"Aire de Dylan"

Mar, 23/10/2012 - 16:55
 

  Resumir una novela de Vila-Matas es siempre infructuoso y temerario. El resumen, la sinopsis de revista de sala de espera, siempre quedará incompleta, aburrida y sin el gancho que atrape a uno o dos lectores accidentales. Tal vez por eso sus editores prefieren poner frases elogiosas de críticos de El país o del New York Times en la contra tapa. Elogios que parecen hablar por la obra con palabras grandilocuentes y con un sentido vacío (absurdo del canon contemporáneo). Se podría pensar que su última novela, con sólo leer el título, “Aire de Dylan”, se distancia de toda su obra anterior, se aleja de la autorreferencialidad postmoderna (¡vaya palabra tan fea!) y se va por una misteriosa novela biográfica que se dejaría resumir en un párrafo sucinto. Pero no, la obra no es sobre Dylan, su guitarra cambiante, anticuada, y su pelo apelmazado (un cuasi nobel literario). Es de nada y de muchas cosas al mismo tiempo, es fiel al más recalcitrante Vila-Matas. Leer una novela suya es como leer un diálogo de Platón mezclado con Poe que ralla entre lo aburrido, entre lo lúcido y entre ¿de qué es que va esta novela? A lo mejor “Aire de Dylan” no sea sino un lamento, un lamento y el temor a la futilidad de toda una obra y un proyecto narrativo. La novela no es más que la duda o la dicotomía que todo escritor en ciernes se debe plantear (o lamentar el que, como Vila-Matas, ya tomó una decisión). ¿Qué importa más? ¿La forma o la historia? ¿Qué importa más, el cómo se presenta una historia o la trama misma? Responder, trabajar y definir toda una conciencia de autor que parta de allí y que, con suerte, encuentre su propio camino. Es la misma pelea entre Foster Wallace y Franzen que se pelean, o se deben pelar, como ángeles y demonios en los hombros de cada escritor en ciernes. Todo extremo es malo y el medio es aún muy confuso. Pero como todo en la vida, hay que tomar una posición y aferrarse a ella como si fuera el último salvavidas en este incomprensible punto de quiebre en el que vivimos.     
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