Se podría decir que la historia libertadora de América es contada de manera incompleta, únicamente se narran las grandes hazañas de los reconocidos personajes considerados como los héroes de la patria según cada nación; Simón Bolívar, San Martín, Bernardo O'Higgins, Miguel Hidalgo, entre otros, son los protagonistas que prevalecen como los más importantes.
Sin embargo, la historia ha desconocido la labor de Gaspar Yanga como el primer libertador de América, un gabonés que llegó a México a pesar de haber miembro de la familia real en su país de origen.
Cuenta la historia, la cual se ha construido por pedazos, que Yanga llegó al puerto de Veracruz en 1570 como uno de los esclavos africanos comercializados por las colonias de la época.
Su destino era trabajar como esclavo en las plantaciones de caña de azúcar en condiciones precarias; nada nuevo en una época en la que las colonias utilizaban a los esclavos para expandir sus territorios y acrecentar sus riquezas sin ningún respeto a la vida y los derechos.
No obstante, Yanga lideraría un proceso libertario sin medir los riesgos sobre su propia vida. La pena para aquellos que se rebelaban era la horca a causa de que los esclavos no eran más que propiedad privada de sus amos.
Gaspar Yanga, cansado del maltrato y solamente con la fuerza del sueño de vivir en libertad, logró escapar junto a otros esclavos y se refugió en las altas montañas de Veracruz, un lugar de difícil acceso para ser encontrado.
Sin embargo, la preocupación por la subsistencia sería el reto más grande de este grupo; para ello, acudieron al robo y secuestro de insumos transportados en las caravanas que pasaban por el lugar.
Desde ese momento comienzan a ser vistos como personas salvajes y despiadadas, un escenario ideal para las fuerzas coloniales que de esa manera podían justificar la peor de las violencias contra ellos.
En 1609 un grupo de soldados zarpa desde Puebla hasta Veracruz en busca de los “rebeldes”, pero la resistencia es mayor; aunque varios libertarios mueren, no logran quebrantarlos. El poder africano logra una negociación con los enviados del Virrey y Yanga sería el encargado de realizar ese diálogo.
Gaspar Yanga pide libertad para él y su gente, pero para ello debe pagar un tributo y no recibir en sus tierras a más esclavos fugados. Así fue como este libertario africano obtuvo oficialmente su territorio.
Tras una larga negociación y en medio de violencias, en 1631 se funda el pueblo de San Lorenzo de los Negros, eso sí, sin que las autoridades coloniales estuvieran de acuerdo. Ese sería el primer pueblo libre de toda América reconocido oficialmente por los colonos, incluso casi dos siglos antes de la independencia mexicana y la del resto de países de la región.
En 1932 el nombre del municipio es cambiado por el de Yanga, en honor a su fundador original. Actualmente, este municipio cuenta con una población de casi 6 mil habitantes.
