A propósito de las grandes fallas que ha tenido la democracia en los últimos tiempos, y lo corta que se ha quedado resolviendo asuntos como la crisis económica y política de varios países, algunos ciudadanos europeos, al igual que algunos en Colombia, han volcado su pensamiento de nuevo hacia el comunismo -o socialismo- como la salida más eficaz a los problemas coyunturas que afronta el modelo de Estado que antaño se pensó, sería el único camino hacia la paz y el diálogo internacional. Y, en cierto punto, yo estoy de acuerdo.
Estoy de acuerdo con que el 'comunismo' como base teórica es perfecto. Un Estado donde no se necesita que cada cuatro o seis años se cambian los gobiernos porque sólo uno es perfecto. Un Estado que no requiera de diferencias sociales ni de la lucha individual hacia la verdad porque sólo existe una. Me parece tan perfecto como improbable. Para todos aquellos que han comenzado a detestar la democracia, junto con sus amigos Capitalismo y Globalización y también para aquellos que siempre la han odiado, aquí está mi punto de vista.
Por definición filosófica, el hombre es imperfecto por naturaleza y finito a la vez; es decir que éste siempre busca y necesita construir modelos que se igualen a estas características. Es ahí donde surge la democracia. Imperfecta, volátil, tenue, trágica, amigable, catastrófica. El comunismo, por su parte, es un modelo de perfección que, según cuenta la historia, el hombre o los hombres que se han lanzado a vivirlo no lo han podido manejar.
La democracia es imperfecta, como ya lo mencioné anteriormente. Pero es el mejor modelo de Estado que conocemos. Y yo siento que cada vez se vuelve más imperfecta porque aunque creemos saber cómo hacer democracia lo cierto es que muchos no tenemos idea. Nos dicen que la democracia se crea a partir de ciertos derechos y deberes que se deben cumplir y hacer cumplir para construir sociedad. Sin embargo, muchas veces no nos damos cuenta lo dañino que es para éste modelo el quebrar un derecho o no cumplir un deber.
También sucede que muchos jóvenes -siendo incluso ellos quiénes tienen en sus manos el deber de mejorar la sociedad- sienten que no tienen espacio o lugar en la democracia porque ésta no ha satisfecho sus necesidades o requerimientos, y esto porque nadie les ha enseñado el camino a reclamar lo que necesitan o proponer lo que quieren. Es ahí donde se cree que el mejor camino es la imposición de una idea propia o de la idea de un líder que ven como luz, ese líder puede ser bien un padre, un mejor amigo, un líder de un grupo, etcétera. Pero ¿quién dice que esa es la mejor idea para posicionar y no la de otro líder? ¿Qué pasa si esa idea que llegó 'arriba' ya no sirve? ¿Qué pasa cuando alguien tiene un 'pero' que decir? No hay voz. Según lo entiendo, el comunismo no es viable en los seres humanos por razones como las anteriores. Porque, aunque si bien el deseo de igualdad o más bien la obsesión con la igualdad que soporta es un ideal, este modelo de Estado va en contra de lo inherente del ser humano: la búsqueda de libertad.
Volviendo al ejemplo del líder, cuando éste ya se encuentra posicionado y ve que sus ideales se están realizando no puede dejar que alguien más se imponga puesto que el comunismo per se no da lugar a la discusión y diplomacia entre formas de entender el mundo que sean totalmente adversas entre sí, entonces el método más factible es la fuerza. La fuerza como carta bajo la manga para mantener vivo todo en lo que se cree. Donde no hay democracia, viene la fuerza.
La democracia, por su parte, tiene un punto negativo con el que muchos Estados tienen que lidiar; ésta es muy sensible a la corrupción. Sin embargo, y lo que muchas de estas personas no entienden, es que no es el modelo el que es corrupto sino las personas que intentan manejarlo; lo bueno es que eso se puede cambiar, se puede modificar pero sólo sí y sólo sí se apuesta a una educación constructiva de la democracia. Es por eso que me parece tan importante el entendimiento del concepto más que el del término. De lo que la libertad significa. De lo que la igualdad ante la ley significa. Esto se crea desde el colegio y aunque siempre me han dicho que este tipo de educación se da primordialmente en la casa, me parece que realmente comienza a vivirse en el colegio. Es por eso también que la educación la entiendo como una cajita de herramientas o una maleta mágica que, al fin y al cabo, le sirve al estudiante para hacer lo que se le dé la gana. Sin embargo, el profesor que calla un niño cuando éste le dice que no está de acuerdo con algo o le dice que tiene que aprender a la fuerza la teoría de no sé qué porque o sino lo va a hacer echar del colegio sólo le está dando un mensaje: Aquí se hace lo que yo digo, aquí no hay democracia.
Desde este tipo de espacios es donde se comienza a generar la democracia. Desde el 'yo opino'. El comunismo por su parte se en la estricta necesidad de utilizar el 'YO digo'. Sin embargo, y aunque duela decirlo, las decisiones en pequeña o gran escala de la democracia necesitan vivirse, a la par sufrirse, para entender si éstas funcionan o no. Es decir, es un proceso constante de aciertos y derrotas. En el comunismo no. Todo va funcionando per se, todo flota.
Con todo esto quiero decir que, a pesar de los vacíos intentos de mejoras sociales, las guerras que no se han podido evitar y los fallos de la diplomacia, me sigue pareciendo más interesante vivir en un modelo de Estado donde un ex-alcalde puede mostrarle el culo a un grupo de estudiante, donde todos los días hay alguien que le dice al presidente que es un hijo de puta mientras otro dice que es un semidiós, donde alguien dice que Miley Cyrus tiene un filia sexual con los taladros, donde usted puede estar de acuerdo con lo dicho anteriormente o no e incluso donde las cosas la mayoría de las cosas no funcionan bien a uno donde sólo muestran una verdad, sólo una cara o donde simplemente uno no se puede enterar de qué es lo que pasa; porque en ese tipo de modelos pasan muchas cosas, pero no se cuenta nada.
El socialismo funciona en la teoría, no en la práctica
Jue, 03/10/2013 - 01:26
A propósito de las grandes fallas que ha tenido la democracia en los últimos tiempos, y lo corta que se ha quedado resolviendo asuntos como la crisis económica y política de varios países, alguno