“Santos ha perdido el control de la agenda nacional”: Oscar Iván Zuluaga

Salgamos de la pregunta obligada: ¿cómo es que la gente no lo conoce después de su largo recorrido político? Todavía no estamos en época de campaña y no necesariamente los que hoy figuran son los que quedan. Leyendo a Osuna, dice que usted necesita un diseño de sonrisa electoral… Usted me acaba de sacar esa sonrisa. Tengo que multiplicarla. ¿En cuántos años irá despertando el entusiasmo por su candidatura? En la medida que se va dando el calendario electoral van germinando todos los frutos. Cuando hay ideas se puede hacer política. Tengo mucha confianza. En el 2002 yo no figuraba, nunca aparecía en las encuestas y saqué la tercera votación del país. Usted tenía dos cosas a favor, plata por un lado, y estructura política en Caldas… No, en ese momento no teníamos estructura política porque éramos la minora. Caldas era controlado por una coalición política, no por nosotros. A partir de la elección mía al Senado empezamos a hacer un trabajo político importante en el departamento. Usted fue presidente de un partido que después terminó siendo la U. Presidente y fundador. Primero creamos el Nuevo Partido y luego lo cambiamos, cuando hicimos el acuerdo con el presidente Santos y creamos el partido de la U. Qué piensa hoy del presidente Santos. El presidente Santos se desvió de las ideas que lo eligieron. Su gobierno tiene baja favorabilidad, ha perdido el control de la agenda nacional, no sabe qué atender. Se ha dado a soluciones mediáticas en función de lo que dicen las encuestas. Con base en ellas trata de diseñar propuestas y gobernar. Algunos piensan que Santos resultó inmanejable para un uribismo que quiso manipularlo… Para nada. Lo que no pensamos es que apenas posesionado cambiara toda la política de seguridad democrática. ¿A usted le hubiera gustado seguir guerreando contra Chávez y todos los vecinos? No guerreando pero si exigiéndole que no se metiera a apoyar el terrorismo. Uno no puede permitir que las FARC asesine y secuestre en Colombia, pase a Venezuela y allí tenga todo el apoyo y el respaldo del Gobierno. El  gran crítico de Chávez era Juan Manuel Santos como ministro de Defensa, quien dio las coordenadas donde estaban los grupos de la guerrilla en Venezuela. Es que las FARC son un grupo terrorista y uno no puede permitir que ningún gobierno del mundo estimule una democracia apoyando el terrorismo. O sea que en su gobierno no estaríamos dialogando sobre la paz...  Estaríamos estudiando cómo se someterían a la justicia y a la ley. El terrorismo se desmonta para que pueda tener un espacio en la sociedad pero sancionándolos. No se puede hacer nada distinto. Colombia ya ensayó todos los métodos. El Caguán nos dejó esa lección. El país le entregó todo lo que la guerrilla ambicionaba históricamente, tierra, áreas, agenda, todo el país casi alrededor de ellos, y resultó un engaño. A Colombia no se le puede olvidar que después del Caguán el mundo entero denominó a la guerrilla de las FARC como una organización narco terrorista y no han dejado de serlo un solo minuto. Hay quienes dicen que las conversaciones del Caguán son distintas a las conversaciones de hoy, más discretas, en La Habana.  El error es sentarse a hablar de igual a igual, ese es el gran error no capitalizar la experiencia del Caguán. El presidente Santos en su discurso dijo cuatro inamovibles para la paz: renuncia a las armas, a la extorsión, al secuestro y al narcotráfico. Con el paso de las semanas, se olvidó del asunto. ¿Usted le presagia mal final a este proceso en La Habana? Por su puesto. Yo creo que es de alto riesgo para el país y por eso el rechazo de los colombianos. No vamos a aceptar que Timochenko llegue al Congreso, habiendo cometido delitos de lesa humanidad. Al coronel Plazas Vega le impusieron 30 años de cárcel por defender las instituciones. Entretanto, Timochenko, que ha cometido delitos de lesa humanidad durante tantas décadas, sería premiado con una curul en el Congreso, sin pagar un año de cárcel. Esa no es la paz que queremos los colombianos. Dijo Navarro Wolff que hay una serie de actores que están con los dedos cruzados tratando que las cosas salgan mal. Me parece verlo a usted con los dedos así...  Lo que queremos es que haya paz duradera, no una paz con impunidad. El país ya demostró un camino para debilitar el terrorismo, la Política de Seguridad Democrática, esa es una apuesta con hechos reales. Las FARC fueron reducidas a siete mil hombres, luego de ser veinte mil. Hoy han vuelto a ser ocho mil, ha aumentado su presencia, se ha deteriorado la seguridad, han logrado mayor protagonismo político. ¿Álvaro Uribe es la carta obligada de su partido Centro Democrático para el Senado?  No hay otra alternativa. El presidente Uribe tiene que encabezar la lista al Senado y debe asumir ese liderazgo. Yo no tengo ninguna duda de que él aceptará esas responsabilidades ¿Recogerán firmas para darle vida legal al nuevo partido?  Casi que irremediablemente ese va a ser el camino, no solo para inscribir las listas al Congreso sino para inscribir las candidaturas. Los uribistas están acostumbrados a cambiar de partido y a modificarle el nombre…  La filosofía sigue siendo la misma y las convicciones no cambian. Cuando el fondo se conserva, la forma no es relevante. También cambiaron un articulito de la Constitución para reelegir a Uribe y después querían más…  El Congreso lo cambió. ¿En su opinión, todo se puede cambiar para ganar en la política?  Lo que pasa es que si no tenemos las instancias políticas, hay que buscarlas. Estamos haciendo algo que la Constitución permite, que habilita. A nadie le han negado que pueda crear organizaciones políticas y la Constitución es para eso, no estamos haciendo nada distinto que someternos a lo que defina la Constitución y mantener la vigencia política.