Dime con quién andas y te amenizo la velada

Vie, 29/11/2013 - 10:39
Si fuera un devoto arrastrado por la reencarnación, Huberman sería mí prospecto para renacer de las cenizas. Él y yo compartimos, cada uno por su cuenta, un apego estrepitoso. Ese al que llegan lo
Si fuera un devoto arrastrado por la reencarnación, Huberman sería mí prospecto para renacer de las cenizas. Él y yo compartimos, cada uno por su cuenta, un apego estrepitoso. Ese al que llegan los chicles que no puedes arrancar de la pared o como el del pene al bóxer luego de un sueño mojado de pubertad. Él realmente era un experto en dominar el arco, yo por el contrario descubrí su uso sin una clase privada. Ambos somos violinistas, él en el 47 después de cristo, de la Orquesta Filarmónica de Israel y yo en verbo presente de la Orquesta de acompañantes de parejas sin propina, apropiado el nombre ¿No? Soy un pésimo matemático porque ya perdí la cuenta exacta de las mujeres con quien anduve de manito sudada. Lo que sin ayuda de una medicina permanece intacto, es el número de veces en las cuales me he sentido en el lugar equivocado o como el tercero que siempre imposta una sonrisa de oreja a oreja. Sin llegar a los cinco meses en una relación de pareja, ya puedo ejemplificar a manera de burla mis desvíos de miradas cuando llega la melosería de besos en frente mío y más concretamente de la incitación al sexo por parte de la mano que viene por allí y sale por allá, refiriéndome a los abrazos claro está. Me he convertido gracias a mi soltería en el consejero en casos de amor, en el doctor corazón a domicilio o el psicólogo que siempre tiene una respuesta para las reiterativas preguntas ¿Qué hago? ¿Qué harías tú en mi lugar? Para esos cuestionamientos me he convertido indiscutiblemente en un experto. Soy un hombre apaciguado por la soledad con el amor platónico de amar, un tipo que escucha baladas corta venas y se ríe a carcajadas al no encontrar con quien relacionarlas. Un joven que disfruta la libertad de no estar acompañado pero preparado a esposarse junto a la mujer que esté dispuesta a mantener su mirada junto a la mía por más de cinco segundos. Quien se sienta identificado con un estado angustioso y a veces con ínfulas suicidas, no puede negar haber dominado la pista de baile sin pareja o haber sido el acompañante de la prima o amiga de un amigo. El que por lo general después de tres llamadas se entera que ella tiene novio o el que termina siendo el clavo que alguien se sacó. Quien siempre permanece con más billetes que todos sus amigos ennoviados después de una rumba. El tipo que puede darse el lujo de despilfarrar todo su sueldo en rubias plásticas y frígidas que no espabilan, no sobra decir que siempre se mantienen con la boca abierta. La amiga de mi ex que prefiere estar sola, la ex de mi amigo que terminó en la cama de un tipo casado, la hermana de mi mejor amiga que no paso de un beso, la flaca de rizos rojos que no me distingue y aparece fotografiada en brazos de otro o la sirena que no se deja pescar. Todas ya son historia y volaron junto al viento que se llevó el verano. La nostalgia del soltero radica exactamente en no entender si está bien esperar o percatarse de lo que pudo aprovechar, en probar y probar hasta llegar a algo dulce o en creerse dueño de una industria de sal que premia los autogoles en un partido de futbol. Lo que es pa’ uno, es pa’ uno, afirmó el viejo David y la verdad es que uno nunca sabe sabe lo que puede pasar, remata Alicastro. P.D. Las chicas interesadas dejen su mail o su número de teléfono. Pago la invitación sólo hasta la tercera salida.   Blog: elmundodetas.blogspot.com Twitter: @elmundodetas Página Facebook: El Mundo de TaS
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