El hacker Andrés Sepúlveda, condenado por infiltrar las comunicaciones del proceso de paz entre el Gobierno Nacional y las Farc en 2014, salió en la noche de este martes 22 de diciembre de la cárcel La Picota de Bogotá tras lograr su libertad condicional.
El hacker Andrés Sepúlveda fue sentenciado en 2015 a diez años de prisión por interceptar de manera ilegal a los negociadores de la Paz en la Habana, Cuba.
Los delitos por los cuales fue hallado responsable son: concierto para delinquir, acceso abusivo a sistema informático, violación de datos personales agravado, uso de software malicioso y espionaje. Es la única persona condenada por este último delito en Colombia.
Desde que inició el proceso en su contra ha denunciado la existencia de diferentes irregularidades. Es más, en anterior diálogo exclusivo con KienyKe.com, aseguró que le pusieron abogados “a la fuerza” y que “lo hicieron aceptar un preacuerdo por delitos que él jamás no cometió”.
“La Fiscalía me forzó a cambiar de abogados. Lo mío desde que empezó fue ilegal e hicieron conmigo lo que quisieron. Fue condenado por un concierto para delinquir agravado conmigo mismo, porque a mis dos supuestos cómplices los absolvieron (...) Estoy en una situación que no la entiendo pero que me obliga a estar privado de la libertad”, manifestó a este medio de comunicación cuando estuvo recluido en la cárcel La Picota de Bogotá.
¿Cómo consiguió la libertad condicional?
El Juzgado 22 Penal del Circuito le concedió este beneficio al hacker Andrés Sepúlveda tras resolver un recurso de apelación presentado en contra de la decisión proferida por el Juzgado 15 de Ejecución de Penas, el cual le negó el pasado 12 de agosto la libertad condicional.
Ese juzgado, en su decisión de primera instancia, negó esta medida a pesar de que aceptó que el hacker había superado las tres quintas partes de la pena, no registraba sanción disciplinaria alguna y contaba con arraigo familiar y social.
El despacho argumentó su determinación con base a la valoración de la conducta punible. Señaló que, aunque Sepúlveda cumplía con los tres requisitos y había realizado en alguna medida actividades de redención, era necesaria “la continuidad del cumplimiento de la pena intramural en orden a que se viabilizaran sus fines y el condenado interiorizara el respeto a los valores sociales que transgredió”.
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“Es así como la valoración de tales circunstancias lleva a que se vislumbre aconsejable que el condenado permanezca en reclusión, con miras a que su proceso de resocialización sea concluido de manera satisfactoria”, sentenció en ese momento el Juzgado 15.
Sin embargo, el Juzgado 22 Penal del Circuito indicó que no estuvo de acuerdo con la decisión de primera instancia porque, precisamente, una de las funciones de la pena es la reinserción social.
“Además que se debe tener en cuenta que la pena no tiene carácter expiatorio, o de venganza, sino de defensa social, aspectos que hacen viable conceder la libertad condicional”, estableció.
Primeras imágenes del hacker Andrés Sepúlveda en libertad:
