El cielo gris, muchas veces trae a nuestra memoria los mejores y peores recuerdos, cuando sucede el cielo cierra su telón para mostrarnos su elegante tela gris que nos envuelve, que nos estremece.
Quizá los recuerdos sean los mejores y te llenes de un sentimiento de profunda alegría, inexplicable por sí sola. También puede pasar lo contrario: que traigas a tu mente aquellas personas que ya no están, aquellos momentos que no vuelven.
Sea cual sea el caso, nunca te cansas de los cielos grises, son espectaculares para los sentidos, son una esencia pura del despertar del alma. Te sirven para darte cuenta que extrañas y que sueñas.
Los sientes como si fueran tuyos, y para ellos tú eres el protagonista. No me canso de los cielos grises, me hacen sentir vivo y feliz. Algunas veces triste, pero siempre, siempre los espero.