Me disculparan por mi ausentismo todos estos días, pero estaba esperando que el tiempo me diera la razón. No podría hablar de estigmas políticos sin que antes ocurriesen las cosas, y es que la migración venezolana se ha convertido en refugio de muchos gobernantes de la zona fronteriza colombiana, que empiezan a manejar un doble discurso porque en esencia se benefician de la situación.
A la gobernadora encargada de La Guajira, Tania Buitrago, la admiro por ser una mujer empoderada, con pantalones, y que ha sabido ganarse a muchos políticos en su quehacer de gobernabilidad del departamento, sin embargo, los múltiples hechos noticiosos de los últimos días me dan entender que lo que pienso de ella es una absoluta verdad.
Ya lo decía en mi artículo «Con poner la plata no basta» – que pueden leer en mis redes sociales- los órganos internacionales y multilaterales están destinando fondos para la atención del fenómeno migratorio en Latinoamérica. Esto lo entendió la residente del Palacio de la Marina y en ese sentido ha fijado en su agenda un espacio muy bien definido con el que puede sacar mucho provecho político en aras a elecciones futuras.
No es al corazón de los venezolanos a quien le interesa ganarse, es el reconocimiento de su propio pueblo lo que busca satisfacer y ¿de qué manera? Abriéndose a las oportunidades de inversión y rentabilidad de los proyectos sociales en pro de la comunidad errante del país petrolero.
La firma de la carta local de entendimiento con la Oficina de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), en el marco del Puesto de Mando Unificado (PMU), dio prueba de ello. No es sólo un asunto de voluntad, es de hacer las cosas bien planificadas y que beneficien a ambas poblaciones.
No se necesita más prueba que la donación que hizo la Embajada de Japón al Hospital Nuestra Señora de los Remedios de Riohacha, en la que se habilitaron más salas de parto y se dotó de insumos médicos al centro de salud con la finalidad de atender a la población venezolana. A pesar que los medios locales quisieron decir otra cosa y maquillar el suceso, lo mismo ocurrió en Maicao y Cúcuta.
[caption id="attachment_940486" align="alignnone" width="1280"] Foto. Cortesia Acnur[/caption]
A principió de años Acnur ofreció construir dos escuelas, en la capital guajira, las cuales servirían como refugio de los inmigrantes pero el proyecto se quedó estancado por culpa de la inconformidad de los habitantes y los síntomas de xenofobia que crecen día con día en Colombia.
La falta de institucionalismo y los diferendos políticos deben quedar a un lado, de allí que el ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Holmes Trujillo, refiriese que en La Guajira hubiesen muchos «ladrones y manilargas», así lo publicó el periódico local Diario del Norte.
No se está viendo la buena voluntad de querer ayudar y solucionar los problemas en mancomunidad. La posibilidad de crear un Fondo Especial de Solidaridad no es solamente para proyectos unilaterales, ello incluye un reconocimiento de derechos de la comunidad venezolana dentro del territorio neogranadino y de eso es lo que se habla cuando se anuncia la posibilidad de declarar un Estado de Emergencia Económica y Social para la región peninsular.
Es tal la visión de la gobernadora guajira, que ha buscado audiencia en el Ministerio de Defensa para debatir sobre las medidas tomadas por Nicolás Maduro sobre la entrada en vigencia del precio internacional para combustibles en Venezuela y como eso se traduce en un beneficio para la lucha contra el contrabando de gasolina. No sólo se trata de la cercanía partidista de Buitrago con el nuevo gobierno colombiano lo que está en juego, es la posibilidad de desarrollar proyectos de envergadura en la región con el objetivo de palear tanta desigualdad.
A pesar que el alcalde de Maicao, José Carlos Molina, se mostró satisfecho con la visita del Canciller a Paraguachón es vital ser comedidos ante ciertas situaciones, ello incluye los enfrentamientos de las fuerzas policiales con los vendedores ambulantes o los atropellos que comenten las brigadas de preservación de espacios públicos en los municipios.
En las mesas de trabajo se dice una cosa, pero en la realidad se hacen otras. Esa ambigüedad es lo que pone a tambalear cualquier acuerdo o designación de recursos, pues “cría fama y acuéstate a dormir”. En tal sentido, debo brindar mi reconocimiento a la señora Buitrago por sobrellevar toda esta vorágine y hacer las cosas como se deben.
Buitrago y su amparo en la migración venezolana
Sáb, 08/09/2018 - 06:56
Me disculparan por mi ausentismo todos estos días, pero estaba esperando que el tiempo me diera la razón. No podría hablar de estigmas políticos sin que antes ocurriesen las cosas, y es que la mig