Vladimir Flórez, el gran caricaturista Vladdo, dibujante, polémico, provocador, “y padre” de Aleida, le huye a las celebraciones decembrinas, “poco aficionado a eso”, con la ventaja de marginarse porque vive solo. “En mi apartamento los únicos adornos navideños son las facturas”.
Estuvo casado unos cinco años. Tiene una hija de verdad, distinta al genial y ácido personaje de Aleida. Y se da el lujo de que grandes periodistas y señoras “bien” sean sus modelos, en una actividad que el país apenas comienza a conocerle.
“Creo que la ventaja de vivir solo es que uno puede racionar sus tiempos, controlarlos, sin necesidad de que alguien pregunte, diga, reclame, por qué tanto, por qué haces tan poquito, por qué madrugas, por qué no te acuestas, por qué no comes, que ya está servido el almuerzo. La comida llega cuando tu estás redondeando una idea, que mejor mañana madrugas, que apague la luz que el niño está dormido…”.
Vladdo piensa que en una actividad como la suya, el ocio hace parte integral del resultado y si no tuviera esos espacios, que se da por la autonomía que su vida le permite, seguramente tendría mayores dificultades para trabajar.
Ya lleva tanto tiempo viviendo solo, que no se imagina en otra convivencia. Pero en caso de una “recaída” pensaría que hubiera dos espacios, que uno pudiera quedarse alternadamente en la casa del otro, sin que significara ningún trauma, sin las consabidas preguntas: ¿es que no me quieres, es que tienes otra?
“Quiero dormir en mi casa, todo tranquilo, nada personal”. Quedarse una, dos o varias noches, pero que no sea una obligación. El problema de la convivencia es la obligatoriedad.
Vladdo considera que el ocio es parte fundamental de su vida.
Vladdo toma impulso y se llena de argumentos, posiblemente para no permitirse reconsideraciones: “A veces se quiere mirar un punto verde que hay en el techo y que nadie le hable, quiere pensar… y llega la pareja a contar lo que le pasó en la empresa, o lo que le sucedió al niño. Suena un poco egoísta, pero me gusta, aunque hagan falta los arrunches, sobre todo los domingos en la tarde. Son unas cosas por otras, pero son más las ventajas en general”.
Traemos a cuento la situación de Poncho Rentería, que hizo lo más brillante que el país le conozca: ella vive en un apartamento y él en el otro, seguramente por decisión de ella, porque las mujeres son más inteligentes. Además, nadie se soportaría a Poncho 24 minutos, menos 24 horas.
Hay quienes piensan que Vladdo es el gran tipo simpático, agudo, inteligente de las caricaturas. Otros que es un sujeto huraño, retrechero, criticón, agresivo, pendenciero, politiquero…
“Hay de todo. Para algunos soy difícil, complicado, pelietas o polémico. No trago entero y por lo tanto no soy diplomático. Yo no digo las cosas que la gente quiere oír sino las que pienso. Eso no siempre es sano en la medida en que no todo el mundo acepta de buena gana, un comentario contrario a sus convicciones o a sus preferencias”.
“Creo que la ventaja de vivir solo es que uno puede racionar sus tiempos, controlarlos, sin necesidad de que alguien pregunte, diga, reclame, por qué tanto, por qué haces tan poquito": Vladdo.
El formidable y egoísta Vladdo acaba de publicar un libro que resume 25 años de experiencia en los distintos tramos en que se ha movido, incluyendo unos desnudos, la parte novedosa y desconocida de su trabajo. “Es una vaina –le dijo alguien– totalmente distinta a todo lo que usted hace, pero se nota que es suyo”.
“Que la gente diga que es de Vladdo, me parece muy interesante. Son trabajos muy limpios, mi trazo en general es bastante limpio, en la medida en que yo no uso cosas que creo que no son indispensables, porque me parece que uno ensucia el dibujo o diluye el mensaje”.
¿Quieren saber quiénes fueron “las modelos vivas” de Vladdo, por lo menos las que permitieron que aparecieran sus nombres?
Claudia Morales, que ahora está en la revista SEMANA, estuvo en CM& y RCN; Marcela Alarcón de las noches W; Laura Hernández de la W Nueva York; María Teresa Egurrola, señorita Colombia 1988; hay una animalista muy linda que se llama Paula Ruiz; Flavia Dos Santos, la famosa sexóloga.
La opinión de Vladdo sobre los gobernantes es ampliamente conocida: “Con Santos estoy gratamente confundido. Si Petro mete la pata le paso la factura”.
Quedamos a la expectativa de ver sus desnudos, no propiamente por conocer su trazo sino las curvas de las colegas.
