Ahí perdonaran el homenaje…

Después de semejantes elecciones, mundial, Brasil y demás, me disponía, con la tranquilidad del que ya está cansado de vivir los últimos días en un maremoto de emociones, a ver el regreso de la selección Colombia… A mí no me gusta el fútbol, debo reconocerlo. Pero esta selección me hizo sentir una extraña emoción: amaba todo, amaba la lluvia de los días, el frío de la noche, el ruido de los carros, el pavimento de las calles. Amaba tanto, que hasta amé a los uribistas, y me hubiera sentado con el hacker aquel, en medio de una botellita de ron y sin ningún computador por ahí cerca, por si acaso, a decirle “Yo lo quiero mucho hermano, ¡compatriota mío!”, mientras gritaba como loca por las calles “Colombia, Colombia, Gooool”. Como diría Subiela, la selección Colombia me hizo padecer de una extraña “diarrea afectiva”… Me senté en mi cama, con esa misma emoción, a ver el avión que traía esos hombres a esta tierra. Los vi bajarse, subirse al bus… cansados, me imagino, pero con una sonrisa lista para atender a un público que deliraba a su paso… hasta me sentí culpable, me dio pena porque no me imagino, llegar uno mamado, después de cinco horas de vuelo, no a descansar como Dios manda, sino a estar dos horas parado en un bus, saludando a todo el mundo… yo no hubiera podido, pero así de nobles son nuestros muchachos y ese gran caballero que es Pekerman… Pero mi pena, me hizo admirarlos más… como admiro a Nairo Quintana o a Caterine Ibargüen, que también merecían una gran bienvenida, pero esa no la vi por ninguna parte... ¿Será que me la perdí por andar pensando en votos? En fin, la caravana fue tan larga, que cerré los ojos… cuando los abrí no entendía qué pasaba. Pensé que me había quedado en un gran homenaje que se iba a hacer en el Parque Simón Bolívar. Pero en cambio de eso, había dos tipas y un tipo gritando, así como cuando llega el recreador de la piñata… los nombres de todos se me escapan, pero sé que son presentadores de un canal de televisión. Al principio creí que había cambiado involuntariamente el canal y había aterrizado en Toon, o una especie de Discovery Kids haciendo un top de las peores fiestas infantiles de la semana o algo así… pero no, luego me di cuenta de que ese era el gran homenaje a nuestra selección. Encima de todo, había una garrotera entre los canales porque alguno de esos, no estaba haciendo un homenaje, sino un negocio con una bienvenida que era de todos… Y como si fuera poco, los recreadores de “Picardias” que habían llevado para animar la fiesta, no se sabían los nombres de los jugadores… ¡Hágame el favor!...  Pero ahí no acabó la cosa, los “renombrados presentadores” pretendían, con un “baile y luego baile otra vez”, poner a los respetables miembros de la selección a tapar los huecos del libreto que tenían en la boca, por no decir otra cosa… los recreadores estaban tan perdidos que hasta a nuestros futbolistas, que recién llegaban de Brasil, les tocó dictarles el orden del día, con el Himno Nacional… Yo sé que nuestra farándula no se caracteriza por su munificencia intelectual, pero es sentido común, mínimo esfuerzo en su trabajo, que si lo llaman a hacer un homenaje a alguien, al menos debe aprenderse el nombre de ese alguien a quien va a homenajear… Yo sé, también, que en nuestros medios hay muchas personas que brillan por la ley del mínimo esfuerzo profesional, pero disimulen un poquito, al menos por unos hombres que hicieron tanto por nosotros en Brasil. Yo quiero aprovechar este espacio para pedir una sincera disculpa, en nombre de todos los colombianos, a la selección Colombia y al profe Pekerman que ya va viendo lo que es lidiar con los máximos mentores de la idiosincrasia nacional… afortunadamente no sabe quién es el tal Vélez, porque entonces, ahí sí, se nos devuelve para Argentina, para no tener que soportar los balbuceos futboleros de ese personaje. Finalmente quiero decirles, que la intención de todos los colombianos era hacerlos sentir un poquito de esa emoción que nos regalaron estos días, agradeciéndoles de corazón… ahí perdonaran el resto… Y de verdad, ¡Bienvenidos a Colombia! @weneardi