Por alguna razón, las celebraciones decembrinas en Colombia suelen traer consigo noticias de personas muertas y heridas por consecuencia de las balas perdidas. Pese a las medidas restrictivas que se tomaron para evitar el alicoramiento y las aglomeraciones de personas, este fin de año tampoco fue la excepción.
A milímetros de la cabeza
En el barrio Villa Maré del municipio de Aguachica, Cesar, una mujer se salvó de morir por un par de centímetros. Mientras descansaba en su cama, una bala perdida entró por el techo de su casa. La bala rozó su cabeza y apenas le causó una herida abierta a su cuero cabelludo.
La mujer de 24 años está siendo atendida en un centro asistencial, se encuentra consciente y está fuera de peligro.
Mal comienzo de año
Cuando tocaron las doce campanadas, dos esposos se dieron el saludo de fin de año en la acera de su casa en el barrio Kalamary, en el sur de Barranquilla. La familia escuchó detonaciones de pólvora y asumieron que se trataba de fuegos artificiales.
De repente, la mujer de 38 años siente un dolor y se da cuenta de que ha sido herida en la espalda. Cuando su marido, de 27 años, se revisa a sí mismo, nota que recibió dos impactos de bala en el brazo. Ambos ya se encuentran fuera de peligro.
Impacto a niño de nueve años
El menor de edad estaba con su madrastra cerca de su casa, en la comuna La Candelaria del centro de Medellín. De repente, el niño se quejó de un fuerte dolor de espalda. Cuando la mujer lo revisó, notó que el niño tenía una herida de bala.
Tras el hecho, que ocurrió durante la noche del primero de enero, el niño fue llevado al Hospital Pablo Tobón Uribe, donde se recupera de la herida.
Murió niño mientras iba en su carro
Un pequeño de apenas 4 años iba en su carro con su familia el pasado 25 de diciembre. De repente, una bala perdida impactó contra el vehículo, atravesó las latas y lastimó al niño. Los hechos ocurrieron en el barrio El Retiro, ubicado en el occidente de Cali.
El pequeño duró dos días luchando por su vida en la Clínica Valle del Lilí, pero finalmente murió.
Murió mientras comía torta
Un hombre de 27 años llegó a una pastelería de Cúcuta durante la mañana del pasado 24 de diciembre y ordenó una torta. Mientras esperaba sentado por la gaseosa, se escucharon varios disparos. El hombre le dijo a la persona que atendía que estaba herido. Minutos después, se desmayó. No alcanzó a ser remitido a un centro asistencial.
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¿Y los responsables?
Los equipos de policía de estos municipios están investigando quiénes accionaron sus armas de fuego y causaron las heridas a estas personas. Algunos cuerpos de policía incluso dicen que cuentan con retratos hablados y cámaras de vigilancia. Sin embargo, precisar quién accionó el arma es difícil. Después de todo, ningún civil está autorizado a portar armas de fuego y, por supuesto, no hay registro de quienes la tienen de forma ilegal.
El presidente de Colombia, Iván Duque Márquez, firmó el pasado 31 de diciembre el Decreto 1808 de 2020, que prorroga por un año más la suspensión de los permisos para portar armas de fuego. Esta está vigente desde 2015 y solo autoriza el porte de armas a las fuerzas militares y empleados de vigilancia privada.
Entonces, hay una gran probabilidad de que quienes accionaron las armas ni siquiera estén autorizados para acceder a una, pero de todas maneras la tienen en su poder.
