salsa Jimmy Botero le dice: “Alex, dé la hora”, eso era algo que Pinilla siempre estuvo esperando, el primer contacto de su voz al aire, a lo que muy emocionado practicó y practicó, además llamó a su mamá para que grabara ese hito en su vida. De ahí en adelante ganó más experiencia, salía al aire más a menudo, grabó su primera cuña y los primeros pesos que ganó, los guardó.
La emisora La Superestación llega a Armenia, Alex ingresa en su nómina, pero el director de esta no lo deja estar al aire, quizá no le simpatizaba, los motivos no fueron claros, sin embargo, siempre convencido de su trabajo y su capacidad, aguardaría su oportunidad. Esta llegó un día en la que faltaba un locutor y se tenía que cubrir ese turno, ante la desazón del director, no había alternativa, Pinilla se hizo cargo del turno y ganó su lugar en la emisora.
“A mi una vez me dijeron que mi voz no servía para radio” contó a KienyKe.com
Un día cambió la vida de Alex, quien se encontraba en unas fiestas en el municipio de Calarcá y se conoció con ‘El Pecoso’ quien era el director de la emisora La Mega de RCN Radio en Pereira; este lo había escuchado al aire y lo elogió por su trabajo, estableciendo así una empatía mutua. Meses más tarde, llamó a Alex y le comunica que el director de La Mega a nivel nacional Alejandro Villalobos lo necesitaba, ya que para su gusto tenía un estilo de radio nacional y no tanto del Eje Cafetero que podría funcionar perfectamente en Bogotá. “Yo sentía unas sensaciones en el estómago” contó.
Luego de presentar un demo y ante la incertidumbre de saber si cumpliría con las expectativas de Villalobos, pasados los días y al no tener respuesta ante lo enviado, se arriesgó, llamó a Alejandro y para su fortuna fue aceptado.
Así, Alex cumplía uno de sus sueños y con la ayuda de su abuela, esa misma que le prestaba la grabadora para narrar los partidos de fútbol de niño, le compró el tiquete de avión con rumbo a la capital colombiana, en la que empezaría a escribir una nueva historia.
“Para mi estar en una cabina de radio, es como estar en Disneyworld”, contó a KienyKe.com.
Robles Stereo, La Superestación, La Mega, La FM, Caracol Radio, Fox, National Geographic han contado con su talento y capacidad. Ha sido la imagen sonora de grandes marcas comerciales nacionales e internacionales, que lo han convertido en uno de los profesionales de la voz más reconocidos en Colombia y Latinoamérica; prueba de ello, es ser el primer colombiano en identificar la voz oficial para América Latina del canal de televisión National Geographic.
Alex Pinilla como todo un profesional de las comunicaciones, el mercadeo, la publicidad y aplicando su experiencia, conocimiento y curiosidad, le dio vida a El Locutorio, un lugar que nació por un llamado interior, que surgió de la necesidad de explorar y hacer realidad algo propio. Este emprendimiento se creó inicialmente como una idea de café, en la que personas del mundo de la radio, de la publicidad y demás, se reunieran para compartir experiencias, pero con el paso del tiempo acumulando ideas e inquietudes, se forjó como un novedoso lugar que presta un servicio de entrenamiento para aquellos que quieren una comunicación más efectiva por medio de clases en técnica vocal, expresión corporal y locución.
La locución y la radio le han dado todo, hasta el amor; quizá cupido llegó en forma de micrófono, cabina o consola. Estando en La Mega como director del programa ‘El Mañanero’ conoció a Beatriz Elena quien trabajaba como productora. Tantas horas de transmisiones radiales se convirtieron en química pura, transformándose en un punto de ebullición y que con el tiempo formaron una unión como compañeros de vida.
“La locución ha sido el puente que me ha conectado con las cosas más importantes que he conocido en mi vida”, dijo a KienyKe.com
Juan de 17 años y Joaquín de 7, son esos dos motores en los que Alex concentra sus esfuerzos, dos pilares fundamentales que lo motivan día a día a ser un mejor profesional, una mejor persona y sobretodo un mejor padre.
Familia, hogar, locución, radio, comunicación, publicidad, música, fútbol y su Locutorio, son los elementos que mejor definen a Alexander Pinilla, un hombre que entrega lo mejor de su voz, talento y profesionalismo con respeto al oyente, enalteciendo con letras mayúsculas la noble, loable y digna labor de ser Locutor.
¡Feliz día del Locutor!