Le escribo a esos casi 5 millones de colombianos que votaron en las pasadas elecciones del 27 de mayo por Sergio Fajardo y Humberto de la Calle. Hoy luego de la primera vuelta y el triunfo de Iván Duque y Gustavo Petro, muchos se encuentran con la incertidumbre de por quién votar en segunda.
Algunos me han dicho que se encuentran decepcionados del país, de los resultados y de tener que escoger entre dos extremos que no los representan. Amigos míos creo que en mi memoria no existe un momento de tanto avance en nuestra democracia, en elecciones pasadas siempre debimos elegir al menos malo de los candidatos y ese era un sentimiento generalizado en el país.
Fajardo y de la Calle lograron encarnar un verdadero respaldo ciudadano y eso es de admirar. Claro, entiendo su molestia por no poder disputar la segunda vuelta y lograr consolidar una propuesta de cambio que podrían encarnar estas figuras, pero también hay que decir que los procesos de cambios no se gestan solo en unos meses y a veces requieren años de esfuerzo.
Pensemos que hasta hace dos décadas las elecciones en el país solo se disputaban entre dos partidos tradicionales. Hace ocho años nació una esperanza con la ola verde y ese mismo espíritu avanzó aún más con Fajardo el 27 de mayo. No pueden darse por vencidos, no deben estar derrotados, el siguiente paso es dar un gran golpe en las elecciones regionales y consolidar una fuerza que siempre piense en las mejores propuestas para el país.
Ahora bien, si ustedes quieran votar en blanco o simplemente no asistir a las urnas porque no se sienten representados, es totalmente entendible y coherente con lo expresado por sus candidatos. No tienen que tomar partido, no tienen que elegir el menos peor, no hay mayor lección para un gobierno que no lograr la legitimidad que dan las mayorías en las urnas.
Sin duda creo que quienes quieren que ustedes tomen partido utilizarán cualquier argumento, hasta la mentira, para lograrlo y al final lo único que desean es que su candidato logre un triunfo el 17 de junio. Yo personalmente los felicito y les pido que sigan luchando de ahora en adelante fieles a sus principios y demostrando que en Colombia avanza un cambio en la política.
