
Tener un gato en casa suele ser sinónimo de compañía, juegos y momentos tranquilos. Sin embargo, hay situaciones en las que estos felinos pueden mostrar comportamientos agresivos que preocupan a sus cuidadores: arañazos inesperados, mordidas o actitudes defensivas. ¿Por qué ocurre esto y cómo se puede manejar sin poner en riesgo el bienestar del animal ni el de la familia? Para resolver estas dudas, KienyKe.com consultó a Valentina Lasso Cuesta, médica veterinaria de la Clínica Veterinaria de UNIAGRARIA, quien explicó las principales causas de la agresividad en gatos domésticos y las pautas recomendadas para abordarla de manera adecuada.
“Lo ideal es que siempre se haga una evaluación tanto del paciente como del entorno en el que se encuentra”, señaló Lasso. Algunos felinos manifiestan dolor o enfermedades a través de comportamientos agresivos, mientras que en otros casos el miedo, la falta de socialización temprana o la imposibilidad de regular el juego también son detonantes.
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Señales de alerta en el lenguaje corporal
La experta indicó que existen señales tempranas para detectar incomodidad en el gato: orejas aplanadas hacia atrás, cola que golpea con fuerza como un látigo, pupilas dilatadas, cuerpo encorvado, bigotes hacia atrás y vocalizaciones como bufidos. Estos signos anuncian que el animal está estresado o a punto de atacar.
¿Qué hacer ante un episodio de agresividad?
Lasso advirtió que los castigos físicos son contraproducentes, pues pueden empeorar el cuadro. En cambio, recomendó identificar el estímulo que desencadena la conducta y descartar primero problemas médicos.
“Cuando ya se identifica que es algo de tipo comportamental, se puede implementar la desensibilización frente a ese estímulo que le genera miedo, acompañada de refuerzos positivos”, explicó la especialista.
Crear espacios seguros, incorporar gimnasios o repisas, establecer zonas separadas para comida y arena, además de aumentar los momentos de juego e interacción, son estrategias que favorecen la tranquilidad del felino.
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¿Cuándo buscar ayuda profesional?
La veterinaria recalcó que se debe acudir a un profesional si el gato cambia de comportamiento de manera repentina, pasando de ser dócil a agresivo sin causa aparente. Asimismo, si pese a aplicar medidas en casa los episodios persisten, lo ideal es acudir a un etólogo para mejorar el bienestar del animal.
“Todo esto debe basarse en una evaluación médico veterinaria. Así se pueden prevenir futuros episodios y garantizar el bienestar del felino”, concluyó Valentina Lasso.