La caricatura de la semana gira en torno al Día de las Velitas y a un mensaje sencillo: cuidar la esperanza. En la imagen se ve una vela encendida con la palabra "ESPERANZA" al lado del mapa de Colombia, mientras una voz, sin rostro ni identidad definida, dice: "QUE ESTA NO SE APAGUE". La ausencia de un personaje reconocible evita personalizar la escena y deja claro que no se trata de un dirigente ni de una figura pública específica, sino de una voz que podría ser la de cualquier ciudadano. El foco está en el símbolo: una luz pequeña que, aun así, reclama atención en medio de un contexto cargado.
Un año intenso y una tradición compartida
Detrás de esa vela aparece el telón de fondo de un año con una agenda noticiosa intensa: polarización política, discusiones sobre las decisiones del Gobierno, episodios de violencia en distintas regiones y controversias públicas que han dominado el debate nacional. Frente a ese clima, la costumbre de encender velas en familia cada 7 de diciembre funciona como un punto de encuentro. En barrios, veredas y ciudades, muchas familias aprovechan la fecha para reunirse, hablar del año que termina y formular deseos para el que viene. La caricatura se apoya en esa tradición para conectar la actualidad política con una práctica cotidiana y reconocible.
El mensaje de fondo: que la esperanza siga encendida
La imagen plantea un contraste claro: por un lado, la acumulación de hechos que han tensionado la conversación pública; por otro, una noche que muchas personas asocian con los deseos, los nuevos comienzos y la idea de "prender una luz" para lo que viene. Al no mostrar quién pronuncia la frase del globo, la caricatura sugiere que esa petición puede venir de cualquier lugar del país. El mensaje se presenta como un anhelo compartido: que, más allá de las coyunturas, de los desacuerdos y de las críticas, la esperanza no se apague.
