El amor, una mercancía del siglo XXI

El amor es considerando en la actualidad como mercancía que se vende, se usa, se desprestigia y se vota a la basura. Esta casi al nivel de una tendencia, con un inicio, un auge y un determinado olvido perpetuo. Me da lastima saber lo que pasa con nuestros sentimientos, al interior de nuestra propia miseria humana y nuestro maltrato a la información como fuente directa para obtener lo miserable o insignificante, gotas de amor que es solo son visiones de lo que se quiere obtener pero que jamás llegan a algo material, puro y sincero. He intentado presionar mis sentimientos, me he convencido de entablar lo que se podría llamar un “amor”, pero quedo solo en un intento, en buenos momentos que terminaron en un abrir y cerrar de ojos. No se si esta bien el buscar o este mejor el esperar a que llueva amor o simplemente dejar que el destino haga sus jugadas. Solo sé que mientras existan amores tradicionales preservaremos el romanticismo. Perdimos la visión, olvidamos conceptos básicos como familia, sentimiento, afecto, hasta la mismísima palabra que en todas mis columnas exploto y nunca he podido determinar a ciencia cierta, amor. ¿Esa cuestión de lo tradicional del amor cabe en los hombres gay? Reinventar el tradicionalismo no es un gran reto para quienes creemos aun en el romanticismo. En el amor entre dos sujetos de un mismo sexo no hay un tradicionalismo implícito y nos toca trasformar la concepción, adaptar eso que creemos honesto, sincero y duradero (formula que sustentan esa tradicionalidad de nuestros abuelos) en un asunto de confianza mutua y conocimiento pleno. Ahí es donde creo esta el secreto, la transformación y adaptación de lo tradicional en el objeto moderno del amor. Nuestra manera de pensar esta siendo obligada, gracias a los cambios culturales, a trasladarse, transformarse, fundirse y crear un nuevo rumbo. Abrirse y aceptar lo que pasa alrededor es la única forma de asegurar desarrollo, convivencia y una apuesta por un mejoramiento de nuestro propio ser. Abrir nuestro pensamiento, crear nuevas concepciones en torno a terminologías como amor, es una buena forma de comenzar, dejar de emular, eliminar lo cliché y concientizarnos de la evolución propia del hombre. En lo personal y tal vez sin describir algo nuevo, solo exponiendo una visión, el amor es darse el uno al otro de forma racional, es un camino de doble vía, es dar y recibir, es simplemente darse el uno al otro en forma natural. Si lo llegamos a concebir de esta forma tan básica, tradicional y al mismo tiempo intercultural, tal vez dejemos de verlo como una mercancía y quede como lo que substancialmente es, un sentimiento. @merinop